viernes, 25 de octubre de 2024

Señor de los Milagros

Oraciones al Señor de los Milagros 

Oh, mi amadísimo Señor de los Milagros, acudo ante tu sagrada imagen con fervor, con toda mi fe y confianza, con certeza en ti, para invocar tu muy milagrosa ayuda; me trae hasta tus pies el amor que te profeso y lo mucho que te agradezco tu gloriosa redención, y para pedirte que no me dejes solo ahora que sufro por tantas adversidades, por tantas penalidades como hay en mi vida, que me causan gran dolor y honda preocupación. Yo creo que tú eres Dios, como lo es el padre y lo es el Espíritu Santo. Creo que eres también hombre verdadero y fuente de vida y que, de tu plenitud, los hombres recibimos todas las gracias y favores. Amén.


Señor de los Milagros, te pedimos que cures a aquellos que están enfermos y alivies su sufrimiento. Derrama tu gracia sanadora sobre ellos y dales fuerza para superar sus enfermedades. Amén. 

Oh, Señor de los Milagros, hoy quiero expresar mi profunda gratitud por todas las bendiciones que he recibido a lo largo de mi vida. Gracias por mi familia, por mis amigos, por mi trabajo, por mi hogar y por todas las pequeñas cosas que hacen mi vida maravillosa. Gracias por protegerme y guiarme en los momentos difíciles, por ser mi luz en la oscuridad y mi consuelo en la tristeza. Gracias por tu amor incondicional y por tu presencia constante en mi vida. Pido tu bendición y protección para mi familia, para mis amigos y para todas las personas que necesitan de tu ayuda en este momento. Que tu amor y tu paz llenen nuestros corazones y nos guíen en cada paso que damos. Te agradezco, Señor de los Milagros, por todo lo que has hecho por mí y por todo lo que harás en el futuro. Que tu bendición esté siempre conmigo. Amén.

Señor de los Milagros, aquí vengo lleno de fe y amor porque eres mi Dios. Agradezco tu poder de creador y mis limitaciones de criatura, pero me siento feliz porque tú has querido ser mi amigo y mi hermano. Quiero que todo mi ser, cuerpo y alma estén abiertos a tu plan de salvación, que toda mi vida esté dentro de tus planes y así colaborar contigo haciendo en todo la voluntad de Dios. Amén.Ayúdanos, Señor de los Milagros, a seguir tu ejemplo. A amarte a ti por sobre todas las cosas. Sé nuestro guía en el andar diario, en amar a nuestro prójimo y rezar por todas las personas que están sufriendo sin culpa el destierro. Ayúdalos en esa travesía tan dura que entregan hasta la propia vida buscando libertad. Protégelos y protégenos, Señor de los Milagros. Amén.

jueves, 3 de octubre de 2024

20 años de la beatificación de la Hermana María Ludovica

 




ORACIÓN A SOR MARÍA LUDOVICA

Padre, rico en misericordia, que llamaste y elegiste a la Beata María Ludovica, para ser visible en ella tu amor misericordioso por su total consagración a los pobres y a los niños, en los cuales veía a tu Hijo conforme a sus enseñanzas:
"el que recibe a un niño en mi nombre a Mi me recibe".
Tú le comunicaste la fuerza del Espíritu Santo para que cumpliera su vocación hospitalaria sirviendo con alegría y sin descanso a los enfermos, pobres y necesitados.
Tú la hiciste una mujer fuerte, piadosa y fiel al Evangelio de tu Hijo en el trabajo cotidiano y en la ofrenda de su quehacer humilde y silencioso como María, Madre de Misericordia.
Te pedimos por su intercesión, alivies y sostengas los corazones afligidos por enfermedades físicas, espirituales y morales.
Concédenos también que por su intermedio alcancemos la gracia que hoy te pedimos para gloria de la Trinidad y de la Santa Iglesia. Amén.

Apóstol de la Caridad

La Hna. Ludovica De Angelis nació el 24 de octubre de 1880 en San Gregorio, L´Aquiña, Italia. Ingresó en el Instituto de las Hijas de Nuestra Señora de la Misericordia de Savona y el 3 de mayo de 1906 hizo sus votos religiosos. En 1907 fue enviada como misionera a la Argentina y destinada al Hospital de Niños de La Plata. Se desempeñó primero en la cocina y en la despensa, luego fue administradora del hospital y Superiora de la comunidad religiosa. Fue rápidamente reconocida y estimada por su sencillez, responsabilidad, espíritu de sacrificio, oración y colaboración con médicos y enfermeras. Se destacó por su amor a Dios y al prójimo.
Sus predilectos, los niños más pobres y desamparados. Incansable en el ejercicio de las obras de misericordia. Murió el 25 de febrero de 1962. El 20 de diciembre de 2001 el Papa Juan Pablo II la declaró Venerable.

