domingo, 30 de abril de 2017

Nuestra Señora de Czestochowa

En Polonia existen 670 santuarios dedicados a la Virgen María, siendo que 288 de sus imágenes son consideradas milagrosas. Sin embargo, hay uno cuyo nombre sobrepasa al de todos los otros por los portentos allí ocurridos: el de Czestochowa (se pronuncia Chestokova), en Jasna Gora (que significa Montaña Blanca o Montaña de Luz).

La imagen, según una piadosa tradición, habría sido pintada por el apóstol San Lucas y las maderas que la sostienen serían las mismas de la mesa de la Sagrada Familia en Nazaret. De Jerusalén, habría sido conducida a Constantinopla y posteriormente traída hasta Polonia. El hecho concreto es que la narración atestigua sobre todo la antigüedad de la imagen.

El canónigo Jan Dlugosz (1415-1480), en su obra Liber Beneficiorum, informa que el príncipe Wladyslaw Opolczyk, al fundar el convento de los padres Paulinos en 1382, dedicado a María Santísima, les ofreció el cuadro de la Madre de Dios, que rápidamente conquistó el corazón de los polacos. Escribió Dlugosz en 1430: “Aquí acude el pueblo fiel de Polonia entera e incluso de los países vecinos —Silesia, Moravia, Prusia y Hungría— para las festividades de la Madre de Dios, en vista de los sorprendentes milagros que, por la intercesión de la Señora y Mediadora nuestra, aquí se realizan”.

La imagen mide 1.22 por 0.82 metros y es hecha de tres tablas de tilo cubiertas por un tejido, y éste por leves capas de yeso. Es sobre este último que fue pintada la figura de Nuestra Señora, teniendo en su brazo al Niño Jesús. La Virgen María muestra una gran majestad y sus ojos parecen estar vueltos más hacia el observador puesto frente a Ella que hacia su Divino Hijo.

Seriedad de la imagen y atentado sacrílego

A diferencia de tantas imágenes de la Virgen que manifiestan bondad, dulzura y hasta sonrisa, la Virgen Negra se caracteriza por una gran seriedad, que parece dar a entender que Ella comparte con los hombres las tribulaciones propias de este valle de lágrimas.

Lo que más llama la atención en la imagen son las cicatrices que ella lleva en su rostro derecho. En efecto, en 1430, ladrones sacrílegos organizaron un asalto contra el santuario. Robaron lo que pudieron, asesinaron sacerdotes, quemaron la iglesia. Al no poder llevarse el sagrado icono, uno de los profanadores descargó dos golpes con su sable en el rostro de la imagen, cuyas marcas permanecen hasta hoy. La historia registra que resultaron inútiles los intentos de cubrir las marcas del sable que dañaron el santo rostro del ícono.

Llevado a la capital —Cracovia— el propio rey Wladyslaw Jagellón asumió los trabajos de su restauración, para lo cual contrató artistas de Rusia y, posteriormente, de la corte de los Habsburgo, en Austria. Como señal de reparación por el sacrilegio, el rey hizo coronar el ícono y lo revistió de un manto de plata. Fue entonces llevado en solemne procesión de regreso a Czestochowa, acompañado de una gran multitud de fieles. El sacrilegio contribuyó para aumentar aún más la devoción a Nuestra Señora.

A partir de Jagellón, todos los reyes polacos, con excepción del último, Estanislao Augusto Poniatowski (1732-1798), después de su coronación se dirigían a Czestochowa para homenajear a la reina de Polonia y pedir­ su protección, ofreciéndole normalmente en esa ocasión valiosos obsequios.

En 1656, el rey Juan Casimiro le ofreció a Nuestra Señora de Czestochowa todo su reino, con sus ducados, sus ejércitos y sus pueblos.

Santuario de Jasna Gora

En Czestochowa, la Virgen Santísima multiplicó los milagros: se tiene el registro de 1300 debidamente comprobados, realizados entre 1402 y 1948.

Entre los numerosos milagros obrados por Nuestra Señora en su santuario, merece especial destaque la expulsión de los protestantes suecos, por ocasión del cerco de Czestochowa, en diciembre de 1655.

Habiendo los protestantes conquistado prácticamente el país entero, sólo quedaba la pequeña fortaleza de Czestochowa, que esperaban dominar en brevísimo tiempo. Testigos idóneos narraron que Nuestra Señora les devolvía a los asaltantes las balas de cañón que estos disparaban contra el santuario.

