lunes, 17 de agosto de 2015

San Alberto Hurtado

Poema a San Alberto Hurtado

San Alberto Hurtado,
Amigo de los patroncitos
De los que no tienen casa
Y sienten hambre y frío.

Le diste el hogar de Cristo,
Les regalaste tu abrigo,
Los quisiste como hermanos,
Los trataste con cariño.

Nos enseñaste ayudar
A hacer la vida más buena ...
Eso es solidaridad,
Y hay que dar hasta que duela








Pensamientos de San Alberto Hurtado.

P2. Ante todo despertar en nosotros un sentido de nuestra solidaridad en Cristo, recordar que somos hermanos y sufrir, sufrir íntimamente con el dolor de nuestros hermanos.

P2 Cada prójimo es mi hermano, mi auténtico hermano, más aún, es Cristo.

P2 Comprensión de los dolores que sufre nuestro mundo...Comprensión de quién es el que sufre. Mi hermano, otro yo, Cristo que se hace pobre... Si yo sufriera eso ¿Cómo lo sufriría?

P2 En realidad los dos mandamientos, amor a Dios y al prójimo, no son dos, sino uno: amar a Dios en el prójimo.

P2 Esos dolores son nuestros, no podemos desentendernos de ellos. Nada humano me es ajeno.

P2 Idea central. El sentido cristiano de la vida es por amor a Dios pasar por la vida haciendo el bien, amando a Dios en sus prójimos, ya que todos los mandamientos se encierran en dos; y podríamos decir que los dos en uno... amar a Dios en el prójimo. Esto supone una visión de eternidad en la vida... pasar por aquí mirando allá... con los ojos en lo alto, sin pegarse al polvo...

sábado, 15 de agosto de 2015

Asunción de María al cielo.

«Todas las generaciones me llamarán bienaventurada porque el Señor ha hecho obras grandes en mí» 
(Lc 1, 48-49).


La fiesta de la Asunción de la Santísima Virgen María, se celebra en toda la Iglesia el 15 de agosto. Esta fiesta tiene un doble objetivo: La feliz partida de María de esta vida y la asunción de su cuerpo al cielo.
“En esta solemnidad de la Asunción contemplamos a María: ella nos abre a la esperanza, a un futuro lleno de alegría y nos enseña el camino para alcanzarlo: acoger en la fe a su Hijo; no perder nunca la amistad con él, sino dejarnos iluminar y guiar por su Palabra; seguirlo cada día, incluso en los momentos en que sentimos que nuestras cruces resultan pesadas. María, el arca de la alianza que está en el santuario del cielo, nos indica con claridad luminosa que estamos en camino hacia nuestra verdadera Casa, la comunión de alegría y de paz con Dios”. Homilía de Benedicto XVI (2010) 

La tradición cuenta que María entregó su alma a Dios,  en presencia de todos los Apóstoles, pero que su tumba, cuando fue abierta, a pedido de Santo Tomás, fue hallada vacía; de esa forma los apóstoles concluyeron que el cuerpo fue llevado al cielo,  por quien la había escogido para ser la Madre de su Hijo.

El Papa Pío XII, el 1º de noviembre de 1950, en la Constitución Munificentisimus Deus, declaró el DOGMA DE LA ASUNCIÓN DE MARÍA, que refiere a que la Madre de Dios, luego de su vida terrena fue elevada en cuerpo y alma a la gloria celestial.