miércoles, 30 de septiembre de 2015

Pensamientos de Santa Teresita del Niño Jesús

"Soy una pelotita en las manos del Niño Jesús"

"Yo nunca aconsejo nada a nadie sin haberme encomendado a la Virgen Santísima. Ella es la que hace que las palabras que digo tengan eficacia en los que las escuchan" 


"¡Qué grande es el poder de la oración! Se diría que es una reina que en todo momento tiene acceso directo al rey y puede conseguir todo lo que le pide." 
 


 "En el lavadero mi compañera de trabajo sacudía la ropa con tal fuerza que me salpicaba de jabón la cara. Esto me hacía sufrir, pero jamás le dije nada al respecto, y así ofrecía este pequeño sacrificio por los pecadores." 

"Para mí, la oración es un impulso del corazón, una simple mirada dirigida al cielo, un grito de agradecimiento y de amor, tanto en medio del sufrimiento como en medio de la alegría. En una palabra es algo grande, algo sobrenatural que me dilata el alma y me une a Jesús." 
 
"Lo que me impulsa a ir al Cielo es el pensamiento de poder encender en amor de Dios una multitud de almas que le alabarán eternamente." 
 
"Voy a pasar mi cielo haciendo el bien en la tierra." 
  
"Jesús, enséñame a renunciar siempre a mí misma para agradar a mis hermanas." 
  
"Mi alegría es cumplir siempre la santa voluntad de mi Jesús, mi único y solo amor. Así, vivo sin miedo, amo el día y la noche por igual." 
  
"Lo acepto todo por amor de Dios, aún toda esa clase de pensamientos extravagantes que me asaltan." 
 

"Se sabe muy bien que la Santísima Virgen es la Reina del Cielo y de la Tierra, pero es más Madre que Reina." 
 
"La vida es un instante entre dos eternidades." 
  
"Quisiera yo también encontrar un ascensor para elevarme hasta Jesús, porque soy demasiado pequeña para subir la dura escalera de la perfección" 
 
"Mi caminito es el camino de una infancia espiritual, el camino de la confianza y de la entrega absoluta." 

"¡Qué lástima me dan las almas que se pierden...! Es tan fácil extraviarse por los senderos floridos del mundo..."




"Jesús, no quiero probar ninguna alegría fuera de ti." 

"La santidad consiste en la disposición del corazón." 

"Mi alegría es ser pequeña, permanecer pequeña, así, si alguna vez en el camino caigo, me levanto enseguida, y mi Jesús me coge de la mano." 

"¿Qué me importa mi vida? ¿Qué me importa la muerte? ¡Amarte, ése es mi gozo! ¡Mi única dicha, amarte...!" 

"Vivir de amor no es en la cima del Tabor su tienda plantar el peregrino de la vida. Es subir al Calvario a zaga de las huellas de Jesús, y valorar la cruz como un tesoro." 

"Vivir de amor es disipar el miedo, aventar el recuerdo de pasadas caídas. De aquellos mis pecados no veo ya la huella, junto al fuego divino se han quemado." 

"Vivir de amor es navegar sin tregua en las almas sembrando paz y gozo. ¡Oh mi Piloto amado!, la caridad me urge, pues te veo en las almas, mis hermanos. La caridad me guía, ella es mi estrella, remo siempre a su luz. En mi vela yo llevo grabada mi divisa: ¡Vivir de amor!" 

"Vivir de amor es mientras Jesús duerme permanecer en calma en medio de la mar aborrascada. No temas, ¡oh Señor!, que te despierte, espero en paz la orilla de los cielos..." 

"Vivir de amor es imitar, Jesús, la hazaña de María cuando bañó de lágrimas y perfumes preciosos tus fatigados y divinos pies y los besó arrobada, enjugándolos luego con sus largos cabellos... Y alzándose del suelo, rompió el frasco y tu cabeza María perfumó." 

"Morir de amor, es ésta mi esperanza, cuando vea romperse mis cadenas. Mi Dios será mi recompensa grande, otros bienes no quiero poseer. Quiero ser abrasada por su amor, quiero verle y unirme a él para siempre. Este será mi cielo y mi destino: ¡¡¡Vivir de amor...!!!" 

"Yo quisiera ser el cáliz en el que adoro la sangre de mi Dios y Salvador. Mas puedo en la santa Misa recogerla cada día." 

"¡Morir de amor, dulcísimo martirio, y es el martirio que sufrir quisiera! Llama de amor, consúmeme sin tregua. ¡Oh vida de un momento, muy pesada tu carga se me hace! ¡Oh divino Jesús!, haz realidad mi sueño: ¡morir de amor!" 

"El altar es un Calvario donde por mí y para mí se derrama gota a gota toda Su sangre divina." 

