domingo, 14 de julio de 2019

Beata María Ana Mogas Fontcuberta

María Ana Peregrina Mogas nace el 13 de enero de 1827, transcurriendo los primeros años de su vida en el hostal de Lladoner, una especie de posada y masía, situada en Corró del Vall (Granollers), entre Barcelona y Vich. A pesar de los ajetreados años en los que le toca vivir, contará con unos padres ejemplares, pero a los que pronto perderá: a su padre con siete años y a su madre con trece, teniendo que emigrar a Barcelona, en un ambiente de sectarismo y anticlericalismo, pero en el que también florecerán personajes de la talla de Jaime Balmes, Antonio María Claret u otros fundadores y fundadoras catalanas de la época. Su formación de juventud fue esmerada, inmersa hasta los dieciocho años en la vida social de la clase burguesa y acomodada de la calle de Moncada y de la parroquia de Santa María del Mar.


Dios irrumpe en su camino tras un encuentro con el P. José Tous, capuchino exclaustrado por la Revolución de 1835, y con dos capuchinas, sor Isabel Jubal y sor María Valdés, también exclaustradas y que intentan rehacer su vida dedicándose a la enseñanza. De este modo, ingresa en el recién fundado instituto de las Terciarias Capuchinas de la Divina Pastora (13 de junio de 1850). Se unirá a una comunidad religiosa en Ripoll (Gerona), a pesar de la oposición de su tutora y madrina, y de las resistencias del párroco de Santa María del Mar, pero llegó a ser la primera superiora (10 de septiembre de 1851). Allí comenzará a concebir la nueva fundación, que ella recordará así: «Sor Isabel Jubal y sus compañeras por inspiración divina, me confiaron dicha congregación, aunque incapaz y ruin para desempeñar semejante ministerio». La muerte del padre Tous, asesor espiritual del grupo, y de otras dificultades ocurridas a la madre Mogas fueron la causa de que abandonara la congregación y fundara otra nueva. El 6 de enero de 1872 presentaría al cardenal-arzobispo de Toledo el nuevo instituto que llevaría el nombre de congregación de Terciarias Franciscanas Misioneras de la Madre del Divino Pastor. En pocos años se abrieron numerosas casas por toda España.

El 3 de julio de 1886 entrega su alma a Dios. Se iniciaría el proceso diocesano de beatificación el 5 de marzo de 1949, que tuvo lugar el 6 de octubre de 1996 por el papa San Juan Pablo II.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario