Nuestra Señora Gaucha del Mate es una advocación de la Virgen María que nace en América del Sur, y que por el año 1993 fue bendecida por el papa Juan Pablo II.
Su origen no está relacionado con una aparición o con un milagro. La imagen, que muestra a la Virgen sentada junto a un brasero cebando mate, surgió de la necesidad de incorporar una figura de la Virgen María en donde las costumbres de los argentinos (y de otros hermanos latinoamericanos, sobre todos los del Mercosur) se reflejen. Es otra manera de acercar a la madre de Jesús a nuestra vida diaria.
La acción de tomar mate tiene un significado muy profundo en los países del Mercosur (Argentina, Uruguay, Paraguay y sur de Brasil) expresa un momento de amistad, hermandad, camaradería, familiaridad, comunión.
La pintura de donde la imagen de Nuestra Señora Gaucha del Mate surge es de la artista María Inés Rosñiski. En ella se puede ver a una joven paisana, con vestimenta tradicional, pelo en dos trenzas, sentada bajo un árbol a campo abierto; a su lado hay un brasero y ofrece un mate que tiene entre las manos.
Hoy, cristianos y laicos, sacerdotes y civiles, oriundos de la provincia de Misiones, solicitan a la Iglesia que avale esta nueva advocación de María y la declaren como patrona del Mercosur. Esta nueva forma de presentación, Nuestra Señora Gaucha del Mate, con su ropa simple y humilde, su rostro gentil y su modo solidario aúna y hermana en un solo gesto a estas naciones del sur; y provoca en sus habitantes un cariño instantáneo producto de la identificación de lo propio en lo universal.
Oración a Nuestra Señora Gaucha del Buen Mate
María del Buen Mate
Del mate de las frías madrugadas,
del mate de las tardes otoñales,
del mate de las noches de estudiantes,
del mate de la espera…
María del Buen Mate
del mate del amigo y del encuentro
del mate que reemplaza los almuerzos
del mate que calienta los inviernos,
del mate que reúne y que celebra…
María del Buen Mate
del mate oportuno en la visita,
del mate silencioso en los abuelos,
del mate espumoso de la rueda,
del mate que no hace diferencias…
María del Buen Mate
del mate que está siempre dispuesto,
del mate que nunca se resiente,
del mate que se alegra en ser usado,
del mate que se brinda a cada hora…
María del Buen Mate
enséñanos a tomar mate
que no sea el mate frío de la rutina,
que sea el mate del amor fraterno
que nos deje sabor a vida nueva.
Que sea el mate “que pierde tiempo”
cuando hay otro que quiere compartirlo.
Que sea el mate que celebre siempre
al amigo oportuno que se acerca,
que sea el mate creador de espacios
donde el otro encuentre la paz y la confianza
que sea el mate que suavice las heridas
y acorte las horas de cansancio y soledades.
Que sea el mate una buena nueva,
un canto a la amistad,
un modo de amar y dar la vida.
Amén.
Hna. María Virginia Gette. Misionera Sierva del Espíritu Santo.
(Convento Cristo Rey, Esperanza)
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