"¡Oh qué suerte para mí! Fui contada entre los granos de maduro y puro trigo destinados a perder por Jesús su ser y vida. Oh exquisito arrobamiento! Tu esposa querida soy, ven, mi Amado, vive en mí. Ven, tu belleza me encanta, ven a transformarme en ti!" 

"Tu amor es mi martirio, mi único martirio. Cuanto más él se enciende en mis entrañas, tanto más mis entrañas te desean... ¡¡¡Jesús, haz que yo muera de amor por ti...!!!" 

"En lugar de desanimarme, me he dicho a mí misma: Dios no puede inspirar deseos irrealizables; por lo tanto, a pesar de mi pequeñez, puedo aspirar a la santidad." 
 
"¡Cuántas almas llegarían a la santidad si fuesen bien dirigidas...! Sé muy bien que Dios no tiene necesidad de nadie para realizar su obra. Pero así como permite a un hábil jardinero cultivar plantas delicadas y le da para ello los conocimientos necesarios, reservándose para sí la misión de fecundarlas, de la misma manera quiere Jesús ser ayudado en su divino cultivo de las almas." 

 
"¡Oh María! Si yo fuese la Reina del Cielo y Vos fuéseis Teresa, yo querría ser Teresa a fin de que Vos fueras la Reina del Cielo." 
 
 
"La Santísima Virgen me demuestra que nunca deja de protegerme. Enseguida que la invoco, tanto si me sobreviene una inquietud cualquiera, un apuro, inmediatamente recurro a ella, y siempre se hace cargo de mis intereses como la más tierna de las Madres." 
 
 
"Santo ángel de mi guarda, cúbreme siempre con tus alas, para que nunca tenga la desgracia de ofender a Jesús." 
 
 "¿Qué ocurriría si un jardinero no conociese bien la naturaleza de los árboles y se empeñase en hacer brotar rosas de un melocotonero...? Haría morir al árbol, que, sin embargo, era bueno y capaz de producir frutos. De la misma manera hay que saber reconocer desde la infancia lo que Dios pide a las almas y secundar la acción de su gracia, sin acelerarla ni frenarla nunca." 
 
 
"Después de mi muerte, haré caer una lluvia de rosas."


jueves, 24 de septiembre de 2015

Nuestra Señora del Rosario de San Nicolás


La Virgen María se aparece a una sencilla mujer de la ciudad de San Nicolás, Provincia de Buenos Aires (Argentina)

Gladys Quiroga de Motta ve por primera vez a nuestra Madre Celestial el 25 de setiembre de 1983. Los mensajes se suceden a partir de entonces en cantidad, a través de las apariciones diarias. La Iglesia toma intervención inicialmente con gran cautela, para luego apoyar el crecimiento de la obra de María, ante las evidencias manifestadas.


El rezo del Santo Rosario se multiplica a partir del pedido celestial de oración, mientras las multitudes empiezan a acudir en forma creciente al lugar.


Gladys sufre los estigmas de la pasión, que son corroborados médicamente, siempre bajo la supervisión y tutela de los sacerdotes. Ella mantiene su obediencia a la Iglesia en todo momento, a pesar de las duras pruebas que tuvo que enfrentar, dentro del lógico proceso de estudio de los hechos allí manifestados.

María señala a la vidente una imagen de madera de la Virgen del Rosario, que estaba guardada desde hace años en el campanario de la Catedral de San Nicolás, y pide que se la restaure y venere allí, bajo la advocación de “Nuestra Señora del Rosario de San Nicolás”. Para sorpresa de los sacerdotes, allí encontraron arrumbada a la imagen de María con el niño en sus brazos, como esperando ser rescatada. También nuestra Madre Celestial pide se acuñe una medalla, la cual es entregada gratuitamente a los cientos de miles de asistentes al lugar.


Los Mensajes contienen un permanente pedido de conversión, oración del Santo Rosario, regreso a los Sacramentos de la Confesión y la Eucaristía. También María advierte sobre la importancia de convertirse mientras cada alma aún tiene tiempo, ya que sólo Dios conoce cuándo y cómo seremos llamados a rendir cuentas ante Su Presencia.


La Virgen señala mediante un rayo de luz un lugar junto al Río Paraná (llamado "El Campito"), para que se construya un Santuario, que ella misma diseña a través de los mensajes entregados a la vidente. Se levanta entonces un colosal Templo (que aún no ha sido culminado) exactamente en el lugar señalado por la Reina del Cielo, como centro de veneración a María, verdadera intercesora y camino perfecto para llegar a Su Hijo, Jesús.


