martes, 24 de mayo de 2016

Nuestra Señora de La Salette

En 1846, la Virgen apareció a dos niños en los Alpes franceses cerca de la aldea de La Salette. Ella habló palabras de consolación, invitando a hombres y mujeres a la oración y conversión, para experimentar la gracia de la muerte y resurrección de su Hijo. Ella vino para ofrecer la invitación amorosa de Dios y su misericordia.

El mensaje de María fue dado con lágrimas, dentro de una luz más brillante que el sol. "Acérquense hijo míos, no tengan miedo. Estoy aquí para darles una gran noticia." María les explicó la necesidad que todo su pueblo tiene de rezar más, de santificar el día del Señor, de no jurar, de no usar el nombre de Dios. Ella llamó al pueblo a observar fielmente la Cuaresma. Ella habló proféticamente del hambre y de una plaga que afectaría a los niños. Al final les dio a los niños una misión: "Bueno, hijos míos, lo harán conocer a todo mi pueblo."

La Aparición de La Salette fué aprobada oficialmente por el obispo de la Diócesis, y reconocida por S. S. Pío IX. El 19 de septiembre de 1851.  El 24 de agosto de 1852, Su Santidad Pío IX, concedió que fuera privilegiado el Altar Mayor del templo de La Salette. El Papa León XIII elevó el santuario al rango de Basílica y decretó la coronación canónica de "Nuestra Señora de La Salette", efectuada por el Cardenal de París, el día 21 de Agosto de 1879. 

Oración

Acuérdate, Virgen de La Salette de las lágrimas que has derramado por nosotros en el calvario.

Acuérdate también del cuidado que tienes siempre por tu pueblo para que, en nombre de Cristo, se deje reconciliar con Dios.

Y ve, si después de haber hecho tanto por estos tus hijos, puedes abandonarlos.

Animados por tu ternura, henos aquí, Madre, suplicantes, a pesar de nuestras infidelidades e ingratitudes.

Confiamos plenamente en ti, oh Virgen Reconciliadora.

Vuelve nuestros corazones hacia tu Hijo Jesús.

Alcánzanos la gracia de amarle sobre todas las cosas y de consolarte a ti con una vida santa, ofrecida para gloria de Dios y amor de los hermanos.

Amén.

Virgen de los Treinta y Tres

En el antiguo pueblo de Pintado, hoy Villa Vieja, a unos veinte kilómetros al oeste de la ciudad de Florida, en la república del Uruguay, se erigió a fines del siglo XVIII una capilla que recibió el nombre de Capilla del Pintado. En ella se rendía culto a una Virgencita, que según los informes más probables, había sido enviada por los jesuitas desde Paraguay a mediados del mismo siglo. Cuando a principios del siguiente siglo, el vecindario del Pintado logró la construcción de una parroquia, los principales pobladores, se consagraron a su Patrona la Inmaculada, bajo la advocación de Nuestra Señora de Luján. Su primer párroco, el presbítero Santiago Figueredo, en vista de la pobreza y aridez de aquellos terrenos resolvió trasladar la parroquia a otro lugar más cómodo y propicio para el culto de la Virgen.

Acudió al Cabildo de Montevideo y una vez obtenido el permiso, los vecinos del Pintado se trasladaron a la que hoy es la ciudad de Florida. En este lugar se construyó otra capilla y se colocó a la Virgen de Luján. Al pie de esa imagen el 25 de mayo de 1825 se inició la lucha por la independencia de Uruguay. El mismo año los jefes orientales inclinaron la bandera tricolor ante la imagen de la Virgen, llamada desde entonces la Virgen de los Treinta y Tres. El 25 de agosto los convencionales del Congreso de la Florida después de suscribir el acto de la independencia en un rancho situado al lado de la Iglesia de la Virgen, se dirigieron a Ella y arrodillados al pie de la sagrada imagen, le pidieron que fortaleciera sus corazones y les diera valor para llevar a feliz término sus anhelos de emancipación. El triunfo coronó sus esfuerzos y la devoción a la Virgen de los 33 quedó ligada a la libertad de Uruguay.

La imagen fue coronada canónicamente en 1961, por concesión del Papa Juan XXIII, quien al año siguiente la proclamó oficialmente "Patrona del Uruguay". La fiesta de la Virgen de los Treinta y Tres se celebra el segundo domingo de noviembre con una peregrinación a su Santuario desde todos los lugares de la nación.

viernes, 20 de mayo de 2016

Beata María Crescencia Pérez

La Hermana María Crescencia Pérez (María Angélica), nació en San Martín, provincia de Buenos Aires, el 17 de agosto de 1897. Muy pronto se trasladó con su familia a Pergamino, donde transcurrió su adolescencia en un clima de profunda fe religiosa, dedicándose a los estudios, y al duro trabajo en los campos. 

Madurada su vocación, el 31 de diciembre de 1915 entró en el Noviciado de las Hijas de María Santísima del Huerto en Buenos Aires donde, el 7 de septiembre de 1918, emitió sus votos religiosos. 

Los primeros años de su vida religiosa los dedicó a los niños como maestra de labores y como catequista, primero en la casa provincial y después en el colegio Nuestra Señora del Huerto de Buenos Aires. 

En 1924 se dedicó con el mismo entusiasmo a los enfermos, especialmente a los niños tuberculosos en el Sanatorio Marítimo Solarium de Mar del Plata. 

Permaneció allí por tres años exponiendo su propia salud que comenzaba a declinar rápidamente. En busca de un clima más propicio fue enviada a Vallenar, Chile, donde algunas de sus Hermanas prestaban servicios en el hospital local. 

Allí transcurrió el último período de su vida, dedicada totalmente al servicio de los otros enfermos, en la alegría de la vida comunitaria, creciendo incesantemente en el amor de Dios. 