En el Archivo de la Curia Arzobispal de La Plata, se encuentran los originales de las gracias recibidas por intercesión de la Sierva de Dios Ludovica de Angelis, de las que fueran enviadas copias autenticadas junto con la Copia Pública, con nota dirigida por el Excelentísimo y Reverendísimo Señor Arzobispo de La Plata Monseñor Antonio Quarracino a su Eminencia Reverendísima Cardenal Angelo Felici.


EL MILAGRO DE LA BEATIFICACIÓN DE SOR MARIA LUDOVICA DE

La niña Antonella nace en el mes de mayo de 1988, con una anomalía llamada mielomeningocele a nivel de la columna lumbar, por tal motivo debido a las grandes lesiones padecidas es intervenida desde el segundo día de vida en varias oportunidades.

Dentro de sus secuelas presentaba una parálisis en sus miembros inferiores, junto con un grave problema neurológico (vejiga neurogénica hipertónica)

En ese momento el pediatra de cabecera Doctor Rubén Di Renta que era concurrente del Hospital de niños comenta este grave caso con la Hermana Emilia, quien le ofrece las llaves de la Bóveda donde descansaban los restos de Sor María Ludovica para llevar a la niña.

Dicho profesional accede y concurren con la paciente y la madre para pedir la sanación de Antonella. Ese mismo día comienza el milagro cuando la bebé de nueve meses que habían puesto en el suelo, se toma del ataúd de la Superiora Ludovica y se pone de pie por primera vez, quedando éstos atónitos por este suceso.

En el año 1992, quedaba aún por solucionarse el problema más grave y casi sin chances de solución médica, como era su problema urinario, ya que tenía una vejiga muy pequeña y además no orinaba por sí sola, por estos motivos el Doctor Alfredo Bertolotti, médico urólogo del Hospital, decide intervenirla quirúrgicamente para tratar de reparar esta patología y es aquí en el quirófano del Hospital de Niños, en su propia casa donde hace su primer y verdadero milagro.


El 27 de octubre de 1992 se va a realizar el cierre de la vesicostomía y el reimplante ureteral en una vejiga pequeña y de alta presión por lo cual había que ampliar esta vejiga; en el momento de la operación los médicos se encuentran con una vejiga de baja presión lo cual permite reimplantar los uréteres; ampliándose en el post operatorio hasta obtener una capacidad vesical que se triplica a los treinta y ocho días a ciento veinte centímetros cuadrados de agua hasta llegar a cuatrocientos centímetros cuadrados de agua pudiendo orinar por sí sola cosa que nunca había podido hacer por su grave patología.

Cabe destacar que la niña siempre fue encomendada por sus familiares y médico de cabecera a la sierva de Dios María Ludovica.

martes, 1 de octubre de 2024

Vivir de Amor, Santa Teresa del Niño Jesús


Vivir de Amor

"En la última noche, la noche del amor, hablando claramente y sin parábolas, Jesús decía así: «Sí alguno quiere amarme, que guarde mi palabra, que la guarde fielmente.Mi Padre le amará,y vendremos a él, moraremos en él, será para nosotros una morada viva, será nuestro palacio. Pero también queremos que more él en nosotros, lleno de paz, que more en nuestro amor».

¡Vivir de amor quiere decir guardarte a ti, Verbo increado, Palabra de mi Dios! Lo sabes, Jesús mío, yo te amo, me abrasa con su fuego tu Espíritu de amor.
Amándote yo a ti, atraigo al Padre, mi débil corazón se entrega a él sin reserva. ¡Oh augusta Trinidad, eres la prisionera, la santa prisionera de mi amor!
Vivir de amor vivir es de tu vida, glorioso Rey, delicia de los cielos. Por mí vives oculto en una hostia, por ti también, Jesús, vivir quiero escondida. Soledad necesitan los amantes, que hablen sus corazones noche y día. Me hace feliz tan solo tu mirada, ¡vivo de amor!

Vivir de amor no es en la cima del Tabor su tienda plantar el peregrino de la vida.Es subir el Calvario a zaga de las huellas de Jesús y valorar la cruz como un tesoro. En el cielo, mi vida será el gozo, y el dolor será ido para siempre.

Mas aquí en el Carmelo, quiero, en el sufrimiento, ivivir de amor!Vivir de amor es darse sin medida, sin reclamar salario aquí en la tierra. ¡Ah, yo me doy sin cuento, bien segura de que en amor el cálculo no entra! Lo he dado todo al corazón divino, que rebosa ternura. Nada me queda ya. Corro ligera...