La epopeya de la victoriosa reacción se debe al intrépido padre Augusto Kordecki que, atrincherado detrás de las murallas que cercaban el convento y el santuario, decidió resistir hasta el fin, contando apenas con algunos centenares de hombres en oposición a un ejército de tres mil soldados. A los que vacilaban entre resistir y rendirse, el valiente sacerdote mandó abrir una de las puertas para que pudiesen salir aquellos que quisiesen. Cerradas las puertas, el destino sería la muerte o una milagrosa victoria. Nuestra Señora coronó este acto heroico, obligando al enemigo a levantar el cerco. Así terminó el primer embate que provocó reacciones de entusiasmo en cadena, acabando con la expulsión del invasor.

En el transcurso de sus tantas veces dramática historia, fue junto al altar de la Virgen de Czestochowa que los polacos encontraron consuelo en los reveses y aliento en la lucha por la defensa de su fe y su independencia.

En 1683, después de haber pasado por Czestochowa, el intrépido rey Juan Sobieski fue a liberar a Viena asediada por los turcos musulmanes y salvar así la Cristiandad. A su regreso, dejó en el santuario de la Patrona de su país muchos trofeos conquistados al enemigo.

Frente a las pesadillas nazista y comunista: propuesta de desigualdades armónicas

De 1939 a 1945, Polonia sufrió un nuevo martirio, acompañado de una persecución religiosa, masacres de sacerdotes y monjas, destrucciones de iglesias. Czestochowa, sin embargo, permaneció como una señal de esperanza.

Los acuerdos de Yalta de 1945 entregaron esta nación al dominio comunista. A pesar de eso, este pueblo continuó fiel a Nuestra Señora, alimentándose de la devoción mariana para conservarse inquebrantable en su fe. Así por ejemplo, el día 8 de setiembre de 1946, 700.000 peregrinos se reunieron en el santuario de Jasna Gora, y un millón de fieles el 26 de agosto de 1956.

Allí se arrodillaron para agradecer a la Madre de Dios por los polacos que se salvaron de los terribles campos de concentración nazis, así como los que volvieron del exilio forzado en la gélida Siberia. Y también aquellos que recurrieron a Ella pidiendo fuerzas para soportar con resignación cristiana la muerte de parientes y amigos, víctimas de la saña comunista y nazi.

Allí se postran hoy ante el venerado cuadro los verdaderos polacos pidiendo la solución no sólo de sus propios problemas, sino también de tantos males que atormentan a su patria, resultantes de las devastaciones que el comunismo causó por todas partes, inclusive en los espíritus, embotándolos con relación a ciertos principios fundamentales de la doctrina católica. Tal embotamiento dificulta en gran medida el resurgimiento moral de la sociedad polaca.

En una conversación con un joven abogado preocupado con la “herencia” dejada por el régimen comunista en su país, oí estas palabras:

“Como la igualdad nos fue impuesta durante casi medio siglo, lo que ahora se debe hacer, para corregir el caos en los espíritus que de ahí resultó, es exactamente lo contrario: comenzar por predicar la desigualdad favoreciendo, por ejemplo, el principio de la propiedad privada, presentando los fundamentos religiosos y naturales de ese principio. Tal principio, cuando es rectamente practicado, es un factor de justicia, resultando de allí, de modo auténtico y natural, la constitución de una sociedad compuesta de clases desiguales que no se enfrentan, sino que armónicamente se complementan. Así, con la ayuda de nuestra Patrona, Polonia se pondrá en los debidos carriles y resurgirá. ¡Me agradaría mucho oír una prédica como ésta en el púlpito de Jasna Gora!” —concluyó el abogado.

¡Es casi el programa de una renovada evangelización!

Viene muy a propósito, con vistas a esta renovada evangelización de la otrora tan católica Polonia, recordar la jaculatoria que se reza al final de la oración Veni, Creátor Spíritus y de la Letanía del Divino Espíritu Santo: ¡Enviad vuestro Espíritu, y todo será creado. Y renovaréis­ la faz de la Tierra!

Nuestra Señora de Vang

El 17 de agosto 1798, el rey vietnamita Canh Thinh emitió un edicto anticristiano y dio la orden de destruir todos los seminarios e iglesias católicas. Comenzó una cruel persecución a los católicos vietnamitas que duró hasta 1886.

Muchos de ellos fueron martirizados y quemados vivos.