Murió a los 35 años el 20 de mayo de 1932 con gran pesar de la población local que hablaba de ella como de la “santita”. Cuando las Hermanas del Huerto dejaron Vallenar, la gente impidió que se llevaran su cuerpo. En 1966 fue encontrado incorrupto y actualmente se encuentra en la Capilla del Colegio del Huerto de Pergamino.

Fue beatificada el 17 de noviembre de 2012.

domingo, 15 de mayo de 2016

Nuestra Señora Desatanudos

La imagen de Nuestra Señora Desatanudos es un cuadro pintado por Johan Schmittdner en el año 1700. El pintor recibió un pedido particular, retratar a la virgen con determinadas características. El pedido viene del sacerdote Hieronymus Von Langenmantel, a cargo de la iglesia de Saint Peter am Perlach, en Ausburgo. El sacerdote quería regalarle aquella Virgen a un pariente suyo de la nobleza, quien estaba en crisis con su esposa.

Maria deshace nudos de dolor, de tristeza, de desamparo, soledad y desesperanza. La desatadora nacio de la imaginacion o "iluminacion" de este sacerdote que entendio que todos tenemos nudos en nuestras vidas y que debemos ponerlos en manos de la Virgen para que obre sobre ellos.

En la misma puede verse a Maria rodeada de Ángeles pequeños protegida por la luz del Espíritu Santo en el símbolo de una paloma sobre su cabeza. Se encuentra de pie pisando la cabeza de una serpiente. Un ángel a su izquierda le alcanza las cintas anudadas y otro ángel a su derecha recoge las cintas estiradas, sin nudos. Abajo del cuadro puede apreciarse a un hombre caminando a oscuras guiado por la compañía de un ángel, lo cual nos remite a San Rafael guiando en su camino a Tobías en su viaje para cobrar una deuda.

Esta imagen tambien puede interpretarse como la guía celestial por parte de los ángeles, auxiliares de Dios, en los oscuros caminos de la vida terrenal. La imagen de Maria desatadora de nudos tiene una clara referencia a los problemas humanos que se simbolizan como energías que atascan el normal flujo de comunicación entre Dios y los humanos, representados en cintas que la Virgen desata y destraba con ayuda de los ángeles.

En su culto de América, mas precisamente en Argentina, se la conoce como Nuestra Señora Desatanudos. Son muchas las personas que se acercan a esta advocación tratando de encontrar un alivio a sus males, y aun cuando siempre se trate de la imagen de la Virgen María, su veneración es relativamente nueva en América.

Oración

Santa María desatadora de nudos
Santa María, llena de la presencia de Dios,
durante los días de tu vida aceptaste con
toda humildad la voluntad del Padre,
y el Maligno nunca fue capaz de enredarte con
sus confusiones.
Ya junto a tu Hijo
intercediste por nuestras dificultades y,
con toda sencillez y paciencia,
nos diste ejemplo de cómo desenredar
la madeja de nuestras vidas.
Y al quedarte para siempre como
Madre Nuestra, pones en orden y haces mas
claros los lazos que nos unen al Señor.

Santa María, Madre de Dios y Madre Nuestra,
Tú que con corazón materno desatas los
nudos que entorpecen nuestra vida,
te pedimos que nos recibas en tus manos
y que nos libres de las ataduras y confusiones
con que nos hostiga el que es nuestro enemigo.
Por tu gracia, por tu intercesión, con tu ejemplo,
líbranos de todo mal, Señora Nuestra
y desata los nudos, que impiden nos unamos a Dios,
para que libres de toda confusión y error,
los hallemos en todas las cosas,
tengamos en El puestos nuestros
corazones y podamos servirle
siempre en nuestros hermanos. Amén

Nuestra Señora de Chiquinquirá

Sobre una rústica tela de algodón de procedencia indígena, un pintor español, llamado Alonso de Narváez pintó con bastante arte, una imagen de la Virgen del Rosario. En su paleta usó colores al temple, con pigmentos naturales tomados de la composición mineral de la tierra y del zumo de hierbas y flores de la región. Como el lienzo era casi cuadrado (44 pulgadas de alto por 49 de ancho), el artista balanceó y completó el espacio añadiendo, a los lados de la Virgen del Rosario, las imágenes de San Antonio de Padua y de San Andrés Apóstol por ser el primer patrono del encomendero que solicitaba la imagen y el segundo, del fraile que la había mandado a hacer.

En 1562 el cuadro fue colocado en un capilla techada de paja en la que se filtraba la lluvia y con ella la humedad del ambiente. Esto, unido a la acción del aire y el sol dejaron la pintura en tan mal estado que muy pronto era ya imposible reconocer lo que había sido pintado en ella. En 1577 la deteriorada imagen fue llevada al sitio de Chiquinquirá y abandonada en el cuarto que tiempo atrás sirviera de oratorio a la familia. Ocho años más tarde llegó a este lugar María Ramos, una piadosa sevillana, quien después de arreglar y limpiar la modesta capilla colocó en ella el borroso lienzo que un día llevara la imagen de la Virgen del Rosario. El viernes 26 de diciembre de 1586 la imagen recobró prodigiosamente su color y su brillo original en una restauración instantánea, que cerró los rasguños y agujeros de la tela cubriéndolos de luz y color.

La Virgen del Rosario que ocupa el centro del cuadro mide aproximadamente un metro de alto; su mirada se vuelve hacia la izquierda, desviando la atención hacia el Niño casi desnudo que lleva en sus brazos. Es una imagen serena cuya delicada sonrisa irradia gran dulzura. El color de su rostro es pálido, lo mismo que el del Niño. Curiosamente, éste lleva en la mano derecha un pajarito de vivo plumaje que un cordel sujeta a su dedo pulgar y de la mano izquierda deja colgar un pequeño rosario.

