miércoles, 31 de mayo de 2017

Beato Luis María Monti

Nació en Bovisio (Italia), en el seno de una familia humilde. Al morir su padre, se hizo carpintero (con 12 años) para ayudar a su numerosa familia. 
Joven apasionado, reunió en su taller a muchos artesanos y campesinos de su edad para dar vida a un oratorio vespertino que se llamó la Compañía del Sagrado Corazón de Jesús, pero en su pueblo los llamaban "La Compañía de los Hermanos".

Se caracterizaron por su austeridad de vida, la dedicación al enfermo y al pobre. En 1846, Luis se consagró a Dios y emitió votos privados de castidad y obediencia. Algunas personas del pueblo, junto al párroco, se opusieron de forma rastrera contra su labor y los acusaron falsamente de conspiración política contra la autoridad austríaca de ocupación. En 1851, fueron encarcelados en Desio, Milán, durante 72 días hasta que no se demostró su inocencia.

Ingresó en la Congregación de los Hijos de María Inmaculada, que cinco años antes había fundado el beato Ludovico Pavoni. Se hizo enfermero y ayudó a los enfermos de cólera de la epidemia de 1885, encerrándose voluntariamente en la leprosería local. Pero todavía no encontraba su camino, escribió: "Transcurría horas ante Jesús Sacramentado. Y, sin embargo, eran horas sin pizca de rocío celestial. Mi corazón permanecía árido, frío, insensible. Estaba a punto de abandonarlo todo cuando, de repente mientras me hallaba en mi celda, sentí una voz en mi fuero interno, clara y comprensible, que me decía: Luigi, dirígete al sagrario de la Iglesia y expone tus tribulaciones de nuevo a Jesús Sacramentado". Allí tuvo una visión de María y Jesús, que le anunciaron la cruz y su protección. 

A raíz de esta experiencia fundó el Instituto de los Hijos de la Inmaculada Concepción, al servicio de los enfermos. Tuvo dificultades para trabajar en los hospitales. Lo hizo en Roma en el hospital del Santo Espiritu, bajo la dirección de los capuchinos. Luis se especializó como flebotomiano, diploma que consiguió en la universidad de La Sapienza de Roma. La misión del nuevo Instituto fue ayudar a toda clase de enfermos, y a los heridos de las guerras, pero un hecho providencial, extendió su labor a los niños huérfanos, por ello abrió una casa de acogida en Saronno. 
Esta comunidad estaba formada sólo por hermanos, no hay sacerdotes. Luis murió casi ciego en Saronno, siendo siempre el superior. Fue beatificado por SS Juan Pablo II en 2003.

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