Fue en este contexto que “Nuestra Señora de Vang” se apareció al pueblo de Vietnam. La primera vez fue en 1798 cuando visitaba a los cristianos refugiados en pequeños grupos, en la espesa foresta de La Vang, donde sufrían de frio, el acecho de las bestias salvajes, enfermedades y hambre.

La bella Señora vestía un largo manto, sostenía un niño en sus brazos y era acompañada de dos ángeles. Ella los confortó y les enseñó como hervir las hojas de los árboles para usarlos como medicina. La Santísima Madre siguió apareciendo durante los 100 años de persecución en ese mismo lugar, donde se había levantado una pequeña capilla.

Después de la persecución, en 1886 se edificó en el lugar la iglesia de Nuestra Señora de La Vang, la que fue destruida en la guerra de Vietnam. En el año 2000 se bendijo en el mismo lugar un nuevo santuario, junto con un seminario.

sábado, 29 de abril de 2017

Nuestra Señora de África

En la ciudad de Argel se encuentra un célebre santuario mariano dedicado a Nuestra Señora de África.  Nuestra Señora de África, Nuestra Señora de  no solamente los católicos, sino también los musulmanes, sobre todo las mujeres, llegan de todas partes para rezar delante de la estatua de la Santísima Virgen, llamada en árabe Lalla Mariam. 

Argel, ciudad capital de Argelia en el Norte de África, está ubicada en un sitio hermoso a orilla del Mar Mediterráneo.La ciudad cuenta actualmente con más de un millón de habitantes.Argelia es el segundo país más extenso de África con el desierto del Sahara que ocupa dos millones de kilómetros cuadrados.

Los árabes dieron a Argelia su civilización islámica. En el siglo IV había en esta tierra entre 600 y 700 obispos católicos.San Agustín, uno de los más grandes santos de la Iglesia, era argelino. Los árabes impusieron la religión islámica a partir del siglo VII y hoy el Islam es la religión del Estado, practicada por el 98% de la población.

En las 4 diócesis argelinas los católicos sobrepasan de poco los 60,000.En la ciudad de Argel se encuentra un célebre santuario mariano dedicado a Nuestra Señora de África. Las inspiradoras de este santuario fueron dos mujeres: Margarita Bergezio y Anna Cuiquien, francesas, pero de origen italiano. Ellas siguieron al obispo Monseñor Pavy, en 1846, para consagrarse a las obras caritativas que el obispo había fundado en Argelia. Cuando Margarita y Anna llegaron de Francia no encontraron ningún santuario mariano en aquella tierra, por eso colocaron una pequeña estatua de la Santísima Virgen sobre un árbol de olivo en las cercanías de Argel. Poco a poco el lugar se convirtió en un centro de peregrinación de parte de numerosos devotos de la Virgen, de manera que las dos piadosas mujeres recolectaron dinero y construyeron una capilla provisoria en 1857. 

El santuario actual fue completado en 1872.  Se encuentra sobre un promontorio que domina el mar y la ciudad de Argel. Numerosos son los peregrinos que lo visitan. Los exvotos colocados en las paredes son millares.No solamente los católicos, sino también los musulmanes, sobre todo las mujeres, llegan de todas partes para rezar delante de la estatua de la Santísima Virgen, llamada en árabe Lalla Mariam.


http://es.catholic.net/mariologiatodoacercademaria/573/1435

Virgen de Montserrat

"Rosa de abril, morena de la sierra..."

La Virgen de Montserrat fue declarada santa patrona de Cataluña por el papa León XIII.

El culto de la Virgen de Montserrat se remonta más allá de la invasión de España por los árabes. La imagen, ocultada entonces, fue descubierta en el siglo IX. Para darle culto, se edificó una capilla a la que el rey Wifredo el Velloso agregó más tarde un monasterio benedictino.

Los milagros atribuidos a la Virgen de Montserrat fueron cada vez más numerosos y los peregrinos que iban hacia Santiago de Compostela los divulgaron. Así, por ejemplo, en Italia se han contado más de ciento cincuenta iglesias o capillas dedicadas a la Virgen de Montserrat, bajo cuya advocación se erigieron algunas de las primeras iglesias de México, Chile y Perú, y con el nombre de Montserrat han sido bautizados monasterios, pueblos, montes e islas en América.