Nuestra Madre apoya su cuerpo sobre una media luna, en una posición que sugiere que va de camino. Cubre su cabeza una toca blanca recogida sobre el pecho, y un manto azul celeste envuelve su vestido de color rosado. Con el dedo meñique de su mano izquierda sostiene un rosario que le cae en el medio del cuerpo y en la mano derecha porta un cetro de reina. El cuadro conserva las huellas del pasado deterioro y es cosa notable el que las figuras, que de cerca se ven imprecisas o borrosas, adquieren su relieve y profundidad cuando se observan a cierta distancia. Al lienzo se le han superpuesto dos coronas, un cetro, dos rosarios y 27 escudos de oro que dan un hermoso relieve al cuadro, cuyo marco, formado por semicircunferencias de plata, porta las insignias de la condecoración presidencial. Durante trescientos años el cuadro de la Virgen del Rosario de Chiquinquirá se presentó a los fieles sin protección alguna, contándose por millares los objetos que anualmente tocaban la endeble tela de algodón. Los devotos usaban largas varas o cañas para hacer llegar hasta el bendito lienzo diversos objetos de devoción. Es algo realmente admirable que la tela se conserve intacta, a pesar de que tanta manipulación, por fuerza debió haber destruido totalmente el frágil tejido de algodón. Desde 1897 un grueso cristal protege la pintura de las inclemencias del tiempo y del roce con los devotos peregrinos.

Pío VII la declaró patrona de Colombia en 1829 concediéndole fiesta litúrgica propia para cada 09 de julio. La Virgen de Chiquinquirá fue coronada canónicamente en 1919 y su santuario declarado Basílica en 1927

Nuestra Señora de Caacupé

A fines del siglo XVI un indio converso, de oficio escultor, se internó en el monte y se encontró con una partida de salvajes Mbayaes de los cuales logró escapar, ocultándose tras un grueso tronco. En los angustiosos momentos que pasó en su escondite, pidió a la Virgen salir con vida de aquella aventura. Libre de aquel riesgo, labró una imagen con el mismo tronco que le había cobijado como le prometió a la Virgen. 

En el año 1603 el lago Tapaicuá se desbordó e inundó todo el valle de Pirayú arrasando todo lo que estaba a su paso incluso la imagen de la Virgen. Sin embargo al retroceder las aguas milagrosamente apareció la imagen de la Virgen que el indio había labrado. Los pobladores comenzaron a difundir su devoción y comenzaron a invocarla con el nombre de "Virgen de los Milagros". Un devoto vecino, llamado José y carpintero de oficio, le labró una modesta ermita y en ella empezó a recibir culto la Virgen de Caacupé. La imagen e Ntra. Sra. de Caacupé es pequeña, de poco más de cincuenta centímetros. Es Inmaculada y sus pies descansan sobre una pequeña esfera, ciñendo su talle una faja blanca de seda.

Cada 8 de diciembre se celebra la fiesta de María de Caacupé y los peregrinos llegan por millares al Santuario a demostrar su amor y gratitud a la Madre de todos, a la "Virgen Azul de Paraguay".

Oración a la Virgen de Caacupé

"Santísima Madre de Dios y madre nuestra,
desde vuestro Santuario de Caacupé cubrid con vuestro manto protector
a vuestros devotos y a todo el Paraguay.
Interceded por nuestros padres y bienhechores,
por los desvalidos y todos los necesitados de perdón y misericordia.
Proteged a nuestra Santa Madre la Iglesia
y alcazad luz a los magistrados para
que hagan justicia y haya paz entre los hombres.
Después de la gracia particular que os pedimos,
alcanzadnos también la gracia
mayor de preservar en nuestra Fe
y en vuestro Amor,
para así merecer la realización de
la promesa que Nuestro Señor Jesucristo
nos hiciera cuando dijo:
"El que persevere hasta el fin se Salvará."
A Vos pues, Madre querida,
clamamos para que nos obtengáis tan singular favor.
Amén."
(Pídase la gracia particular).

Espíritu Santo y la Santa Madre Rossello












domingo, 8 de mayo de 2016

Nuestra Señora de Coromoto

Desde mediados del siglo XVII los religiosos capuchinos empezaron la evangelización de la comarca de Guanare (Venezuela). En una de las tribus indígenas evangelizadas se originó el culto a Nuestra Señora de Coromoto. 
Según cuenta la tradición, cuando se disponían los indios Cospes a ser bautizados, el cacique se negaba rotundamente a participar. En septiembre de 1651, el cacique se encontró con un vecino de la villa del Espíritu Santo, llamado Juan Sánchez y durante la conversación el indio le contó que una Señora muy hermosa se le había aparecido en una quebrada y le había dicho que recibiera el agua del Bautismo. Juan Sánchez le exhortó a seguir las indicaciones de la aparición y prosiguió su ruta.
Al mismo tiempo algunos niños, hijos de los conversos, confesaron que una Señora muy bella se les aparecía cuando iban a recoger agua. Esto hizo que los indios miraran con respeto aquel lugar y que utilizaran el agua que allí manaba para curar a sus enfermos. Sin embargo pasó un año y el cacique no daba muestras de querer convertirse a la fe cristiana. El 8 de septiembre de 1652, la Virgen se le apareció al Cacique, en la misma puerta de su choza y según se cuenta éste la amenazó con su arco pero la Virgen le cegó con sus resplandores y desapareció, dejando en sus manos una pequeña imagen suya. Luego de esto el Cacique se convirtió y se bautizó. Juan Sánchez al tener noticia del suceso, mandó recoger la imagen y desde entonces se la comenzó a venerar bajo el título de Nuestra Señora de Coromoto. El 7 de octubre de 1944 , el Papa Pío XII la declaró "Patrona de la República de Venezuela" y su coronación canónica se celebró tres siglos después de la aparición, en 1952.
Los venezolanos celebran su fiesta tres veces al año, el 2 de febrero y el 8 y 11 de septiembre.