Ya mi única riqueza es, y será por siempre, ¡vivir de amor! Vivir de amor es disipar el miedo, aventar el recuerdo de pasadas caídas. De aquellos mis pecados no veo ya la huella, junto al fuego divino se han borrado. ¡Oh dulcísima hoguera, sacratísima llama, en tu centro yo fijo mi mansión.

Y allí, Jesús, yo canto confiada y alegre: ¡vivo de amor! Vivir de amor es navegar sin tregua, en las almas sembrando paz y gozo. ¡Oh mi Piloto amado!, la caridad me urge, pues te veo en las almas, mis hermanas. La caridad me guía, ella es mi estrella, bogo siempre a su luz.

En mi vela yo llevo grabada mi divisa: ivivir de amor! Vivir de amor es mientras Jesús duerme permanecer en calma en medio de la mar aborrascada. No temas, ¡oh Señor!, que te despierte, espero en paz la orilla de los cielos...

Pronto la fe desgarrará su velo y habrá sido mi espera solo un día. La caridad me empuja, ella hinche mi vela, ¡vivo de amor!

Vivir de amor, Maestro amado mío, es pedir que derrames tu luz y tu calordel sacerdote en el alma santa, en su alma elegida. ¡Pueda ser él más puro que un serafín del cielo! Y protege también a tu Iglesia inmortal, cada instante del día a hacerlo te conjuro. Hija suya soy yo, por mi Madre me inmolo, ¡vivo de amor!

Vivir de amor es enjugar tu rostro, es de los pecadores alcanzar el perdón. ¡Oh Dios de amor!, que vuelvan a tu gracia, que bendigan tu nombre eternamente. Hasta el alma me llega la blasfemia, para borrarla digo cada día: ¡oh nombre de mi Dios, te adoro y amo, vivo de amor!

Vivir de amor es imitar, Jesús, la hazaña de María cuando bañó de lágrimas y perfumes preciosostus fatigados y divinos pies, enjugándolos luego con sus largos cabellos. Y alzándose del suelo, con santo atrevimiento, tu cabeza, igualmente, María perfumó. ¡Oh Jesús, el perfume que yo doy a tu rostro es y será mi amor!

«¡Vivir de amor, oh qué locura extraña —me dice el mundo—, cese ya tu canto! ¡No pierdas tus perfumes, no derroches tu vida, aprende a utilizarlos con ganancia!» ¡Jesús, amarte es pérdida fecunda! Tuyos son mis perfumes para siempre. Al salir de este mundo cantar quiero: ¡muero de amor!

¡Morir de amor, dulcísimo martirio, y es el martirio que sufrir quisiera! Acordad, querubines, vuestras liras, siento que mi destierro va a acabar... Llama de amor, consúmeme sin tregua. ¡Oh vida de un momento, muy pesada tu carga se me hace!... ¡Oh divino Jesús!, haz realidad mi sueño: ¡morir de amor! Morir de amor, es ésta mi esperanza cuando vea romperse mis cadenas. Mi Dios será mi recompensa grande, otros bienes no quiero poseer. Quiero ser abrasada por su amor, quiero verle y unirme a él para siempre. Este será mi cielo y mi destino: ¡¡¡VIVIR DE AMOR!!!"

Santa Teresa del Niño Jesús, Doctor de la Iglesia: Obras (poéticas) (26 febrero 1895).



Oración:

O Dios, Tu Espíritu Santo infundió en el corazón de Santa Teresa un ilimitado amor a Tu divino Hijo y la iluminó para comprender y practicar la Ley Suprema del Amor. Concédenos por su intercesión encontrarte a Ti en todas las cosas, acontecimientos y personas. Te lo pedimos por Cristo Nuestro Señor, Amén.


De Ateneo Pontificio "Regina Apostolorum"

sábado, 28 de septiembre de 2024

Beata Ana de Jesús Lobera


Ana de Jesús nace en Medina del Campo, el 25 de noviembre de 1545; hija de hidalgos, Don Diego de Lobera y doña Francisca de Torres. A los pocos meses de nacer, muere su padre y a los nueve años su madre, por lo que ella y su hermano Cristóbal, – que más tarde, entrará con los Jesuitas- quedan bajo la tutela de su abuela materna.

Joven hermosa, inteligente, con una inclinación religiosa bastante fuerte, pronto se verá acosada por su abuela que quiere casarla, por lo que decide irse a Plasencia con su hermano, a casa de su abuela paterna. No tardará en repetirse la misma situación, aunque ahora ya no tiene a donde ir, por lo que desde 1560 a 1570, que es cuando ingresa en el Carmelo, intenta vivir una vida de oración y penitencia, dedicándose a las mujeres enfermas, haciendo limosnas, labores para la Iglesia… en 1561 hizo voto de “entrar en religión”.