Descubrimiento
No se conoce el origen de la estatua. Cuenta la leyenda que unos pastores estaban pastando sus ovejas cerca de Montserrat y descubrieron la imagen de madera en una cueva, en medio de un misterioso resplandor y cantos angelicales. Por órdenes del obispo de llevarla a la catedral, comenzó la procesión, pero no llegó a su destino, ya que la estatua se empezó a poner increíblemente pesada y difícil de manejar. Entonces fue depositada en una ermita cercana, y permaneció allí hasta que se construyó el actual monasterio benedictino.

Descripción de la Imagen
La virgen es de talla románica de madera. Casi toda la estatua es dorada, excepto la cara y las manos de la Virgen y del Niño. Estas partes tienen un color entre negro y castaño. A diferencia de muchas estatuas antiguas que son negras debido a la naturaleza de la madera o a los efectos de la pintura original, el color oscuro de Ntra. Sra. de Montserrat se le atribuye a las innumerables velas y lámparas que durante siglos se han encendido ante la imagen día y noche. En virtud de esta coloración, la Virgen está catalogada entre las vírgenes negras. Por esto la llaman por cariño La Morenita. La estatua goza de gran estima como un tesoro religioso y por su valor artístico. 

La estatua está sentada y mide 95 cm., un poco más de tres pies de altura. De acuerdo con el estilo románico, la figura es delgada, de cara alargada y delicada expresión. Una corona descansa sobre la cabeza de la Virgen y otra adorna la cabeza del Niño Jesús, que está sentado en sus piernas. Tiene un cojín que le sirve de banquillo o taburete para los pies y ella está sentada en un banquillo de patas grandes, con adornos en forma de cono.

El vestido consiste en una túnica y un manto de diseño dorado y sencillo. La cabeza de la Virgen la cubre un velo que va debajo de la corona y cae ligeramente sobre los hombros. Este velo también es dorado, pero lo realzan diseños geométricos de estrellas, cuadrados y rayas, acentuadas con sombras tenues. La mano derecha de la Virgen sostiene una esfera, mientras la izquierda se extiende hacia adelante con un gesto gracioso. El Niño Jesús está vestido de modo similar, por su puesto, con excepción del velo. Tiene la mano derecha levantada, dando la bendición, y la izquierda sostiene un objeto descrito como un cono de pino.

La estatua está ubicada en lo alto de la pared de una alcoba que queda detrás del altar principal. Directamente detrás de esta alcoba y de la estatua se encuentra un cuarto grande, llamado el Camarín de la Virgen. Este camarín puede acomodar a un grupo grande de personas, y desde ahí se puede rezar junto al trono de la Stma. Madre. A este cuarto se llega subiendo una monumental escalera de mármol, decorada con entalladuras y mosaicos.

El nombre de Montserrat, catalán, se refiere a la configuración de las montañas en donde se ubica su monasterio. Las piedras allí se elevan hacia el cielo en forma de sierra. Monte + sierra: Montserrat.

Visitada por los santos
Entre los santos que visitaron el lugar venerado se encuentran S. Pedro Nolasco, S. Raymundo de Peñafort, S. Vicente Ferrer, S. Francisco de Borja, S. Luis Gonzaga, S. José de Calasanz, S. Antonio María Claret y S. Ignacio de Loyola, que, siendo aún caballero, se confesó con uno de los monjes y pasó una noche orando ante la imagen de la Virgen. A unas cuantas millas queda Manresa, un santuario de peregrinación para la Compañía de Jesús, la orden Jesuita fundada por San Ignacio, pues encierra la cueva en donde el Santo se retiró del mundo y escribió sus Ejercicios Espirituales.

Artistas
Los grandes poetas Goethe y Federico Schiller escribieron acerca de la montaña; y Beethoven murió en Viena, en una casa que había sido un antiguo estado feudal de Montserrat. Además de esto, el lugar se hizo famoso gracias a Richard Wagner, quien utilizó el sitio para dos de sus óperas, Parsifal y Lohengrin.

Oración a Ntra. Sra. de Montserrat

Oh Madre Santa, Corazón de amor, Corazón de misericordia, 
que siempre nos escucha y consuela, atiende a nuestras 
súplicas. Como hijos tuyos, imploramos tu intercesión ante 
tu Hijo Jesús.
Recibe con comprensión y compasión las peticiones que hoy
te presentamos, especialmente [se hace la petición].
¡Qué consuelo saber que tu Corazón está siempre abierto
para quienes recurren a ti!
Confiamos a tu tierno cuidado e intercesión a nuestros 
seres queridos y a todos los que se sienten 
enfermos, solos o heridos.
Ayúdanos, Santa Madre, a llevar nuestras cargas en esta vida 
hasta que lleguemos a participar de la gloria eterna y la paz con Dios. Amén.