Nuestra Señora de Loreto

Según cuenta la historia, los ángeles llevaron la Casa cruzando el Mar Mediterráneo y el Mar Adriático y la depositaron en Dalmacia. Los pobladores al verla no se explicaban cómo había llegado allí, pero supieron que era la Santa Casa cuando la Virgen se apareció a un sacerdote que se encontraba muy enfermo y le contó que esa era la Santa Casa de Nazaret. El sacerdote se sanó inmediatamente y contó la historia a todo el pueblo. Dentro de la Casa había un altar y en él una estatuilla de cedro de la Virgen María que tenía al Niño Jesús.

Tres años más tarde, el 10 de diciembre de 1294, la Santa Casa fue nuevamente trasladada a la ribera opuesta del Adriático, a Italia, entre un bosque de Laureles. De allí el nombre de Loreto (del latín Lauretum: lugar poblado de laureles).

Todos los habitantes del lugar fueron a ver la Casa y se postraron ante la imagen de madera de la Virgen María y el Niño, pero otros llegaban para asaltar a los peregrinos, y por ese motivo tras ocho meses, la Casa dejó el bosque y fue situada por los ángeles en una colina propiedad de los Condes Stéfano y Simeón Raineldi, pero ellos discutieron sobre quien era el dueño de la casa y nuevamente fue trasladada a un monte de piedras cercano a la vía principal que llevaba a Recanati. En ese lugar ha permanecido hasta el presente.

El Santuario de la Virgen de Loreto se levantó en el siglo XIV. En su interior se encuentra la Santa Casa. Desde entonces Loreto se ha convertido en un extraordinario centro de peregrinación. Los muros de la Basílica con los años se fueron llenando de títulos y advocaciones a la Virgen, ellos dieron lugar a las "Letanías Lauretanas", que comenzaron a rezarse por primera vez allí y que fueron aprobadas por el Papa Clemente VIII en 1601.

La imagen de Nuestra Señora de Loreto, se encuentra en el interior de la Casa, tiene una la túnica tradicional decorativa. El color oscuro de la imagen representa a la estatua original de madera, que con los siglos se oscureció con el hollín de las lámparas del aceite que se usaba en la capilla. En 1921 se destruyó la estatua original en un incendio, y otra similar fue colocada en el lugar.

Loreto fue visitado por San Carlos Borromeo, San Josemaría Escrivá, San Luis Gonzaga, Santa Teresita del Niño Jesús, San José de Cupertino, San Juan Bosco, los pontífices Juan XXIII, Pablo VI, Juan Pablo II y Benedicto XVI, entre otros.

En el norte de Italia se encuentra el Santuario de la Santa Casa dedicado a la Virgen de Loreto. En el interior se encuentra la Santa Casa de Nazaret, donde, según la tradición católica, la Virgen María recibió la Anunciación.

La casa de la Virgen estaba formada por tres paredes adosadas a una cueva excavada en la roca (que se encuentra en la Basílica de la Anunciación de Nazaret). La tradición popular dice que en la noche entre el 9 y 10 de diciembre de 1294 las piedras de la casa de Nazaret fue transportada por ángeles en vuelo, por eso la Virgen de Loreto es Patrona de los aviadores. De hecho, algunos estudios encontraron documentos que han confirmado que fue transportada por mar en buques de las cruzadas. Después de la expulsión de los musulmanes de Tierra Santa por los cristianos, un miembro de la familia Angeli, los gobernantes de Epiro, estaba interesado en salvar la Santa Casa de la destrucción, por lo que fue transportada primero a Trsat en la actual Croacia, en 1291, luego a Ancona en 1293 y finalmente a Loreto, 10 de diciembre de 1294.

Oración a la Virgen de Loreto

Oh misericordiosa abogada y protectora de los hogares que se ponen bajo tu amparo y protección derrama sobre nosotros santísima bendición, para que alejes de mi alma y de este hogar las penas que nos embargan y veamos realizados con tu auxilio y la bondad del divino señor, los deseos que te pedimos. Si, piadosa virgen, acoge nuestros ruegos con la dulzura y la piedad que Dios ha puesto en tu corazón. Protege nuestras empresas, vence nuestras dificultades, y no permitas jamás que deuda alguna, tanto de nuestra alma, como material y acechanzas malignas, traspasen los umbrales de esta humilde casa. A tu amparo y protección, madre de Dios acudimos. No desprecies nuestros ruegos y de todos los peligros Virgen Gloriosa y Bendita, defiende siempre a tus hijos. AMEN

Bienaventurada Virgen María, “Salud de los Enfermos”

En las crónicas de los Religiosos Camilianos cuenta: "En el interior de la capilla se conserva un hermoso cuadro del siglo XVI, en el que aparece la Virgen con el Niño (Salus Infirmorum). De autor desconocido, este cuadro fue donado a la iglesia de la Magdalena por una noble romana en 1619, después de que las plegarias por la curación de su enfermedad ante la imagen fueran milagrosamente escuchadas.

Durante mucho tiempo venerada, la Virgen de la Salud de la iglesia de la Magdalena fue solemnemente coronada por el Capítulo Vaticano en 1668. Posteriormente, la dispersión de los bienes eclesiásticos por obra de Napoleón comportó la desaparición de las antiguas coronas. Una nueva coronación tuvo lugar en 1868: las coronas y los decorados añadidos al fondo se pueden admirar todavía hoy sobre la cabeza de la Virgen con el Niño.

