jueves, 30 de noviembre de 2017

Oración a la Beata Catalina de María


Oración para pedir su canonización
Oh Dios, que al inspirar a la Beata Catalina de María
la fundación de una familia religiosa,
llenaste su corazón de celo por la salvación de los hombres
y nos dejaste en ella un ejemplo de humildad, obediencia y caridad,
te rogamos completes tu obra glorificándola en la Iglesia entre los santos.
Por Jesucristo Nuestro Señor, Amén.

viernes, 10 de noviembre de 2017

Beato Juan Schiavo

El Padre Juan Schiavo, nació en Sant’Urbano, un pequeño pueblo en las colinas de Montecchio Maggiore (Vicenza) el 8 de julio de 1903.

Fue educado según los principios de la vida cristiana y su familia y la Iglesia fueron los protagonistas de su formación. Todas sus prédicas fueron fuertes y profundas. Pidió para ser misionero y fue enviado a Brasil, llegando el día 5 de setiembre de 1931 a Rio Grande do Sul a Jaguarao.

Durante 1935 y 1936 el Padre Juan Schiavo fue director de la escuela y párroco en Galópolis.

Luego, en 1940 fue iniciador de la Escuela Normal Rural Murialdo y en 1941 funda el Seminario Josefino de Fazenda Souza, municipio de Caxias do Sul y es el primer director de esa obra que marcaría sucesivas generaciones de vocacionados hasta nuestros días.

Sus pensamientos cuando quería dar inicio a alguna obra importante eran: DONACIÓN, SACRIFICIO Y ORACIÓN.

¡Cuántas noches de vigilia pasadas rezando a los pies de Jesús Eucarístico!

Es maestro espiritual de evangelizados y evangelizadores, predicador, profesor, maestro de novicios, fundador y director del Seminario provincial hasta llegar a la plenitud del carisma del Fundador, transformándose en un Josefino ejemplar, verdadero imitador de San Leonardo Murialdo.

Fundó, también, el Abrigo de Menores que es el actual Centro Técnico Social. Esta obra fue pensada teniendo en mente los “Artigianelli”, o sea, Los Artesanitos (Escuela de Artes y Oficios), casa madre de Turín. Proyectó una labor semejante con internado, escuela y diversas habilitaciones profesionales, siguiendo el lineamiento primero de la Congregación.

Continuó realizando fundaciones semejantes y sirviendo a todos por igual.

Ha dejado recuerdos imborrables y ha sido un ejemplo de vida. En la actualidad y desde el día de su muerte -ocurrida el 27 de enero de 1967, en Caxias do Sul- comenzó la peregrinación hacia su tumba, y según los amigos y devotos que a él acuden, muchas gracias han sido alcanzadas por intercesión de aquel que pasó por la vida sirviendo y amando a todos sin distinción.

A la vista de su reputación de santidad sin cambios, los Josefinos de Murialdo introdujeron la causa de beatificación, misma que concluyó el pasado 1 de diciembre de 2016 cuando el Santo Padre Francisco autorizó a la Congregación para las Causas de los Santos la promulgación del decreto reconociendo un milagro atribuido a la intercesión del Venerable Siervo de Dios Giovanni (Juan) Schiavo luego de que los consultores emitieran una opinión positiva.

Fue beatificado el 28 de octubre de 2017, durante el Pontificado de su Santidad Francisco.

jueves, 2 de noviembre de 2017

Oración a San Martín de Porres



Oración

Señor Nuestro Jesucristo, que dijiste "pedid y recibiréis", humildemente te suplicamos que, por la intercesión de San Martín de Porres, escuches nuestros ruegos.

Renueva, te suplicamos, los milagros que por su intercesión durante su vida realizaste, y concédenos la gracia que te pedimos si es para bien de nuestra alma.

Así sea.




Oración para pedir un favor

En esta necesidad y pena que me agobia acudo a ti, mi protector San Martín de Porres.

Quiero sentir tu poderosa intercesión. Tú, que viviste sólo para Dios y para tus hermanos, que tan solícito fuiste en socorrer a los necesitados, escucha a quienes admiramos tus virtudes.

