jueves, 7 de mayo de 2015

Nuestra Señora de la Estrella, Reina y Madre de las Escuelas Cristianas


El culto y devoción a la Santísima Virgen María, en su advocación de Nuestra Señora de la Estrella, tiene su origen en el año 1060, en Montebourg, pequeña población de Normandía, Francia, siendo el protagonista el monje Rogerio, quien habiéndose quedado dormido en la playa y al despertarse se vio solo y desconsolado y, lleno de fe y conformidad con la voluntad de Dios, puso su pena en sus manos, pidiendo en sus oraciones le orientara en su apostolado.

En respuesta a sus oraciones tuvo una revelación donde se le ordenaba que, en el lugar donde viera caer una estrella del cielo, estableciera su morada y construyera ahí una capilla a la Santísima Virgen María.

Sin perder tiempo y, ayudado por la caridad y fe de la gente de la población, inició pobremente los trabajos de una capilla que, a través del tiempo llegó a ser un gran santuario, adjunto a la Abadía, fundada por el monje Rogerio, cuyos monjes se multiplicaron y fue centro de numerosas peregrinaciones, que dieron a esta Iglesia y a la imagen de la Santísima Virgen, ahí venerada, el nombre de Nuestra Señora de la Estrella.

En el curso de los siglos Normandía se ve asediada por guerras que destruyen la Iglesia y la Abadía, pasando por etapas de abandono y destrucción así como también de resurgimiento y nueva destrucción, hasta que en 1844 aún en ruinas es entregada a los Hermanos de las Escuelas Cristinas de la Misericordia, para su reconstrucción y centro de apostolado. Esta congregación, en 1935, a punto de extinguirse, solicita su adhesión a la congregación de los Hermanos de las Escuelas Cristianas, fundada por San Juan Bautista De la Salle, cuyas reglas seguían también ellos.

A partir de 1938 la congregación Lasallista recibe a los Hermanos de las Escuelas Cristianas de la Misericordia y, con esta incorporación el Instituto de San Juan Bautista De La Salle toma a su cargo la Abadía y el Santuario y, desde entonces, vela por la conservación y difusión de la veneración y el culto a Nuestra Señora de la Estrella.

En 1960, noveno centenario de la fundación de la Abadía, se llevó a cabo la solemne coronación pontificia de Nuestra Sra. de la Estrella,  declarándola REINA, MADRE Y PATRONA UNIVERSAL DE LAS ESCUELAS CRISTIANAS.

Los Hermanos Lasallistas consideran este santuario y la imagen de Nuestra Señora de la Estrella como un tesoro de familia y, es una coincidencia providencial que este hecho tenga relación con el signo oficial del Instituto: la estrella, signo del espíritu de fe que lo anima.






“CONFIEMOS QUE NADA NOS FALTARÁ, DE CUANTO SEA NECESARIO PARA NUESTRA SALVACIÓN, SI PROFESAMOS VERDADERA DEVOCIÓN A LA SANTÍSIMA VIRGEN”. 

San Juan Bautista de la Salle, 151.2



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