Como su Fundador, los herederos de San Camilo veneran profundamente a la Virgen María, Patrona de la Orden de los Ministros de los Enfermos por elección del mismo Padre Fundador. La fiesta de la Virgen Salus Infirmorum, que se celebra el 16 de noviembre, asume, pues, en este momento tan singular un significado aún más profundo para toda la Orden. Se trata de una fiesta importante para todos los enfermos y para quien los cuidan, que además subraya el empeño con que los Camilos cuidan a sus dolientes".

Nuestra Señora Purísima de Lo Vásquez

Don José Ulloa, con dinero reunido de donativos, construyó una ermita en el jardín de la entrada de su casa; allí colocó la imagen de la Virgen. Con el tiempo comenzó a aumentar el número de visitantes, por lo que el señor Ulloa consideró necesario habilitar como capilla un galpón de adobe que estaba desde el tiempo de don Vicente Vásquez, su anterior dueño y buscó un sacerdote que oficiara en la capilla y que orientara la devoción.

En el año 1850 el devoto Fray José Manuel Troncoso O. De M. Tomó la decisión de trasladar la imagen a un galpón que estaba a unos 100 metros al norte por el camino a Valparaíso y que quedaba ubicado frente a lo que hoy es el Templo de la Virgen. Este galpón con el tiempo sirvió como escuela fiscal y después parroquial.

El capellán Troncoso pidió a los vecinos y a los viajeros que pasaban por el lugar la ayuda necesaria para la construcción de una nueva capilla. La familia Leiva Vásquez fue la principal colaboradora, donando un pedazo de terreno que corresponde al actual templo. 

El 2 de abril de 1851 un fuerte temblor destruyó las paredes que estaban levantadas. Sin embargo, Fray José Manuel, hombre de fe, prosiguió en su campaña de recolectar fondos para recomenzar la construcción. 

En 1854 la inauguración de la nueva capilla fue acompañada con la entrega de los títulos de donación de terrenos. El padre Troncoso hizo llegar una nueva imagen de la Santísima Virgen desde España y es esta la que se encuentra en el actual templo. El 16 de noviembre de 1854 obtuvo de la autoridad eclesiástica, para la capilla, el decreto de constitución como templo público.

El 16 de agosto de 1906, el violento terremoto que azotó Valparaíso, derribó la tercera capilla del santuario de Lo Vásquez. Cuentan las crónicas que, después del sismo, la gente al pasar por el lugar, llenos de asombro se conmovían al ver que , a pesar de que todo el resto de la capilla estaba destruida, el muro del altar con la imagen de la Virgen había quedado en pie.

El 8 de diciembre de 1908 el párroco de Casablanca, don José Miguel Galaz, bendijo y colocó la primera piedra, ya no de una capilla sino de un verdadero templo para la Purísima Virgen. Con entusiasmo renovado y con el esfuerzo de muchos vecinos se comenzó nuevamente la reconstrucción de la iglesia. En 1913, con alegría desbordante, por fin se inaugura el templo, el día 8 de diciembre.

En 1918 se hace cargo de la parroquia de Casablanca y también del santuario el padre Eladio Lazcano, quien dio comienzo a los trabajos de ampliación del templo con dos naves laterales y una amplia sacristía.

El 13 de octubre de 1951 el Obispo de Valparaíso, Monseñor Rafael Lira Infante coronó la imagen de la Purísima Virgen de Lo Vasquez ante la clamorosa alegría de miles de devotos.

Siendo Obispo de Valparaíso Monseñor Francisco de Borja, se rehizo totalmente el santuario, que quedó muy dañado por el sismo de 1985. El templo y la torres de hicieron de nuevo. Desde entonces los Obispos sucesores han hecho otras remodelaciones y adelantos que han hecho del santuario uno de los más grandes de Chile.


Oración
¡Oh Virgen Purísima de Lo Vásquez! que para inspirarnos una confianza sin límite, te muestras bondadosa en tu Santuario.

Yo te suplico me protejas en todo tiempo y lugar: en mis tentaciones, después de mis caídas, en mis dificultades y sobre todo en el momento de mi muerte.

Concédeme, ¡oh amorosa Madre!, el pensamiento y la costumbre de recurrir siempre a Ti, porque estoy seguro que si soy fiel en invocarte, Tú serás fiel en socorrerme. Pídele para mí, a tu Hijo Jesús, esta gracia de las gracias: la gracia de acudir a Ti sin cesar, con la confianza de un hijo, a fin de que por la virtud de esta súplica constante, obtenga siempre tu maternal ayuda y la perseverancia final. Pide al Señor por mí y mis seres queridos.
Guárdame siempre en la fe Católica y alcánzame la gracia que te pido.......... (Aquí se pide a la Virgen lo que uno más necesita) Amén

Nuestra Señora del Rosario de Andacollo

La leyenda de la Virgen de Andacollo se remonta a los años de la conquista de Chile, y está respaldada por hechos que hasta la actualidad suceden en Andacollo como es el caso de la aparición de los primeros Bailes Religiosos alrededor del año 1585.

Los datos históricos que acontecen durante este período se inician en el año con la fundación de la ciudad de La Serena por Don Juan Bohón. La historia narra que en el año 1549 esta segunda ciudad de Chile fue devastada y destruida por un incendio causado por una rebelión de los nativos de Copiapó (ese mismo año es nuevamente levantada la ciudad por el conquistador Pedro de Valdivia).

