María Gay Tibau, nació en Llagostera (Girona) el 24 de octubre de 1813 y bautizada al día siguiente a la Parroquia de Sant Feliu. Sus padres fueran Martín Gay y María Tibau. (1813 durante la ocupación de las tropas francesas dejando la población devastada. Época de opresión)
Dos años más tarde el 1815, nace su hermano Pere. El padre ya había muerto. Su madre debía de hacer frente, y sola, al crecimiento y educación de María y Pere en circunstancias difíciles como consecuencia de la guerra.
El 1849, su hermano se casa y quedan solas Maria y su madre. Poco tiempo después, el 1850, muere su madre en el Hospital Santa Caterina de Girona. Desde entonces Maria Gay se queda en la ciudad
Maria vive en la casa del Dr. Amerio Ros durante 20 años, ayudando a las tareas domésticas y participando de la vida de esta familia devota, que pertenecía a varias asociaciones religiosas a las que también se afilió ella. (Real Cofradía de la Purísima Sangre)
En estos años María entra en contacto con el sufrimiento de los enfermos que llamaban a la casa del Dr. Ros, y otras procedencias. Es en este tiempo donde se despertaba en ella el deseo de amar a Dios, y dedicarse a las obras más espinosas de la caridad.
La gran sensibilidad de la Sierva de Dios, hizo que no pasara por alto la precaria situación en la que vivían los enfermos en su entorno. Ella se abrió totalmente al problema de los enfermos al considerar el estado de abandono lamentable en que, en aquella época se encontraban en la ciudad de Girona, donde ella residía.
La estancia de Maria Gay en la casa del doctor Amerio Ros fue una intuición profética y carismática. Al sentir y ver continuamente el sufrimiento humano Maria se hacía eco de esta situación social. Los Hospitales eran escasos y sus recursos eran precarios e insuficientes para atender a los enfermos y hacer frente a las enfermedades.
Pero a María Gay también le preocupaba mucho el hecho que los enfermos no tuvieran asistencia espiritual, puesto que la política liberal de la época había contribuido a dejar la práctica cristiana y esto hizo que muchas personas enfermas murieran sin reconciliarse con el Señor, o los familiares por miedo no hablaban y, por ese motivo, poder prepararlos. María iba perfilando su futuro.... hacían falta decisiones firmes.. dejar el Dr. Ros, dejar seguridades, confiar plenamente en Dios Providente.
Esta inquietud la llevó a dejar definitivamente a la familia Ros-Llausàs y crear una sencilla Asociación, que inicia el 29 de junio de 1870.
A pesar de que no dispone de recursos materiales, la semilla crece: su carisma atrae a un grupo de seguidoras. La primera de las cuales fue Carme Esteve i Andoca, con quién empezó a velar de manera asociada.
El grupo de Maria y de sus "*vetlladores" recorren de día y por la noche las calles de Girona para asistir a los enfermos, a quienes veían al mismo Cristo.
Comparten las horas de dolor en los hogares y alivian a los enfermos y también a sus familias.
Se extiende muy rápidamente la fama de caridad y fortaleza de Maria y primeras compañeras.
Pero... cómo podían aliviar el dolor y sembrar la paz en el corazón de los enfermos si no contaban con medios o recursos sanitarios?
Lo tenían que hacer con su presencia y con las atenciones humanas a su alcance: estando presentes junto al enfermo "velándolo" de día y noche.
Acompañaba a la familia y los ayudaba en estas situaciones difíciles y con mucha frecuencia desesperadas.
Pero no era suficiente....Maria se propuso sobre todo darles paz, hacerles descubrir a Cristo y prepararlos para la recepción de los sacramentos. Este fue su método de evangelización y el que enseñó con su magisterio espiritual a sus hijas, persuadiéndolas para dejarse llenar del Espíritu de Dios que era el que hacía que vieran al Cristo en el enfermo.
El 1872, el obispo de Girona, Mons. Constantí Bonet, consciente de la trascendencia de su tarea, y habiendo visto la abnegación con que la hacían, resolvió reglamentarlas. El 12 de julio del 1872, recibieron el Reglamento Provisional. El grupo ya estaba apoyado por la Iglesia.
Crece el número de jóvenes que quieren unirse a la obra . El 1879, María Gay empieza las fundaciones en otras localidades, para atender más enfermos. La Bisbal d'Empordà es la primera población. Pedían "cuatro hermanas josefinas que puedan atender a los *enfermos pobres de esta villa y a los demás que necesiten de sus buenos oficios...."
El año siguiente, el alcalde de Banyoles solicita la presencia de las Hermanas por su hospital, que se encontraba en condiciones deficientes.
Otros pueblos vecinos reclaman también la presencia de las Hermanas. María *Gay sigue incansable su tarea fundacional en Lloret de Mar, Torroella de Montgrí, y más tarde en Sant Feliu de Guíxols y Blandas.
En 1880, el obispo de Girona inaugura el Noviciado en Girona. Una de las ocupaciones de Maria Gay fue que las candidatas empezaran su formación con el mismo espíritu que inspiró su obra.
Catorce años después de la fundación, con seis casas en funcionamiento, María se dio cuenta que el Señor la llamaba a su presencia y así lo dijo a las hermanas. Que aquel año pasaría la fiesta de San José al cielo.
Murió el 18 de marzo de 1884 y fue enterrada el día siguiente, fiesta de San José, en el cementerio de Girona.
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