Nuestra Señora de Montserrat, ruega por nosotros.

viernes, 21 de abril de 2017

Fiesta de la Divina Misericordia




La Fiesta de la Divina Misericordia tiene como fin principal hacer llegar a los corazones de cada persona el siguiente mensaje: Dios es Misericordioso y nos ama a todos ... "y cuanto más grande es el pecador, tanto más grande es el derecho que tiene a Mi misericordia" (Diario, 723). En este mensaje, que Nuestro Señor nos ha hecho llegar por medio de Santa Faustina, se nos pide que tengamos plena confianza en la Misericordia de Dios, y que seamos siempre misericordiosos con el prójimo a través de nuestras palabras, acciones y oraciones... "porque la fe sin obras, por fuerte que sea, es inútil" (Diario, 742).

Con el fin de celebrar apropiadamente esta festividad, se recomienda rezar la Coronilla y la Novena a la Divina Misericordia; confesarse -para la cual es indispensable realizar primero un buen examen de conciencia-, y recibir la Santa Comunión el día de la Fiesta de la Divina Misericordia.


La esencia de la devoción se sintetiza en cinco puntos fundamentales:

1. Debemos confiar en la Misericordia del Señor.

Jesús, por medio de Sor Faustina nos dice: "Deseo conceder gracias inimaginables a las almas que confían en mi misericordia. Que se acerquen a ese mar de misericordia con gran confianza. Los pecadores obtendrán la justificación y los justos serán fortalecidos en el bien. Al que haya depositado su confianza en mi misericordia, en la hora de la muerte le colmaré el alma con mi paz divina".

2. La confianza es la esencia, el alma de esta devoción y a la vez la condición para recibir gracias.

"Las gracias de mi misericordia se toman con un solo recipiente y este es la confianza. Cuanto más confíe un alma, tanto más recibirá. Las almas que confían sin límites son mi gran consuelo y sobre ellas derramo todos los tesoros de mis gracias. Me alegro de que pidan mucho porque mi deseo es dar mucho, muchísimo. El alma que confía en mi misericordia es la más feliz, porque yo mismo tengo cuidado de ella. Ningún alma que ha invocado mi misericordia ha quedado decepcionada ni ha sentido confusión. Me complazco particularmente en el alma que confía en mi bondad".

3. La misericordia define nuestra actitud ante cada persona.

"Exijo de ti obras de misericordia que deben surgir del amor hacia mí. Debes mostrar misericordia siempre y en todas partes. No puedes dejar de hacerlo ni excusarte ni justificarte. Te doy tres formar de ejercer misericordia: la primera es la acción; la segunda, la palabra; y la tercera, la oración. En estas tres formas se encierra la plenitud de la misericordia y es un testimonio indefectible del amor hacia mí. De este modo el alma alaba y adora mi misericordia".

4. La actitud del amor activo hacia el prójimo es otra condición para recibir gracias.

"Si el alma no practica la misericordia de alguna manera no conseguirá mi misericordia en el día del juicio. Oh, si las almas supieran acumular los tesoros eternos, no serían juzgadas, porque la misericordia anticiparía mi juicio".

5. El Señor Jesús desea que sus devotos hagan por lo menos una obra de misericordia
al día.

"Debes saber, hija mía que mi Corazón es la misericordia misma. De este mar de misericordia las gracias se derraman sobre todo el mundo. Deseo que tu corazón sea la sede de mi misericordia. Deseo que esta misericordia se derrame sobre todo el mundo a través de tu corazón. Cualquiera que se acerque a ti, no puede marcharse sin confiar en esta misericordia mía que tanto deseo para las almas".


Una propuesta de Santa Faustina Kowalska

La Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos publicó el 23 de mayo del 2000 un decreto en el que se establece, por indicación de Juan Pablo II, la fiesta de la Divina Misericordia, que tendrá lugar el segundo domingo de Pascua. La denominación oficial de este día litúrgico será «segundo domingo de Pascua o de la Divina Misericordia».