De este acontecimiento nace la leyenda de la imagen de la Virgen de Andacollo. Se cuenta que tras la destrucción de la ciudad los españoles huyen rumbo al sur buscando refugio. Suben la montaña y se encuentran con un pequeño asentamiento indígena de origen Molle, con influencia incaica. Su asombro fue grande al ver las quebradas llenas de oro de lavadero, de modo que deciden ocultar allí la pequeña imagen y siguen su rumbo al sur. Y es así que un indio de la zona llamado Collo, encuentra a la imagen de la Virgen. Según la leyenda el indio habría escuchado una voz celestial que le decía “Anda, Collo, invita a tu pueblo a conocerme y a conocer el verdadero Dios”.

El indio tomó la imagen y la llevó a su casita para rendirle culto asociándola a la Pacha Mama (Madre Tierra), desde entonces los lugareños comenzaron a ofrecerle sus danzas muy similares a las de los indígenas de Perú y Bolivia.

Atraídos por el oro existente en Andacollo, los españoles regresan y se construye la primera capilla mariana en Chile por orden de Don Juan Gaytán de Mendoza. La edificación era sencilla, con murallas empalizadas y el techo de paja de centeno y coirón.

Es una de las devociones más populares de Chile.


Oración a Ntra. Sra. del Rosario de Andacollo

Virgen Santa, Madre de Cristo y Madre nuestra,
desde campos, mares y montañas
ciudades, campamentos y villorrios,
tus hijos te saludamos en tu Santuario de Andacollo
Te ofrecemos lo que somos y tenemos,
trabajos, dolores y alegrías,
y con amor te consagramos
el quehacer de cada día.

Acógenos en tu corazón,
protégenos en el alma y en el cuerpo,
fortalece a los enfermos y
a todos los que sufren,
ayuda a las familias a vivir con alegría.

Bendice a nuestra Patria,
con el don de la unidad y de la paz,
que no falte a tus hijos el pan de cada día,
que nadie abuse del que está desamparado.

Aseméjanos a Ti, en la fe,
la esperanza y el amor,
para ser hijos fieles de la Iglesia
y honrar así con nuestras vidas
al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo.

Amén

Reina de la Paz (Medjugorje)

"Si supieras cuanto te amo, llorarías de alegría". 

Durante casi 30 años en Medjugorje, una ciudad de Bosnia-Herzegovina, seis videntes afirman que la Santísima Virgen, la “Gospa”, se les aparece todos los días, desde el 24 de junio de 1981. Vicka Ivankovic, Marija Pavlovic e Ivan Dragicevic aún la ven diariamente, en cambio Ivanka Ivankovic, Mirjana Dragicevic y Jacov Colo.

Medjugorje se ha convertido en un importante lugar de peregrinación a nivel internacional debido a las revelaciones que la virgen María ha querido entregar a la humanidad. Este humilde pueblo es conocido por ser un remanso de Paz en el mundo, un lugar especial donde miles de personas han encontrado respuestas, han experimentado el amor de Dios, o simplemente han recuperado una vida de fe.

La Reina de la Paz nos invita a vivir una fe viva, a luchar cada uno contra nuestro Goliat. Para conseguir la paz del mundo y la salvación de todos los hombres nos regala las mejores armas, las llamadas "cinco piedrecitas", que son:

• La oración del Rosario con el corazón (todos los días)

• Vivir la eucaristía (los domingos, y si hay posibilidad cada día)

• Lectura y escrute de la biblia (frecuentemente)

• Ayuno (los miércoles y viernes, a base de pan y agua)

• Confesión mensual.


Oración a María Reina de la Paz


¡María, Madre de Dios y Madre nuestra, Reina de la Paz! Tú viniste a nosotros para llevarnos a Dios. Alcánzanos la gracia de no sólo decir: ¡Hágase en mí según Tu voluntad!, sino vivirla tal como Tú lo hiciste. Ponemos en Tus manos nuestras manos, a fin de que puedas conducirnos a Jesús en medio de todas las aflicciones y pesares. Por Cristo, Nuestro Señor. Amén. Rezar el Credo, 7 Padrenuestros, 7 Avemarías y 7 Glorias...


Oración por los enfermos

 El 22-VI-85 La Virgen dictó a Jélena Vasilij esta oración por un enfermo. A este propósito la virgen ha dicho: Queridos Hijos: ¡La oración más hermosa que podéis rezar por un enfermo es precisamente ésta! La Virgen ha añadido a Jélena que el mismo Jesús la ha aconsejado. Jesús quiere que durante el rezo de esta plegaria tanto el enfermo como quien intercede por él se abandonen con confianza en las manos de Dios. 

"Oh Dios mío, el enfermo que se encuentra ante Ti ha venido ha exponerte su voluntad, pidiéndote lo que juzga ser para él la cosa más importante. Dios mío, infunde Tú en su corazón este convencimiento: ¡Lo importante es que gocemos de salud en el alma! ¡Que se cumpla en todo, Señor, sobre él tu santa voluntad! Si quieres su curación, que se cure, pero si Tu voluntad es otra que siga llevando su cruz. También te pido por cuantos intercedemos por él: purifica nuestros corazones para que seamos dignos de transmitir, por nuestro medio, Tu divina misericordia. Señor protégelo y alivia sus penas. Que se cumpla en él Tu santa voluntad. Que sea revelado por su medio, Tu santo nombre. Ayúdale a llevar con valentía su cruz. Gloria al Padre... etc.(tres veces)


Virgen de la Ternura

La Virgen de Vladímir es un icono de principios del siglo XII, el más antiguo de origen bizantino, y uno de los más célebres y venerados de Rusia. Desde 1930 se conserva en la galería Tretiakov de Moscú.

El icono fue trasladado de Constantinopla (Bizancio) a Kiev. En 1155 el príncipe Andréi Bogoliubski se lo llevó a Vladímir, capital del noroeste deRusia (a lo que se debe su nombre), donde se conservó durante mucho tiempo. Después de la victoria de los rusos sobre los tártaros (que se le adjudicó a la ayuda de la Virgen) y con el enaltecimiento de Moscovia, el icono fue colocado en la Catedral de la Asunción del Kremlin de Moscú.