Confío en tu poderoso valimiento para que, intercediendo ante el Dios de bondad, me sean perdonados mis pecados y me vea libre de males y desgracias.

Alcánzame tu espíritu de caridad y servicio para que amorosamente te sirva entregado a mis hermanos y a hacer el bien.

Padre celestial, por los méritos de tu fiel siervo San Martín, ayúdame en mis problemas y no permitas que quede confundida mi esperanza.


Te lo pedimos por Jesucristo, nuestro Señor.
Amén.

San Vicente Ferrer

Nació este gran taumaturgo en la ciudad de Valencia el 23 de enero de 1350. Su padre, Guillermo Ferrer, era notario y la casa natalicia de Vicente, a quien le fue impuesto ese nombre por haber nacido el día de San Vicente Mártir, estaba cerca del convento de los Padres Dominicos.
Alguien podía calificar su nacimiento de mal agüero, ya que nace cuando la llamada «peste negra» asolaba las ciudades y conventos. Pero él se salvó y a los diecisiete años, el 5 de febrero de 1367, vestía el hábito de dominico emitiendo sus votos al año siguiente. Otra lacra que heriría casi mortalmente a la Iglesia sería el tristemente célebre Cisma de Occidente en el que llegaría a haber dos obediencias o Papas y después tres. San Vicente se verá envuelto en lo más recio de la tormenta, pero siempre luchará denodadamente para que brille la verdad y la justicia.
Los escritores de la vida de Vicente la llenan de milagros convirtiéndole, sin duda alguna, en el mayor obrador de ellos. Parece ser que éstos ya empezaron en su mismo nacimiento pues su buena madre, llamada Constancia, antes de darlo a luz recibió luces especiales de la santidad y fama que acompañarían a su hijo. Y así fue, pues la historia confirma que sí, que obró milagros, y que fue un valioso instrumento en las manos del Señor en este campo, pero quizá no tantos ni tan llamativos como sus biografías nos traen.
Se entregó de lleno a los estudios en los que sobresalió por su nada común inteligencia y, sobre todo, por su arrebatadora elocuencia que arrastraba a cuantos le oían. Hechos los estudios, fue nombrado catedrático en varios Conventos de Estudios Generales de su Orden: Valencia, Barcelona, Lérida y en universidades de diferentes poblaciones llamando a todos la atención por su enseñanza, por su elocuencia y, sobre todo, por la santidad de su vida. Sus discípulos aumentaban cada día y querían seguirle a todas partes para enriquecerse con sus enseñanzas y con sus ejemplos.
Pero sobre todo Vicente será conocido en los siglos posteriores por su predicación arrebatadora. Son muchos los pueblos y ciudades de España y del extranjero que señalan una iglesia o un balcón desde donde el Santo dirigió su ardorosa palabra y donde realizó hechos prodigiosos. Parece ser que fue éste el encargo que recibió del Señor al curarle milagrosamente de una enfermedad mientras se encontraba en la ciudad de los Papas, en Aviñón: «Levántate y ve a predicar mi evangelio - le dijo Cristo al curarle milagrosamente - ; avisa a los hombres del peligro en que viven y anuncia el día del Juicio. Yo seré siempre contigo».
Desde esta fecha se multiplica, recorre la mayor parte de Europa como Legado del Papa Benedicto XIII - el Papa Luna - y predica incansablemente el amor de Jesucristo y la vivencia de los preceptos del Señor. Sólo le interesa una cosa: Llevar las almas a Cristo. Y esta sociedad desgarrada y materialista, en que le ha tocado vivir, que vuelva a Jesucristo para que se viva de acuerdo con el Evangelio. A todos hablaba en valenciano y todos le entendían. Parece que también gozó del don de la bilocación ya que simultáneamente estaba en Valencia y en París o Londres. A pesar de este trabajo abrumador aún le quedaba tiempo para escribir preciosos tratados de vida espiritual, que nos ha legado.
Entre sus apostolados uno sobre todo tenía muy hondo en su corazón: el trabajar por la conversión de los judíos. Dicen que sólo en Valencia bautizó más de diez mil. Le seguían multitudes de hombres y mujeres detrás del Crucifijo y de la imagen de María que él lleva en todas sus correrías apostólicas. Él, humildemente, exclama: «Todos acuden a la luz, sin importarles la lámpara». La profecía del Señor iba a cumplirse. Le dijo un día: «Allá en el extremo de Europa morirás santamente». Era el 5 de Abril de 1419, en Bretaña.