El lugar es visitado en forma permanente en peregrinación, con mayor afluencia de fieles los días 25 de cada mes, y mediante una gran multitud que se concentra los días 25 de setiembre de cada año, en el aniversario de la aparición.



ORACIONES A LA VIRGEN

MADRE, UNA GRACIA TE PIDO QUE ME SANES EN CUERPO Y ALMA. SE QUE DEBO DESPOJARME DE MI ORGULLO Y DE TODOS MIS PECADOS, QUE LEJOS ESTABA DE TI, QUE UN NEGRO VELO CUBRÍA MI ALMA. HOY TE DESCUBRO Y QUIERO VIVIR. DETÉN TU MANO Y PÓSALA EN MI CORAZÓN. AMEN


ORACIÓN A NUESTRA SEÑORA DEL ROSARIO DE SAN NICOLÁS


Santa María, Madre nuestra que en cada misterio del Santo Rosario nos brindas al Salvador. Acudimos a ti necesitados. Nos alegramos que desde la cruz el señor te haya encomendado la misión de acercarnos a El y a su Iglesia por la conversión y la penitencia. Alentados por la confianza que nos inspiras ponemos en tus manos maternales nuestras preocupaciones y temores. Pero, deseamos imitar tu fidelidad a Dios, aceptando con amor y humildad todas las pruebas. ¡Madre nuestra del Rosario de San Nicolás! que tu presencia renueve nuestra vida, alivie nuestro ser agobiado por el sufrimiento y la enfermedad, sostenga nuestra docilidad a la gracia y fortalezca nuestro amor a los demás, convirtiéndonos así en testigos del amor del Padre que no vaciló, por tu intermedio, en darnos a Jesús. AMEN.


CONSAGRACIÓN
¡OH MADRE QUIERO CONSAGRARME A TI!
VIRGEN MARÍA HOY CONSAGRO MI VIDA A TI
SIENTO NECESIDAD CONSTANTE DE TU PRESENCIA EN MI VIDA.
PARA QUE ME PROTEJAS, ME GUÍES Y ME CONSUELES.
SE QUE EN TI MI ALMA ENCONTRARA REPOSO
Y LA ANGUSTIA EN MI NO ENTRARA.
MI DERROTA SE CONVERTIRÁ EN VICTORIA
MI FATIGA EN TI FORTALEZA ES". AMEN.

Nuestra Señora de la Merced

La Santísima Virgen se le apareció a San Pedro Nolasco, en 1218, recomendándole que fundara una comunidad religiosa que se dedicara a auxiliar a los cautivos que eran llevados a sitios lejanos. Esta advocación mariana nace en España y se difunde por el resto del mundo.

San Pedro Nolasco, inspirado por la Santísima Virgen, funda una orden dedicada a la merced (que significa obras de misericordia). Su misión era la misericordia para con los cristianos cautivos en manos de los musulmanes. Muchos de los miembros de la orden canjeaban sus vidas por la de presos y esclavos. 

San Pedro Nolasco y sus frailes muy devotos de la Virgen María, la tomaron como patrona y guía. Su espiritualidad es fundamentada en Jesús el liberador de la humanidad y en la Santísima Virgen, la Madre liberadora e ideal de la persona libre. Los mercedarios querían ser caballeros de la Virgen María al servicio de su obra redentora. Por eso la honran como Madre de la Merced o Virgen Redentora.

En 1272, tras la muerte del fundador, los frailes toman oficialmente el nombre de La Orden de Santa María de la Merced, de la redención de los cautivos, pero son mas conocidos como mercedarios. El Padre Antonio Quexal en 1406, siendo general de la Merced, dice: "María es fundamento y cabeza de nuestra orden".

Esta comunidad religiosa se ha dedicado por siglos a ayudar a los prisioneros y ha tenido mártires y santos. Sus religiosos rescataron muchísimos cautivos que estaban presos en manos de los feroces sarracenos.

El Padre Gaver, en 1400, relata como La Virgen llama a San Pedro Nolasco y le revela su deseo de ser liberadora a través de una orden dedicada a la liberación.

Nolasco la pide ayuda a Dios y, en signo de la misericordia divina, le responde La Virgen María diciéndole que funde una orden liberadora.

Desde el año 1259 los padres Mercedarios empiezan a difundir la devoción a Nuestra Señora de la Merced la cual se extiende por el mundo.