Oración 

Oh Dios, Tú infundiste en el barro tu aliento divino y nos hiciste hombres… Si Tú infundieras en nuestro corazón el Soplo de tu Espíritu podríamos transformarnos en cuna donde Tú nacieras… y muchos verían tu rostro de amor. Enséñanos a dejarnos tocar por la mano creadora de tu Hijo Jesús.

Santa María de la ternura de Dios, ruega por nosotros para que nos pongamos en manos de Dios y hagamos lo que Jesús nos diga.

Amén.

Nuestra Señora de Itati

Es una advocación mariana venerada en la ciudad de Itatí, provincia de Corrientes, Argentina.

Según la tradición, emigrando hacia el sur para escapar de los constantes ataques indígenas, llegaron los franciscanos desde Ciudad Real, provincia del Guayra (Paraguay), a la reducción de Yaguarí, a cargo de fray Luis Gámez portando consigo una hermosa imagen de la Inmaculada Concepción que colocaron en un oratorio a orillas del río Tebacué. 

Un nuevo ataque indio destruyó el lugar y la Virgen desapareció sin dejar rastros. Mucho tiempo después, un grupo de aborígenes que navegaba el Alto Paraná, muy cerca de lareducción de Santa Ana, encontró la imagen sobre una roca.

 La Virgen se hallaba envuelta por un brillo extraño y una música extremadamente bella sonaba alrededor. Enterado fray Luis Gámez de aquel prodigio, mandó que llevasen la imagen a su reducción y así se hizo, pero en dos oportunidades regresó al mismo sitio en la que fue hallada anteriormente. Comprendiendo los misioneros que aquello era voluntad de la Virgen, decidieron trasladar a ese lugar la reducción, epopeya que llevó a cabo fray Luis de Bolaños, sucesor de fray Luis Gámez, entre 1580 y 1608, quien llamó al nuevo pueblo con el nombre de Pura y Limpia Concepción de Nuestra Señora de Itatí (“punta de piedra” en guaraní). 

Después que se le edificó allí un templo, era párroco el asunceño fray Luis de Gamarra, sucesor de Bolaños, tuvo lugar la primera transfiguración de la Virgen, en la Semana Santa de 1624. Dijo al respecto el padre Gamarra: “Se produjo una extraordinaria mudanza del rostro, y estaba tan linda y hermosa que jamás tal la había visto”. La transfiguración duró varios días y se repitió varias veces en los años siguientes, volviendo a escucharse, más de una vez, la misma música que oyeron los indios cuando la encontraron en plena selva. Luego ocurrieron muchos milagros, y la gente comenzó a peregrinar hasta su santuario, llenando el lugar de peregrinos y devotos que acuden a esta amorosa Madre.

Oración 

Tiernísima Madre de Dios y de los hombres que, bajo la advocación de la pura y limpia Concepción de Nuestra Señora de Itatí miraste con ojos de misericordia por más de tres siglos a todos los que te han implorado,no deseches ahora las súplicas de este tu hijo, que humildemente recurre a ti..

Atiende mis necesidades, que tu mejor que yo las conoces. Y, sobre todo, Madre mía, concédeme un gran amor a tu divino Hijo Jesús  y un corazón puro, humilde y prudente, paciencia en la vida, fortaleza en las tentaciones y consuelo en la muerte.

Así sea. Corrientes, 16 de Julio de 1979

Nuestra Señora del Valle


El hallazgo de la venerada imagen de la Inmaculada Concepción, Nuestra Señora del Valle, tuvo lugar entre los años 1618 y 1620 en una gruta de Choya, provincia de Catamarca, Argentina.

La historia cuenta que un indio de los encomendados al servicio de Don Manuel de Salazar, en el silencio de la tarde percibió voces y ruido de pisadas.

Era un grupo de indiecitas que caminaban recelosas, como temiendo que alguien las sorprendiera. Llevaban lámparas y flores de la montaña. Como era de noche regresó a los ranchos de Choya.

Su curiosidad hizo que a la mañana siguiente regresara a esos parajes. Pronto dio con las huellas y encontró un sendero que, se veía, era muy transitado.

Caminó unos 5 Km., remontando la quebrada cuando a unos 7 metros de altura apareció un nicho de piedra bien disimulado. Al fin del nicho había rústicos asientos y restos de fogones, e incluso huellas de danzas.

Trepó al nicho y allá al fondo encontró una Imagen de la Santísima Virgen María. Era pequeñita, muy limpia, de rostro morenito y tenía las manos juntas.
Después de varios meses y de estar seguro de su descubrimiento, el indio le contó todo a su amo. Le dijo que la veneraban, que estaba allí entre las piedras, que era morenita como los indios y que por eso la querían y que él también había aprendido a quererla.

Entonces, al ver que dicha imagen realizaba tantos prodigios, le edificaron una capilla, que por la tradición antigua es donde hoy están las paredes de la iglesia, que ha sido proclamada catedral de Catamarca, donde se la venera.

Acto de Consagración

Postrado humildemente a tus pies, ¡oh Virgen Santísima
del Valle! vengo, a pesar de mi indignidad, a elegirte por Madre,
abogada y protectora, ante Jesús, tu Hijo divino, para amarte,
honrarte y servirte fielmente todos los días de mi vida. Alcánzame
de Jesús un vivo horror al pecado; la gracia de vivir y morir en la fe
más viva, en la esperanza más firme, en la caridad más ardiente
y generosa.