Es adoctrinada por los P.P. Jesuitas, especialmente por el P. Pedro Rodríguez, quien al conocer las fundaciones de Santa Teresa, en 1569, pone en contacto a Dña. Ana con la M. Teresa, ingresando el 31 de Julio de 1570 en el Convento de Ávila,

Desde primera hora, Santa Teresa se da cuenta de los dones que posee, convivió con ella los primeros años de su formación carmelitana y hace su Profesión Religiosa el 22 de Octubre de 1571.

Muy pronto le encomendará cargos de mucha responsabilidad. Cuatro años de Maestra de Novicias en Salamanca; Ocho de Priora en Beas; en 1582, junto a San Juan de la Cruz, llevará a cabo la fundación de Granada, en la que permanecerá al frente del priorato hasta 1586, que fundará en Madrid, el Carmelo de Santa Ana, tan ansiado por Sta. Teresa.

Fue aquí, donde trabajó mucho para hacer la primera edición de las obras de Santa Teresa (1588) y tuvo que defender el espíritu de la Santa contra las ideas del P. Doria y su Consulta, siendo esto causa de persecución y castigo, que la llevó a Salamanca en 1594, donde fue elegida Priora en 1596.

En 1604, junto a la beata Ana de San Bartolomé y cuatro carmelitas más, marchan a Francia, conducidas por Pedro Bérulle, y fundan en Paris(1604) y en Pontoise y Gijón (1605).

Algunas diferencias con Bérulle respecto al estilo de vida carmelitana y su deseo de ser dirigida por los Carmelitas Descalzos, hacen que la M. Ana de Jesús, acepte la invitación de los archiduques de Bélgica a ir a Flandes, donde fundó en Bruselas, Lovaina y Mons (1607).

Muere en Bruselas, el 4 de Marzo de 1621 después de grandes sufrimientos físicos y morales.

Su causa de Beatificación se inició inmediatamente después de su muerte. Una vez cumplidos los procesos Ordinarios, la causa fue introducida en Roma el 2 de Mayo de 1878 y el 2 de Mayo de 1885 fueron aprobados sus escritos, sus cartas espirituales, que rebelan su profunda vida interior y su prudencia.

El Papa Francisco aprobó el milagro atribuido a su intercesión y será beatificada el 29 de septiembre de 2024.


domingo, 15 de septiembre de 2024

Beato Moisés Lira Serafin



El P. Moisés Lira Serafín nació en Zacatlán (Puebla, México) el 16 de septiembre de 1893. Creció en una familia cristiana, sencilla, humilde, de buenas costumbres, pero su infancia pronto se vio empañada por la muerte de su madre en 1898. Su padre, maestro en escuelas parroquiales, se vio obligado a trasladarse a diversos lugares, hasta que se casó por segunda vez en 1908, confiándolo a la custodia de un sacerdote.

En ese periodo comenzaron a aparecer los primeros signos de su vocación a la vida sacerdotal; comenzó a asistir al Seminario Palafoxiano de Puebla y decidió seguir su vocación religiosa. En 1914 aceptó la invitación del padre Félix de Jesús, fundador de los Misioneros del Espíritu Santo, congregación de la que fue el primer novicio, el llamado “Primogénito”.

El 4 de febrero de 1917 profesó sus votos. Fue ordenado sacerdote el 14 de mayo de 1922, y el día de Navidad de ese año emitió sus votos perpetuos. Un mes después, acuñó una frase que guiaría su itinerario de santificación: “Es necesario ser muy pequeño para ser un gran santo”.

Fue maestro del noviciado, atendía a los enfermos, especialmente como confesor, durante la epidemia de viruela negra de 1923. En 1925, en la Ciudad de México, continuó aumentando su pasión por el culto a la Eucaristía y al sacramento de la reconciliación, dirigido también a los presos.

En 1926 a causa de la persecución religiosa, celebraba la Eucaristía en los hogares y llevaba la Comunión a los enfermos.

Se trasladó a Roma, donde asistió a cursos de teología dogmática en la Pontificia Universidad Gregoriana. Su época en la “Ciudad Eterna”, sin embargo, no fue pacífica desde el punto de vista espiritual, debido a factores externos que provocaron en él una fuerte crisis y pusieron a prueba su vocación religiosa.

