Lirio de Chimpay
corazón mapuche, puente sobre el mar
hermano del viento, hermano del sol
hermano de todos, fiel hijo de Dios.
Dejaste tu tierra, como el padre Abraham
te ibas con los huincas para regresar
tanto sufrimiento querías aliviar
nada te detuvo, era tu ideal.
Ceferino, Ceferino
Ceferino de Chimpay
encontraste aquella roca
donde brotan vida y paz.
Descubriste que en el viento
también suena una canción
si nuestro buen Dios nos habla
suavecito al corazón.
Modelo de vida, modelo de amor
que tu ejemplo llene nuestro corazón
y reconciliemos a nuestra nación
venciendo prejuicios, venciendo el rencor.
Una bella canción de Carlos Seoane, con arreglos de Jonatan Narvaez. Un himno que va contando algunas virtudes de Ceferino Namuncurá, el beato de origen mapuche nacido en Chimpay, una pequeña localidad de Río Negro.
Ceferino nació en Chimpay, Río Negro el 26 de agosto de 1886. Era hijo del cacique indígena Manuel Namuncurá. Desde muy pequeño sintió el llamado a ser útil a su gente, como él decía. Es por ello que, cuando tenía 11 años fue enviado a Buenos Aires a estudiar en el Colegio Salesiano Pío IX. Es en ese lugar, donde descubre su vocación de querer ser sacerdote para llevar a la gente la Buena Noticia.
En 1903 ingresó en el Colegio San Francisco de Sales en la localidad de Viedma para formarse como sacerdote. Allí enfermó de tuberculosis y es por esta razón que Monseñor Cagliero decidió que Ceferino viaje a Roma ya que creía que el cambio de clima haría mejorar su salud. En ese lugar fue recibido por el Papa Pío X.
Lamentablemente el cambio de lugar no hizo que la salud de Ceferino mejorara. Fallece en Roma el 11 de mayo de 1905. El Papa Pío X expresó: “Era una bella esperanza para las misiones de la Patagonia, pero ahora será su más válido protector”.
Su ejemplo y entrega se ven plasmados en las cartas que les enviaba a sus familiares en las cuales manifestaba su amor y cercanía por su tierra y en especial por Dios, a quien deseaba conocer todos los días. Es por esto último que tuvo una relación profunda con nuestro Padre, ese que nos habla y acompaña en todo momento.
Ceferino fue beatificado hace trece años, el 11 de noviembre de 2007 por el Papa Benedicto XVI.
Pedimos a Ceferino que nos anime a ser útiles a nuestros hermanos en nuestro servicio a Dios.
Fuente: Radio María Argentina
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