El Santo Hermano Miguel, religioso ecuatoriano de los Hermanos de las Escuelas Cristianas, educador, catequista y escritor de numerosos libros educativos, tenía una gran devoción al Sagrado Corazón de Jesús.
Comparto con ustedes algunos de sus pensamientos:
"Dulcísimo Jesús, atraedme cada vez más adentro de vuestro Corazón, a fin de que vuestro amor me absorba y sea yo como abismado en vuestra mansedumbre. En vuestro Corazón es donde quiero tener mi morada; por medio de vuestro Corazón es como quiero amar".
"Si queremos ser verdaderamente devotos del Sagrado Corazón de Jesús y adelantar en su santo amor. hemos de desprender nuestro corazón de todo afecto natural para unirlo, pobre y miserable como es al que sólo puede y debe llenarlo, al Corazón de nuestro bondadoso y amable Salvador".
Oración al ir a clase: Divino Corazón de Jesús, preservadme de todo pecado, y no permitáis que sea yo ocasión de escándalo para ninguno de esos niños a quien tanto amáis. Angelitos son; no los convierta yo, con mis malos ejemplos o mis descuidos, en enemigos vuestro. ¡Oh no. Mil veces morir antes, Jesús mío!
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