Oración 

Madre de la Merced, danos un corazón... que salte de alegría, que sepa compartir, que goce con los que gozan, que sufra con los que sufren, que entienda de audacia para “dar” con nuevos caminos, que sea experto en humanidad, que se prolongue hacia los últimos, que anuncie a Jesús de Nazaret, que esté a favor de los cautivos, que critique las injusticias, que se deje inflamar por el Espíritu, que tenga entrañas de misericordia, que escuche los problemas de las personas oprimidas y tenga un trato exquisito con ellas, que mire al interior del ser humano, que logre curar sus propias heridas, que sepa trabajar en grupo, que tenga detalles pequeños para hacerse grande, que sea libre para liberar. Madre, dánoslo para construir una sociedad más liberadora. Amén. 


sábado, 19 de septiembre de 2015

Santa Juana de Arco


Una jovencita de 13 años, de Domremy (Francia), campesina y analfabeta, llamada Juana de Arco, mientras rezaba en la iglesia de su pueblo, oyó voces misteriosas que la invitaban a liberar a Francia que estaba dominada en gran parte por los ingleses. Ella comprendió que esas voces eran divinas. Al hablar con el futuro rey Carlos, ella demostró que conocía cosas secretísimas que solamente el cielo había podido revelarle. El Delfín, al principio, desconfió pero después se convenció de que la joven era enviada de Dios; entonces le confió el mando de las tropas que sitiaban a Orleáns, y en poco tiempo, con la ayuda de Dios, reconquistaron casi todo el territorio francés. 

El Delfín fue coronado rey de Francia en Reims, pero, celoso de la popularidad de Juana, pactó una tregua con los ingleses.
En una emboscada cayó prisionera en manos del conde de Luxemburgo, que la entregó a los ingleses por un rescate digno de un rey. Una vez apresada debían demostrar que Juana era una bruja, para poder declarar a Carlos VII como usurpador, pues había llegado a ser rey gracias a “diabólicas maquinaciones de una hereje”. Sólo los jueces eclesiásticos tenían la autoridad de llevar a cabo este proceso.
La heroica joven, encerrada en una cárcel militar contra toda ley eclesiástica, no pudo hacer llegar su voz a Roma y sus enemigos triunfaron y la condenaron a la hoguera. El atroz suplicio tuvo lugar en Rouen el 30 de mayo de 1431. Juana tenía 19 años.
En 1920 el Papa Benedicto XV la proclamó santa.

Beato Hermano Arnoldo FSC

Julio Nicolás Rèche nace en una familia pobre de Landroff en Lorraine. Abandona pronto la escuela para trabajar como mozo de caballerizas, cochero y finalmente carretero al servicio de una empresa de construcción. Siendo joven, es conocido por sus compañeros de trabajo por su piedad y su autodisciplina.

Conoce a los Hermanos por primera vez cuando sigue clases nocturnas y pide ingresar en la congregación. Enseña durante catorce años en un pensionado de la calle de Venecia en Reims. A pesar de las exigencias de un tiempo completo dedicado a la enseñanza, logra estudiar y llega a ser competente en teología, matemáticas, ciencias y agricultura que enseña a pequeños grupos de alumnos más adelantados. Durante la guerra Franco-Prusiana de 1870, trabaja con otros Hermanos como enfermero, para dar respuesta a las necesidades médicas y espirituales de los heridos de los dos bandos.

Por ello es condecorado con la cruz de bronce. La intensidad de su vida de oración y su amor por las prácticas de penitencia deciden a los superiores a nombrarle Director del Noviciado de Thillois. Conquista el corazón de aquellos de quienes está encargado por su atención evidente a su desarrollo espiritual y profesional. Se habla de pequeños milagros de curación, así como de su sorprendente capacidad para discernir los pensamientos secretos. El Hermano Arnaldo es conocido por su devoción a la Pasión del Salvador y su docilidad al Espíritu Santo, que, como a menudo lo hace observar “fortifica el corazón de los hombres”.

Cuando el Noviciado se traslada a un nuevo centro en Courlancy cerca de Reims en 1885, el Hermano Arnaldo contribuye a hacérselo dedicar al Sagrado Corazón. Fallece a la edad de 52 años, con fama de santidad, solamente unos meses después de haber sido nombrado Director del Sagrado Corazón.

Nacido en Landroff, Francia, el 2 de septiembre de 1838
Entrado en el Noviciado, el 23 de diciembre de 1862
Fallecido en Reims, Francia, el 23 de octubre de 1890
Beatificado el 1 de Noviembre de 1987

Santo Hermano Salomón FSC


Después del derrocamiento de la monarquía, al comienzo de la Revolución francesa, el blanco siguiente fue la Iglesia. En 1790, la Constitución civil del Clero dio al estado el control de la Iglesia en Francia. Los sacerdotes y religiosos debían prestar juramento de fidelidad a la Constitución bajo pena de exilio, de encarcelamiento y hasta de muerte. La mayor parte de los Hermanos se negaron y tuvieron que abandonar sus escuelas y comunidades, y esconderse, el Instituto ya no tenía estatuto legal.