Hizo voto de abandono en manos de Dios, con la firme intención de renovarlo cada año el Jueves Santo. Este fue el inicio del proceso de su infancia espiritual ante Dios Padre como un pequeño niño en Cristo, abandonado en sus manos.

En 1928 regresó a México, donde continuó con mayor entusiasmo y generosidad su misión como guía de almas, ejerciendo excelentemente su carisma como director espiritual y desempeñando una misión oculta en el ministerio del confesionario.

En 1934 fundó la Obra de Caridad y Apostolado Social, también conocida como Misioneras de la Caridad de María Inmaculada, como apóstoles de la bondad. La caridad del padre Moisés se dirigía a todos: pobres, ricos, ancianos, jóvenes y niños; de hecho, se implicó particularmente en la pastoral de los acólitos y las religiosas. Sus favoritos eran los enfermos, especialmente los sacerdotes, a quienes visitaba con frecuencia llevándoles una palabra de esperanza. Su caridad llena de alegría infundió alma y coraje.

Fue amante del silencio y de la contemplación, además de su profundo amor a Dios, que se tradujo en una vida religiosa ejemplar. Tenía una devoción filial a la Virgen María y era un hombre de oración intensa.

En el ejercicio de su ministerio su pureza fue cándida, ingenua como la de un niño. Siguiendo el ejemplo de María, se puede presentar como modelo de paternidad/maternidad espiritual; instrumento del perdón de Dios para sus hijos; sanador de sus heridas; ayudante en sus necesidades materiales; apoyo en el discernimiento de la voluntad de Dios en las diferentes circunstancias de la vida; compañero de viaje hasta llegar a la meta: la unión con Dios.

El ritmo de su vida transcurrió en el cumplimiento diario del deber, con un gran sentido de fraternidad comunitaria. Destacó por su obediencia y alegría, por su humildad y sencillez.Vivió todos los acontecimientos, incluso los dolorosos de la persecución, la incomprensión y la enfermedad, en soledad y alegría sobrenatural, a la luz de la fe.

Su salud se deterioraba y, tras complicaciones cerebrales, llegó al final de su vida. Murió en la Ciudad de México el 25 de junio de 1950. Fue declarado Venerable el 27 de marzo de 2013 por el Papa Francisco. Beatificado el 14 de septiembre de 2024 en la Basílica de Nuestra Señora de Guadalupe, en la Ciudad de México.

domingo, 8 de septiembre de 2024

Divina Infantita

La veneración a la Imagen de la "Divina Infantita", nacio en la ciudad de México, en el convento de San José de Gracia, comunidad de monjas Concepcionistas o de la Orden de la Inmaculada Concepción que, aunque no pertenecen a las ordenes franciscanas, fue fundada por una Franciscana Santa Beatriz de Silva en 1484.

Esta devoción se originó por Sor Magdalena de San José (concepcionistas) el 6 de enero de 1840, en los siguientes links de esta Página Web donde se describe la historia.

Ahora bien, la Divina Infanta o Niña Virgen, tiene su origen en la Fiesta de la Natividad de la Virgen María, según la Tradición Apostólica. 

Oración 

Oh! Santísima Virgen Niña, que viniendo al mundo consolaste la tierra que en Ti saludó la aurora de la Redención por los prodigios de gracia que derramaste entre nosotros, escucha piadosa mis súplicas.
En las penas que me afligen y especialmente en la necesidad que en este momento me oprime, toda mi esperanza está en Ti, ¡oh dulce Virgencita! Muéstrame pues que el tesoro de gracias que dispensas es inagotable, porque ilimitado es tu poder sobre el Corazón paternal de Dios.
Escucha ¡oh Virgen Niña! mi ardiente súplica y alabaré eternamente la bondad de tu Corazón.

Rezar tres Avemarías y una Salve.

lunes, 26 de agosto de 2024

Oración al Beato Ceferino Namuncurá


Señor Jesús, te damos gracias por haber llamado a la vida y a la fe al peñi Ceferino, hijo de los pueblos originarios de América del Sur.
Él, alimentándose con el Pan de Vida,
supo responderte, con un corazón entero,  viviendo siempre como discípulo y misionero del Reino.
Él quiso ser útil a su gente, abrazando tu Evangelio y tomando cada día su cruz para seguirte en los humildes hechos de la vida cotidiana.
Te pedimos por su intercesión que te acuerdes de los que todavía peregrinamos en este mundo
(pedimos en silencio las intenciones que cada uno trae en el corazón)
Que también nosotros podamos aprender de él: su amor decidido a la familia y a la tierra, la entrega generosa y alegre a todos los hermanos, su espíritu de reconciliación y comunión.
Para que un día celebremos junto a él y todos los santos la Pascua eterna del cielo. Amén