Los cuatro mártires riojanos fueron asesinados en el año 1976 en la provincia de La Rioja, Argentina, durante el gobierno de la dictadura militar.
-Monseñor Enrique Angelelli, obispo: nació el 17 de julio de 1923 en Córdoba. Fue ordenado sacerdote el 9 de octubre de 1949. A los 38 años, a fines de 1960, fue designado obispo auxiliar de Córdoba. En agosto de 1968 se hizo cargo del obispado de La Rioja. Hizo explícita su opción por los pobres e impulsó una pastoral siguiendo los documentos del Episcopado latinoamericano y argentino. El 4 de agosto de 1976 fue asesinado en La Rioja, acto que fue simulado como un accidente de tránsito.
-Padre Gabriel Longueville: nació en Francia en 1931 y fue ordenado sacerdote en 1957. Se formó en el Comité Episcopal francés para América Latina. En 1971 viajó a La Rioja y el Obispo Angelelli lo destinó al Departamento de Chamical, donde llegó a ser párroco. El 18 de julio de 1976, unas personas que dijeron pertenecer a la policía federal se lo llevaron junto a su vicario, el padre Murias, «a declarar a La Rioja». A la mañana siguiente aparecieron sus cadáveres con evidentes signos de tortura.
-Padre Carlos de Dios Murias Grosso, religioso franciscano conventual: nació en San Carlos Minas, provincia de Córdoba, el 10 de octubre de 1945. Se formó como religioso franciscano conventual en Buenos Aires, y en 1975 fue enviado a La Rioja, donde fue nombrado vicario de la parroquia del Chamical. Pertenecía al Movimiento de Sacerdotes del Tercer Mundo. Fue asesinado el 18 de julio de 1976 junto al párroco, padre Gabriel Longueville.
-Wenceslao Pedernera: Nació el 28 de septiembre de 1936 en el distrito La Calera, Departamento Belgrano, Provincia de San Luis, Argentina. Contrajo matrimonio el 26 de marzo de 1962, en Mendoza, y tuvo 3 hijas. En 1968 fue nombrado en la coordinación del Movimiento Rural de la Acción Católica Argentina para la Región Cuyo. En 1974 junto a su familia se mudó a Sañogasta, La Rioja, y allí continuó trabajando en el Movimiento Rural de la Acción Católica. Siendo la madrugada del 25 de Julio de 1976, a las 2.45 horas, golpearon la puerta de su casa. Wenceslao abrió la puerta y cuatro hombres encapuchados descargaron sus armas en él, frente a su esposa e hijas. Murió ese mismo día a las 12:20 hs.
Los mártires riojanos van a ser beatificados el 27 de abril de 2019 en La Rioja.
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