El Hermano Salomón era en esa época secretario del Hermano Agathon, Superior General, después de haber sido maestro, director, ecónomo. Manifestó siempre gran amor por las almas y gran abnegación en sus tareas. Habiéndose negado a prestar juramento, vivía solo en París en la clandestinidad. Conservamos de él numerosas cartas que escribía a su familia. La última lleva la fecha del 15 de agosto de 1792. Ese mismo día fue arrestado y encerrado en el Convento de los Carmelitas transformado en prisión, junto a numerosos obispos, sacerdotes y religiosos. El 2 de septiembre casi la totalidad de los prisioneros fueron exterminados, pasados a cuchillo en los locales y el jardín del Convento. Fue beatificado el 17 de octubre de 1927 junto con 188 compañeros de martirio. Fue el primero de nuestros Hermanos mártires y también el primero en ser beatificado.

Su fiesta se celebra el 2 de septiembre; junto con él se celebra también la fiesta de los Hermanos mártires de los pontones de Rochefort, muertos 2 ó 3 años más tarde.

Beato Salomón (Nicolás Leclerc)
Nacido en Boulogne, Francia, el 14 de noviembre de 1745
Entrado en el Noviciado el 25 de marzo de 1767
Martirizado el 2 de septiembre de 1792
Beatificado el 17 de octubre de 1926.
Canonizado el 16 de octubre de 2016.

Dulce Nombre de María, 12 de septiembre

El evangelista San Lucas revela el nombre de la doncella que va a ser la Madre de Dios: "Y su nombre era María". El nombre de María, traducido del hebreo "Miriam", significa Doncella, Señora, Princesa.

Estrella del Mar, feliz Puerta del cielo, como canta el himno Ave maris stella. El nombre de María está relacionado con el mar pues las tres letras de mar guardan semejanza fonética con María. También tiene relación con "mirra", que proviene de un idioma semita. La mirra es una hierba de África que produce incienso y perfume (Jesús Marí Ballester).

En el libro "Mes de María" del Padre Eliecer Salesman, se explica que

María en el idioma popular significa: "La Iluminadora". (S. Jeronimo M 1.23.780). En el idioma arameo significa: "Señora" o "Princesa" (Bover). El significado científico de María en el idioma hebreo es: "Hermosa" (Banderhewer).

En el idioma egipcio que fue donde primero se utilizó este nombre significa: "La preferida de Yahvé Dios". (Exodo 15, 20). Mar o Myr, en Egipcio significaba la más preferida de las hijas. Y "Ya" o "Yam", significaba: El Dios verdadero -Yahvé-. Así que MAR-YA o MYR-YAM en egipcio significaría: "La Hija preferida de Dios" (Zorell).


Celebración

Su belleza, amada de Dios, estrella del mar, señora y también el de iluminada. Todo depende de las múltiples interpretaciones que se hagan de las palabras que forman el nombre, tanto en griego como en hebreo.

Incluso hay quien cree que puede significar "mar amargo", por la situación de amargura en que vivía el pueblo de Israel. Recuerda que muchos israelitas ponían a sus hijos los nombres que más expresaran las situaciones sociales y económicas en que vivían.

También es importante destacar que en 1683, el Papa Inocencio XI declaró oficial una fiesta que se realizaba en el centro de España durante muchos años y que es la del "Dulce nombre de María".

Se cuenta que la primera diócesis que celebró oficialmente la fiesta fue la de Cuenca. Pero, la onomástica del "Dulce nombre de María" tiene fecha propia, y es la del 12 de septiembre. Es bueno que sepas que hay muchas "Marías" que celebran su fiesta durante este día y no el 15 de agosto.

Natividad de María

La Virgen María fue la Madre de Jesús y, con este hecho, se cumplieron las Escrituras y todo lo dicho por los profetas. Dios escogió a esta mujer para ser la Madre de su Hijo. Con ella se aproximó la hora de la salvación. Por esta razón la Iglesia celebra esta fiesta con alabanzas y acciones de gracias.

"Hoy nace una clara estrella, tan divina y celestial, que con ser estrella, es tal, que el mismo Sol nace de ella.

De Ana y de Joaquín, oriente de aquella estrella divina, sale su luz clara y digna de ser pura eternamente: el alba más clara y bella no le puede ser igual, que, en con ser estrella, es tal, que el mismo Sol nace de ella. No le iguala lumbre alguna de cuantas bordan el cielo, porque es el humilde suelo de sus pies la blanca luna: nace en el suelo tan bella y con luz tan celestial, que, con ser estrella, es tal, que el mismo Sol nace de ella".


Así canta el himno de Laudes de esta fiesta. Y el de vísperas no es menos encantador: "Canten hoy, pues nacéis Vos, los ángeles, gran Señora, y ensáyense desde ahora, para cuando nazca Dios. 