Ya el Papa lo había anunciado durante la canonización de Sor Faustina Kowalska, el 30 de abril: «En todo el mundo, el segundo domingo de Pascua recibirá el nombre de domingo de la Divina Misericordia. Una invitación perenne para el mundo cristiano a afrontar, con confianza en la benevolencia divina, las dificultades y las pruebas que esperan al genero humano en los años venideros».

Sin embargo, el Papa no había escrito estas palabras, de modo que no aparecieron en la transcripción oficial de sus discursos de esa canonización.

Santa Faustina, que es conocida como la mensajera de la Divina Misericordia, recibió revelaciones místicas en las que Jesús le mostró su corazón, fuente de misericordia y le expresó su deseo de que se estableciera esta fiesta. El Papa le dedicó una de sus encíclicas a la Divina Misericordia («Dives in misericordia»).

Los apóstoles de la Divina Misericordia están integrados por sacerdotes, religiosos y laicos, unidos por el compromiso de vivir la misericordia en la relación con los hermanos, hacer conocer el misterio de la divina misericordia, e invocar la misericordia de Dios hacia los pecadores. Esta familia espiritual, aprobada en 1996, por la archidiócesis de Cracovia, está presente hoy en 29 países del mundo.

El decreto vaticano aclara que la liturgia del segundo domingo de Pascua y las lecturas del breviario seguirán siendo las que ya contemplaba el misal y el rito romano.

https://www.aciprensa.com/recursos/fiesta-de-la-divina-misericordia-segundo-domingo-de-pascua-2120/

martes, 11 de abril de 2017

Semana Santa


"A veces nos parece que Dios no responde al mal, que permanece en silencio. En realidad Dios ha hablado, ha respondido, y su respuesta es la Cruz de Cristo: una palabra que es amor, misericordia, perdón..."

Papa Francisco.


viernes, 7 de abril de 2017

Santa Filotea de Atenas

Filotea, Santa y Mártir venerada por la Iglesia Ortodoxa Griega. Nació en Atenas en 1522. Sus padres eran famosos no sólo por ser eminentes y ricos, sino también por ser profundamente devotos. Ellos no podían tener hijos, pero tras haber orado con devoción a la Santa Vírgen María, tuvieron una hija a la que llamaron Revoula.

Los padres educaron a su hija en una profunda religiosidad y fe recta, y cuando tenía doce años la dieron en matrimonio. Su marido resultó ser un hombre impío y crudo, que a menudo la golpeaba y atormentaba. Revoula soportó pacientemente los abusos y rogó a Dios a fin de orientar a su esposo por el buen camino.

Después de tres años el marido de Revoula murió y ella comenzó una vida de ayuno, vigilia y oración. La santa fundó un monasterio de mujeres consagrado al nombre del apóstol Andrés. Cuando se completó el monasterio, la santa fue la primera en aceptar la tonsura monástica, con el nombre “Filotea”.

Durante este tiempo, Grecia estaba sufriendo bajo el yugo turco y muchos atenienses se habían convertido en esclavos por los conquistadores turcos. Santa Filotea utilizó todos sus medios para liberar a sus compatriotas y rescatar a muchos de la esclavitud.

Una vez, cuatro mujeres se escaparon de sus amos turcos ya que éstos les exigían que renunciaran a su cristianismo; ellas se refugiaron en el monasterio de Santa Filotea.

Los turcos, al saber que las mujeres griegas se habían ido, irrumpieron en la celda de la santa y la golpearon. La llevaron al gobernador, quien la lanzó en la cárcel. Por la mañana, una multitud de turcos se habían reunido para verla. La sacaron de la prisión y el gobernador dijo que si ella no renunciaba a Cristo, sería cortada en pedazos.

Justo cuando Santa Filotea estaba dispuesta a aceptar la corona del martirio, una multitud de cristianos se reunió por la gracia de Dios y entre todos tranquilizaron al gobernador quien la dejó ir.

Santa Filotea continuó con sus esfuerzos de abstinencia, oración y vigilia, por la que se le concedió el don del excorsismo.

Durante la Vigilia de San Dionisio, los turcos tomaron a Filotea y la torturaron. Murió el 19 de febrero de 1589, así que logró ambas coronas del ascetismo y del martirio. Veinte años después, un perfume empezó a emanar de su sepulcro; al abrirlo, vieron que su cuerpo no se había descomuesto; fue trasladado a la Catedral de Atenas donde reposa hasta el día de hoy como un tesoro valioso y fuente de intercesión