Nació en Saludecio di Romagna (Rímini), el 19 de noviembre de 1785, en una familia muy cristiana. Se educó en las clarisas de Mondaino, donde maduró su vocación religiosa. En 1807 ingresó en el monasterio de las agustinas de Pietrarubbia, en el Condado de Carpegna, que tenía fama por la gran espiritualidad y ascesis que reinaba en el monasterio. En este lugar vivió muy feliz. En 1810, un decreto de napoleónico que obligaba a las religiosas regresar a sus casas, impidió que hiciera el noviciado. Tuvo que volver a la vida en familia; este momento fue muy doloroso para ella, pero la forjará para las pruebas que tendría que vivir.
Abandonó su primitivo fervor, pero continuó preguntando al señor en la oración: “¿Señor, qué proyecto tienes sobre mía?”. Un día, mientras estaba cabalgando junto a una criada, fue tirada del caballo. Al levantarse interpretó esta caída como el signo de una llamada por parte del Señor. Pidió consejo a su director espiritual, don Vitale Corbucci, que le dijo que su misión era la de educadora. En 1824, a instancias de su director espiritual, marchó a Coriano, a un centro de formación, que el Estado Pontificio quería para eliminar la situación de ignorancia y desorden moral frecuentes. En aquella época se hablaba mucho de la fundación de las Hijas de la Caridad de santa Magdalena de Canossa; Isabel, quiso unir el centro de Coriano con las Hijas de la Caridad, pero las negociaciones se prolongaron durante años sin resultado. Santa Magdalena, aconsejó a Isabel, que se ocupase del centro de Coriano hasta que se aclarase la situación.
A su alrededor se congregó una pequeña comunidad de mujeres a las que llamó "Pobres del Crucifijo, retiradas de Coriano". Poco a poco comprendió que su misión era la educación. Y fue en 1839, cuando fundó en Rímini, las Maestras Pías de la Bienaventurada Virgen María Dolorosa y que tuvo la aprobación del obispo de Rímini. Congregación que nacía para lograr "una vida religiosa hecha de trabajo y de oración en la paz doméstica y en la caridad fraterna". Su Instituto se extendió rápidamente. Ella vivió siempre en la oración, la caridad y una inmensa confianza en la Providencia. Falleció en Coriano., el 14 de agosto de 1859. Sus restos se veneran en la capilla de la Casa Madre de Coriano.
Junto a las Maestas Pias de la Dolorosa, está el Movimiento Per l’Alleluia, aprobado en 1994, constituido por laicos que viven la espiritualidad y el carisma de la beata Isabel en todos los ámbitos de la vida cotidiana.
Fue beatificada el 18 de junio de 1989 por San Juan Pablo II.
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