Canten hoy, pues a ver vienen, nacida su Reina bella, que el fruto que esperan de ella es por quien la gracia tienen. Digan, Señora, de Vos, que habéis de ser su Señora, y ensáyense, desde ahora, para cuando nazca Dios".

La fiesta de la Natividad de la santísima Virgen surgió en oriente, y con mucha probabilidad en Jerusalén, hacia el s. v. Allí estaba siempre viva la tradición de la casa natalicia de María. La fiesta surgió muy probablemente como dedicación de una iglesia a María, junto a la piscina probática; tradición que se relaciona con el actual santuario de Santa Ana.

¿Por qué el 8 de septiembre?

La fiesta fue fijada el día 8 de septiembre probablemente porque, representando María el papel del comienzo o proemium de la obra de la salvación (cf. la oración de colecta de la misa), era muy oportuno celebrar su nacimiento al principio del año eclesiástico según el Monologium Basilianum. Una narración apócrifa, titulada De ortu Virginis (sobre el nacimiento de la Virgen), ponía la concepción en el seno de santa Ana a primero de mayo, y refería que Nuestra Señora había nacido, a los cuatro meses de gestación.




Santoral Franciscano Agosto

02 de agosto:
Santa María de los Ángeles de la Porciúncula


La pequeña capilla de la Porciúncula fue donde San Francisco fundó la Orden de los Frailes Menores en el 1209, confiándola a la protección de la Virgen Madre de Cristo, a quien le ha sido dedicada la iglesia. Aquí vivió San Francisco con sus primeros hermanos. En el 1216, en una visión, Francisco obtuvo de mismo Jesús la indulgencia conocida como "la indulgencia de al Porciúncula" o "el Perdón de Asís", la cual fue aprobada por el papa Honorio III.






06 de agosto:
Beata María Francisca Rubatto


Beata María Francisca Rubatto, nació en Carmagnola, 14 de febrero de 1844. Durante su juventud trabajó en el Cottolengo y en los Oratorios de Don Bosco. En 1885 descubre cual es la voluntad de Dios. Deja las tareas apostólicas de Turín y, estimulada por el Padre Angélico, capuchino, el 23 de enero de 1885 funda en Loano la Congregación de las Hermanas Capuchinas, dedicada a los enfermos y especialmente, a los niños y jóvenes abandonados. En 1892, con cuatro de sus Hijas, parte hacia América Latina, para ofrecer sus servicios en Uruguay, Argentina, y luego en el Brasil, Nordeste. Después de sufrir intensamente el martirio de sus Hijas en Alto Alegre, Brasil, muere en Montevideo el 6 de agosto de 1904. San Juan Pablo II la proclama Beata en Roma el 10 de octubre de 1993.


09 de Agosto:
Santa Beatriz de Silva
Nacida en 1426 en Campo Mayor, (Portugal), en 1447 viene como dama a la Corte de Castilla, donde recibió la aparición de la Virgen María, expresándole el deseo de que funde una Orden religiosa en su honor. En 1484 se reúne con doce compañeras para madurar su proyecto de vida. El 30 de abril de 1489, el Papa Inocencio VIII firma la Bula Fundacional, por la que aprueba el primer Monasterio de La Concepción. La nueva Orden Mariana nace para la Iglesia y para el mundo. Santa Beatriz muere en agosto de 1491, momentos después de haber profesado. En 1511 se aprueba la Regla propia de la Orden. Fue Canonizada el 3 de octubre de 1976, por Pablo VI. Su fiesta se celebra el 17 de agosto.



11 de agosto:
Santa Clara de Asís

Clara Favarone perteneció a una noble familia en el Asís. Desde pequeña había oído hablar sobre Francisco Bernardone y su mensaje de pobreza y amor absoluto a Jesucristo. Por la gracia de Dios, compredió Clara que la espiritualidad de este joven era lo que su corazón buscaba y se puso bajo su dirección.

Después de algun tiempo de guiarse con él, Clara ve con mucha seguridad que debe seguir a su maestro en su espiritualidad más de cerca.

Desechando muy buenos partidos matrimoniales, huyó de la casa de su padre la noche del Domingo de Ramos de 1211, con sólo dieciocho años. Ante el altar de la Iglesia de Santa María de los Angeles, se ofreció a Dios para siempre. Vistió la ruda túnica, se abrazó a la Dama Pobreza y se dedicó a la penitencia y al sacrificio.

«Superada felizmente esta primera batalla, para poderse dedicar a la contemplación de las cosas celestiales se refugia entre los muros de San Damián y allí, «escondida con Cristo en Dios» (Col 3,3), por espacio de cuarenta y dos años nada encontró más suave, nada se propuso con más ahínco que ejercitarse con toda perfección en la regla de San Francisco y atraer a ella, en la medida de sus fuerzas, a otros» (Pío XII).