miércoles, 1 de noviembre de 2017

Fiesta de Todos los Santos

Cada primero de noviembre se celebra la fiesta de Todos los Santos. Para toda la Iglesia es una gran celebración porque hay gran fiesta en el cielo. Para nosotros es una gran oportunidad de agradecer todos los beneficios, todas las gracias que Dios ha derramado en personas que han vivido en esta tierra y que han sido como nosotros, con las mismas debilidades, y con las fortalezas que vienen del mismo Dios. Celebremos este día con un corazón agradecido, porque Dios ha estado grande con nosotros y estamos alegres.

Hoy es un buen día para reflexionar todo el bien espiritual y material que por intercesión de los santos hemos obtenido y tenemos hasta el día de hoy, pues los santos que desearon la Gloria de Dios desde aquí en la tierra lo siguen deseando en la visión beatifica, y comparten el mismo deseo de Nuestro Señor Jesucristo de que todos los hombres se salven, que todos los hombres glorifiquen a Nuestro Señor.

La Iglesia ha instituido la Fiesta de Todos los santos por las siguientes razones:

1.- Para alabar y agradecer al Señor la merced que hizo a sus siervos, santificándolos en la tierra y coronándolos de gloria en el cielo.

2.- Para honrar en este día aun a los Santos de que no se hace fiesta particular durante el año.

3.- Para procurarnos mayores gracias multiplicando los intercesores.

4.- Para reparar en este día las faltas que en el transcurso del año hayamos cometido en las fiestas particulares de los Santos.

5.- Para animarnos más a la virtud con los ejemplos de tantos Santos de toda edad, sexo y condición, y con la memoria de la recompensa que gozan en el cielo.

Ha de alentarnos a imitar a los Santos el considerar que ellos eran tan débiles como nosotros y sujetos a las mismas pasiones; que, fortalecidos con la divina gracia, se hicieron santos por los medios que también nosotros podemos emplear, y que por los méritos de Jesucristo se nos ha prometido la misma gloria que ellos gozan en el cielo.

Se celebra la fiesta de Todos los Santos con tanta solemnidad porque abraza todas las otras fiestas que en el año se celebran en honor de los Santos y es figura de la fiesta eterna de la gloria.

Para celebrar dignamente la fiesta de Todos los Santos debemos:

1.- Alabar y glorificar al Señor por las mercedes que hizo a sus siervos y pedirle que asimismo nos las conceda a nosotros.

2.- Honrar a todos los Santos como a amigos de Dios e invocar con más confianza su protección.

3.- Proponer imitar sus ejemplos para ser un día participantes de la misma gloria.

Es importante en este día tan importante para toda la Iglesia detenernos a pensar en todo el bien que Dios ha dado a la humanidad por medio de tantos hombres y mujeres que fieles a la voluntad de Dios, fieles a su amor fueron testigos del Reino del Señor. La cantidad de santos, santas y mártires que dejaron una huella tan profunda en su paso por esta tierra que ni el tiempo ni los cambios de generaciones han podido borrar. Y si decimos que es de todos los Santos es porque también celebramos a tantos Santos y Mártires que Dios a querido tener en el anonimato, y que nosotros no conocemos por su nombre pero sabemos por la fe que están dando gloria a Dios.

Celebremos con gozo este día, y pidámosle a Dios Nuestro Señor nos conceda disfrutar en esta tierra de la protección de sus santos y que un día nos conceda estar con ellos para glorificarlo en su eternidad.

Que Santa María Reina de los santos nos conceda la alegría de servir con humildad a Dios esta tierra para verle y gozarle en la vida eterna.

http://es.catholic.net/op/articulos/12713/cat/727/fiesta-de-todos-los-santos.html

Santos y Beatos de América ( En el diseño)