Basilio Moreau nació en 1799, cerca del final de la Revolución Francesa, un conflicto que duró por muchos años y durante el tiempo en que la Iglesia estaba a menudo suprimida. Pero la familia de Basilio era muy religiosa. Oraban juntos como familia y asistían a Misa cada semana.
El cura de la parroquia de los Moreau vio que Basilio tenía un amor especial por el Señor. Alentó a Basilio a estudiar para el sacerdocio. Debido a que muchos sacerdotes habían muerto durante la Revolución Francesa, el país necesitaba desesperadamente sacerdotes para celebrar los Sacramentos y para enseñar a la gente acerca de Cristo. Después de orar sobre esta importante decisión, Basilio estaba seguro de que su vocación, o llamado, era ser sacerdote.
Después de ser ordenado, el Padre Moreau fue asignado a enseñar en el seminario, donde se forman los sacerdotes. También viajó a las zonas rurales de su diócesis para servir a las comunidades que no tenían sacerdotes. Al poco tiempo se había formado un grupo de sacerdotes que estaban dispuestos a seguir el ejemplo de Basilio al servir a las personas que vivían en el campo. Hacían misiones parroquiales, bautizaban a los nuevos católicos, y celebraban la Eucaristía con personas que raras veces tenían la oportunidad de recibir el Cuerpo y la Sangre de Cristo.
Pronto, el Padre Moreau estableció una orden religiosa para hombres llamada Congregación de la Santa Cruz. Tres años más tarde, fundó una comunidad de Santa Cruz para mujeres. La misión de estas comunidades es ayudar a los católicos a renovar su fe, educar a los jóvenes y a los que aún no han escuchado la Buena Nueva y para cuidar de los pobres y necesitados.
Hoy en día, la Congregación de la Santa Cruz sirve a personas en más de 15 países. Ellos todavía están comprometidos con la misión del Padre Moreau, que murió en 1873. Al Padre Moreau también se le atribuye un papel clave en la fundación de la Universidad de Notre Dame y la Universidad de Santa María en Indiana.
La causa para la beatificación del Padre Basilio Moreau fue presentada en 1955, y fue beatificado en 2007. Su vida y su obra nos recuerdan que aprender y crecer en nuestra fe católica es una responsabilidad de toda la vida que todos compartimos.
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