La vida y pasión de Jesús fue el objeto preferido de su meditación. Jesús-Eucaristía. Jesús-Niño en el pesebre. Y junto a Jesús, su bendita Madre, a la que profesó una devoción sin límites.

El 10 de agosto del año 1253 a los 60 años de edad y 41 años de ser religiosa, y dos días después de que su regla fuera aprobada por el Papa, se fue al cielo a recibir su premio.

Santa Clara fue canonizada el 15 de agosto de 1255 por su amigo y protector el papa Alejandro IV.


14 de agosto:
San Maximiliano Kolbe
Nació en Polonia el 8 de enero de 1894. A los 13 años ingresó en el seminario de los padres franciscanos donde adoptó el nombre de Maximiliano. En 1918 se ordenó sacerdote.

Era devoto de la Inmaculada Concepción, fundó un movimiento llamado "La Milicia de la Inmaculada", una revista mensual llamada "Caballero de la Inmaculada", y también la "Ciudad de la Inmaculada" en el convento franciscano de Niepokalanów.

En 1931 viajó por cinco años como voluntario misionero a Japón donde fundó una nueva ciudad de la Inmaculada y publicó su revista en japonés.

En Polonia, en plena Segunda Guerra Mundial, fue apresado por el régimen Nazi, junto con otros frailes, y enviado a campos de concentración en Alemania y Polonia. En febrero de 1941 fue enviado a la prisión de Pawiak, para ser después transferido al campo de concentración de Auschwitz, en donde a pesar de las terribles condiciones de vida prosiguió su ministerio sacerdotal.

La noche del 3 de agosto de 1941, en Auschwitz , se escogieron a diez prisioneros para ser ejecutados. Entre los hombres escogidos estaba el sargento polaco Franciszek Gajowniczek, casado y con hijos. Maximiliano, que no se encontraba entre los diez prisioneros escogidos, se ofreció a morir en su lugar. El comandante del campo aceptó el cambio, y Maximiliano fue condenado a morir de hambre junto con los otros nueve prisioneros. Diez días después de su condena, al encontrarlo todavía vivo, los nazis le administraron una inyección letal y murió el 14 de agosto de 1941.

San Maximiliano Kolbe fue canonizado el 10 de octubre de 1982 por el papa san Juan Pablo II.


16 de agosto:
San Roque

Nació en Montpellier,  Francia en 1295. Al perder a sus padres, distribuyó los bienes entre los pobres. Se alistó en la Tercera Orden franciscana, y con ayunos y penitencias mortificó su cuerpo. Ardió en amor de los demás y, al extenderse la peste por Italia, recorrió los pueblos aliviando a los enfermos. Volvió a su patria y murió en 1327. Fue canonizado en 1584.








25 de agosto:
San Luis Rey
Nació en 1214. A los veintiún años subió al trono de Francia. En su matrimonio tuvo once hijos, a los que se preocupó personalmente de dar una educación esmerada. Descolló por su espíritu de penitencia y oración, y por su amor a los pobres. Como gobernante no sólo atendía a la paz entre las naciones y al bien temporal de sus súbditos, sino también a su provecho espiritual. Emprendió dos cruzadas para rescatar el sepulcro de Cristo y sucumbió a la epidemia cerca de Cartago en 1270.







25 de agosto:
Beata María del Tránsito Cabanillas


María del Tránsito  Cabanillas nació el día 15 de agosto de 1821 en una estancia de Córdoba, Argentina. En su juventud fue enviada a la ciudad de Córdoba a estudiar y a cuidar de su hermano que estaba en el seminario.

María del Tránsito se distinguió por su piedad, sobre todo hacia la Eucaristía, llevó a cabo una intensa actividad como catequista e hizo muchas obras de misericordia, visitando frecuentemente a los pobres y a los enfermos en compañía de su prima Rosario.
En 1858 ingresó en la Tercera Orden Franciscana, y empezó a pensar en la fundación de un Instituto para la instrucción cristiana de la infancia pobre y abandonada.
El día 8 de diciembre de 1878 María del Tránsito junto a dos compañeras pone en marcha la Congregación de las Hermanas Terciarias Misioneras Franciscanas de la Argentina. Luego fundó tres colegios en Córdoba.
Guió el floreciente instituto con admirable sabiduría, caridad y donación, hasta que sus fuerzas se terminaron, el 25 de agosto de 1885, cuando murió santamente en Córdoba. Dejó en herencia heroicos ejemplos de humildad y de caridad al servicio sobre todo de la infancia, de los pobres, de los enfermos y de sus hermanas. Fue beatificada el 14 de abril del 2002.

