domingo, 8 de mayo de 2016

Nuestra Señora del Rosario de Andacollo

La leyenda de la Virgen de Andacollo se remonta a los años de la conquista de Chile, y está respaldada por hechos que hasta la actualidad suceden en Andacollo como es el caso de la aparición de los primeros Bailes Religiosos alrededor del año 1585.

Los datos históricos que acontecen durante este período se inician en el año con la fundación de la ciudad de La Serena por Don Juan Bohón. La historia narra que en el año 1549 esta segunda ciudad de Chile fue devastada y destruida por un incendio causado por una rebelión de los nativos de Copiapó (ese mismo año es nuevamente levantada la ciudad por el conquistador Pedro de Valdivia).

De este acontecimiento nace la leyenda de la imagen de la Virgen de Andacollo. Se cuenta que tras la destrucción de la ciudad los españoles huyen rumbo al sur buscando refugio. Suben la montaña y se encuentran con un pequeño asentamiento indígena de origen Molle, con influencia incaica. Su asombro fue grande al ver las quebradas llenas de oro de lavadero, de modo que deciden ocultar allí la pequeña imagen y siguen su rumbo al sur. Y es así que un indio de la zona llamado Collo, encuentra a la imagen de la Virgen. Según la leyenda el indio habría escuchado una voz celestial que le decía “Anda, Collo, invita a tu pueblo a conocerme y a conocer el verdadero Dios”.

El indio tomó la imagen y la llevó a su casita para rendirle culto asociándola a la Pacha Mama (Madre Tierra), desde entonces los lugareños comenzaron a ofrecerle sus danzas muy similares a las de los indígenas de Perú y Bolivia.

Atraídos por el oro existente en Andacollo, los españoles regresan y se construye la primera capilla mariana en Chile por orden de Don Juan Gaytán de Mendoza. La edificación era sencilla, con murallas empalizadas y el techo de paja de centeno y coirón.

Es una de las devociones más populares de Chile.


Oración a Ntra. Sra. del Rosario de Andacollo

Virgen Santa, Madre de Cristo y Madre nuestra,
desde campos, mares y montañas
ciudades, campamentos y villorrios,
tus hijos te saludamos en tu Santuario de Andacollo
Te ofrecemos lo que somos y tenemos,
trabajos, dolores y alegrías,
y con amor te consagramos
el quehacer de cada día.

Acógenos en tu corazón,
protégenos en el alma y en el cuerpo,
fortalece a los enfermos y
a todos los que sufren,
ayuda a las familias a vivir con alegría.

Bendice a nuestra Patria,
con el don de la unidad y de la paz,
que no falte a tus hijos el pan de cada día,
que nadie abuse del que está desamparado.

Aseméjanos a Ti, en la fe,
la esperanza y el amor,
para ser hijos fieles de la Iglesia
y honrar así con nuestras vidas
al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo.

Amén

No hay comentarios.:

Publicar un comentario