En Valls, ciudad que se extiende en el amplio campo de Tarragona y que es eminentemente histórica, nace MARÍA GÜELL Y PUIG, el 24 de junio de 1848.
Sus padres, Francisco Güell y Antonia Puig, conservan en su hogar las cualidades propias de una familia profundamente cristiana: amor a Dios, unión familiar y trabajo. Sencillos campesinos, pero auténticos cristianos, siendo sus costumbres irreprochables la mejor base para la piedad de María Güell.
¡Dichosos los niños y niñas a quienes el señor otorga unos padres profundamente cristianos!. Tal dicha cupo a María Güell, Dios se sirvió primeramente de sus padres para educarla en una auténtica vida cristiana.
Momentos después de su nacimiento recibe la gracia del Bautismo, presteza con que Dios quiere purificar su alma.
El sacramento de la Confirmación, que dispone al cristiano para colaborar en el apostolado de la Iglesia y le fortalece para mantenerlo firme enla fe, lo recibe pocos meses después de su nacimiento.
Apenas llegó a la edad del discernimiento, se acercó a recibir lel sacramento de la Penitencia y luego fue admitida a la Eucaristía, dada la precocidad de su piedad.
Había escuchado la Palabra de Dios en la instrucción catequética que recibía en la escuela de San Roque de Valls. Amaba mucho a la Virgen. Ella misma propagaba el amor a la Madre de dios cuando fervorosamente rezaba el Rosario y el Ángelus en el taller de modistería y estimulaba a las compañeras para visitar a la Virgen de la Candela, patrona de Valls.
Pasan los años y siente el deseo de consagrarse al Señor. Dios le marca por fin la trayectoria: Religiosa de la Caridad. El Hospital de Cervera (Lleida)-España-, diócesis de Solsona, fue la comunidad religiosa dedicada a la caridad, en la que entró el día 24 de abril de 1872.
En 1884 la Madre María Güell es nombrada superiora, cargo que desempeñó sin interrupción hasta el año 1899.
Durante todos estos años y pasando por recias pruebas, animada por la acción del Espíritu Santo, concibe un proyecto de más largo alcance: transformar su comunidad en un Instituto religioso que pudiera abarcar ampliamente el ejercicio de la caridad más allá de los límites de aquel Hospital. Sus anhelos de caridad generosa y universal van tomando cuerpo con la luz y fuerza del Espíritu, hasta convertirse en la obra del Instituto que ella por fin logra fundar el 14 de septiembre de 1899.
El 14 de junio de 1921, tras una breve pero dolorosa enfermedad, la Madre María Güell i Puig entrega su alma a Dios con una gran paz y “contenta de haber consagrado su vida a Dios y a la caridad” y con el gozo de ver su obra en crecimiento.
Su santidad de vida, muy patente a los que la conocieron, hizo que en 1952 y tras recibir algunas personas gracias especiales por su intercesión, se abre el proceso para la Causa de la Madre María Güell. El 6 de abril de 1998 el Papa Juan Pablo II la proclamó Venerable.
Si bien la obra comenzó con el cuidado de los enfermos tanto en hospitales como en la vela a domicilio, el carisma que legó a sus hijas las Misioneras Hijas del Corazón de María incluye todo tipo de ministerios en los que se practique la caridad con sencillez y humildad: “El Carisma del Instituto, heredado de la Madre Fundadora y reconocido por la Iglesia, es el seguimiento de Cristo por el camino de los consejos evangélicos, viviendo el Evangelio en el ejercicio de la caridad con sencillez y humildad a la luz y ejemplo de la Virgen María tan sencilla y humilde de Corazón”.
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