26 de agosto:
San Junípero Serra

Miguel José Serra Ferrer nació en Petra (Mallorca) el año 1713. A los 16 años ingresa en la Orden de Frailes Menores en Palma (Mallorca) y tomó el nombre de Junípero. Ordenado de presbítero, se dedica a la predicación y a la enseñanza de la Teología. En 1749 partió hacia América. Fue misionero apostólico primero en México y después en la Alta California, donde funda nueve misiones. Por su ministerio evangelizador es considerado el fundador de la Iglesia en California y padre de la patria. Murió santamente el día 28 de agosto de 1784. Juan Pablo II lo beatificó en 1988.

viernes, 18 de septiembre de 2015

Santoral Franciscano Septiembre

02 de Septiembre:
Beato Claudio Granzotto

Nació el año 1900 en Santa Lucía di Piave (Treviso, Italia). La naturaleza le dotó de una voluntad tenaz y de una exquisita bondad. Trabajó en el campo, de carpintero y de albañil. A los 15 años sintió pasión por el arte, para el que tenía una fina sensibilidad. En 1918 tuvo que incorporarse al ejército. Acabada la guerra, con la ayuda de su párroco ingresó en la Academia de Bellas Artes de Venecia, donde obtuvo, a los 29 años, la máxima calificación en escultura. 

En 1933 se incorporó a la Orden Franciscana como hermano laico, y fue avanzando por un camino de amor a Dios y total abandono en sus manos, de oración y adoración eucarística, de amor a los pobres y enfermos, de suave humildad, obediencia pronta y radiante castidad. También destacó por su devoción a la Virgen Inmaculada, a la que se consagró como esclavo y a la que dedicó buena parte de su obra artística. Atacado por un tumor cerebral, murió el 15 de agosto de 1947 en Padua. Lo beatificó Juan Pablo II el año 1994.
  


04 de septiembre: 
Santa Rosa de Viterbo

Nació en Viterbo en 1234, y en la flor de la edad ingresó en la Tercera Orden franciscana. Murió en su ciudad natal a los dieciocho años. Había resplandecido por su caridad con el prójimo y por su celo por la fe y piedad cristianas. En 1258 trasladaron su cuerpo a la iglesia de Santa Maria de las Rosas, que también se llama de Santa Rosa.







17  de septiembre:  Imprensión de las llagas a  San Francisco de Asís


Desde su conversión, el Seráfico Padre San Francisco veneró con grandísima devoción a Cristo crucificado. Hasta su muerte no cesó, con su vida y su palabra, de predicar al Crucificado. En 1224, mientras estaba sumido en contemplación divina en el monte Alvernia, el Señor Jesús imprimió en su cuerpo los estigmas de su pasión. Benedicto XI concedió a la Orden franciscana celebrar cada año la memoria de este hecho, probado por testimonios fidedignos.






18 de Septiembre:  San José de Cupertino


Nació en la Pulla en 1603. De joven ingresó en la Orden de los franciscanos conventuales. Tras su ordenación sacerdotal se entregó de lleno al sagrado ministerio, inflamado en celo de las almas. Adornado de carismas singulares, por disposición de los superiores se mudó de un lugar a otro, huyendo del fanatismo popular. Descolló por su obediencia, humildad y paciencia. Manifestó ardiente devoción a los misterios de la vida de Cristo, en especial a la eucaristía, y a la Madre de Dios. Murió en Osimo (Marcas) en 1663. Lo canonizó Clemente XIII.



23 de septiembre:  San Pío de Pietrelcina 


Pío, en el siglo Francisco Forgione, nació en Pietrelcina, diócesis de Benevento, el 25 de mayo de 1887. Ingresó en la Orden de Hermanos Menores Capuchinos el 6 de enero de 1903, siendo ordenado de sacerdote el 10 de agosto de 1910, en la catedral de Benevento. El 28 de julio de 1916 llegó a San Giovanni Rotondo, en las estribaciones del monte Gárgano, donde, salvo pocas y breves interrupciones, permaneció hasta su muerte, acaecida el 23 de septiembre de 1968. La mañana del viernes 20 de septiembre de 1918, orando ante el Crucifijo del coro de la vieja iglesia conventual, recibió el don de las llagas, que, durante medio siglo permanecieron abiertas y sangrantes. Durante su vida, desarrolló su ministerio sacerdotal, fundó los «Grupos de oración» y un moderno hospital, al que dio el nombre de «Casa alivio del sufrimiento». Fue beatificado el día 2 de mayo de 1999 y canonizado el 17 de junio de 2002 por el papa Juan Pablo II.