¡Oh Virgen del Valle! Dame el consuelo de que
en la hora de mi muerte, entregue mi alma en tus manos, y sea
conducido por ti a la gloriosa inmortalidad. Amén

Nuestra Señora de Luján



¡Oh María, Madre mía, 
Virgencita de Luján,
amparadme y guiadme 
a la Patria celestial.

En un día de milagro
junto al río de Luján,
te quedaste con nosotros
tierna Madre de bondad.

Hoy tus hijos que te aman
vienen juntos a rezar, 
por la Patria, por el mundo
 implorándote la paz.


La salud que es don del cielo
te venimos a implorar, 
oh salud de los enfermos,
líbranos de todo mal.


A los hijos extraviados, 
que olvidaron tu bondad, 
con la fuerza de tus ruegos
vuélvelos a conquistar.


Que al cerrarse nuestros ojos,
Virgencita de Luján,
contemplemos en el cielo
tu belleza virginal.


Ten piedad de nuestras almas,
no queremos más pecar.
En ti está nuestra esperanza, 
no nos puedes defraudar. 

Una gracia te pedimos, 
Virgencita de Luján
de vivir siempre a tu lado 
y de amarte más y más.



jueves, 5 de mayo de 2016

Madre Tres Veces Admirable de Shoenstatt

Este nombre que se le da a la Sma. Virgen se remonta a fines del siglo XVI. En aquel tiempo surgió en Ingolstadt (Alemania) una Congregación Mariana de jóvenes que, a través de su aspiración a la santidad, logró en gran medida preservar la fe católica en el sur de aquel país, frente a la influencia del protestantismo. La imagen venerada por los congregantes llevaba el título de “Madre tres veces admirable”, que proviene de las letanías a la Santísima Virgen, “Madre Admirable”.

En 1914, el Padre Kentenich funda la obra de Schoenstatt que tiene su origen en una Congregación Mariana. Los jóvenes de Schoenstatt quisieron asumir la misión que siglos atrás había conquistado a los jóvenes de Ingolstadt y con ella, el título que le daban a la Sma. Virgen.

Posteriormente, el Padre Kentenich nos interpreta este nombre en la TRIPLE MATERNIDAD DE MARÍA, como Madre de Dios, Madre del Redentor y Madre de los Redimidos.

La imagen de la Mater que hoy conocemos que está en el Santuario, llegó a manos de la Congregación Mariana en Schoenstatt en el año 1915. Su origen es italiano y su pintor es Crossio. Desde ese momento ha permanecido para siempre en el Santuario y es la imagen que porta las gracias del Santuario. El título completo de nuestra Mater es:

“Madre, Reina y Victoriosa tres veces admirable de Schoenstatt”.

Oraciones

Por todo: Madre, te agradezco de corazón, y quiero atarme a ti con íntimo amor. ¿Qué hubiese sido de nosotros sin ti, sin tu cuidado solícito y maternal?


Gracias, porque nos salvaste en grandes dificultades, y porque con amor fiel nos encadenaste a ti. 
Te agradezco, y quiero agradecerte eternamente y consagrarme a ti sin reservas. Amén.


Madre tres veces Admirable
Enséñanos a combatir como luchadores tuyos,
Y , que a pesar de la multitud de poderosos enemigos,
en nuevos confines los pueblos se pongan a tu servicio,
para que el mundo por ti renovado glorifique a tu Hijo Jesús. Amén
Madre con tu Hijo Divino
desciendo a los caminos de nuestra patria,
para que siguiendo vuestras huellas; encuentre la paz verdadera y estable.
Patria, sólo tendrás salvación,
si en amor, te unes
a María y a su Hijo. Amén.

"Madre tres veces Admirable, déjame ser en todo tu instrumento". PJK





domingo, 1 de mayo de 2016

Venerable Hermano Adolfo Lanzuela

El Hermano Adolfo nació en Cella (Teruel, España) el 8 de noviembre de 1894. En el bautismo recibió el nombre de Leonardo. Obtenido en Teruel el título de Maestro Nacional en la Escuela Normal de Magisterio, ejerció su labor docente en Zaragoza a donde se había trasladado en setiembre de 1920. Se estrenó como educador en el colegio San Felipe que ocupaba el palacio de los Condes de Argillo (hoy museo de Pablo Gargallo) adosado a la parroquia de los Santos Felipe y Santiago, el Menor, apóstoles.

Sintió la llamada de Dios a la vida religiosa y siguiendo el consejo de las personas a quienes consultó ingresó en el Noviciado que los Hermanos de la Salle tenían en Irún. Al tomar el Hábito religioso de Hermano, cambió su nombre de pila, Leonardo, por el de religioso Hno. Junián Adolfo , siendo Adolfo el nombre con el que se le conoció durante su vida. Tras el año de Noviciado y otro más de estudios religiosos en Talance, Francia, cerca de Burdeos, volvió a Zaragoza, donde permaneció, salvo un año en Beasain (Guipúzcoa), hasta su muerte, entregado a la educación humana y cristiana de los niños y jóvenes durante más de medio siglo, por lo que mereció el título de el apóstol de Montemolín.

Falleció el 14 de marzo de 1976 en Zaragoza. La fama de hombre de fe, religioso observante, caritativo y santo le acompañó toda su vida y creció después de su muerte. Ello motivó la apertura del Proceso diocesano para su Canonización. Terminado dicho Proceso diocesano sus Actas fueron enviadas en 1991 a Roma a la Congregación para las Causas de los Santos, donde se abrió el Proceso correspondiente.

El día 17 de diciembre de 2015, el Papa Francisco autorizó a esta Congregación la promulgación de un decreto en el que se reconocen las virtudes heroicas del Hermano Adolfo. Con este reconocimiento, la Iglesia lo incluye en la lista de Venerables.