Carlo Acutis nació el 3 de mayo de 1991 en Londres (Inglaterra) y falleció con tan sólo 15 años de edad a causa de una leucemia fulminante, dejando en la memoria de todos los que le han conocido un gran vacío y una profunda admiración por el que ha sido su breve y a la vez intenso testimonio de vida auténticamente cristiana. Desde que recibió la Primera Comunión a los 7 años de edad nunca ha faltado a la cita cotidiana con la Santa Misa. Siempre, antes o después de la celebración eucarística, se quedaba delante del Tabernáculo para adorar al Señor presente realmente en el Santísimo Sacramento. La Virgen era su gran confidente y nunca dejaba de honrarla rezando cada día el Santo Rosario. La modernidad y la actualidad de Carlo conjuga perfectamente con su profunda vida eucarística y devoción mariana, que han contribuido a convertirlo en un chico muy especial al que todos admiraban y querían.
Citando las palabras de Carlo: “Nuestra meta debe ser el infinito, no el finito. El Infinito es nuestra Patria. Desde siempre el Cielo nos espera”. Suya es la frase: “Todos nacen como originales pero muchos mueren como fotocopias”. Para dirigirse hacia esta Meta y no “morir como fotocopias” Carlo decía que nuestra Brújula tiene que ser siempre la Palabra de Dios, con la que tenemos que confrontarnos constantemente. Pero para una Meta tan alta hacen falta Medios muy especiales: los Sacramentos y la oración. En especial Carlo situaba en el centro de su vida el Sacramento de la Eucaristía que llamaba “mi autopista hacia el Cielo”.
Carlo estaba muy dotado para todo lo que está relacionado con el mundo de la informática, hasta tal punto que tanto sus amigos como los adultos licenciados en ingeniería informática lo consideraban un genio. Todos se quedaban maravillados por su capacidad de entender los secretos que oculta la informática y a los que sólo tienen acceso quienes han realizado estudios universitarios.
Esta cercanía a la comunión le hicieron que siendo un adolescente fuese capaz de crear una exposición que recopilaba todos los milagros eucarísticos ocurridos en el mundo que ya ha visitado los cinco continentes, y que todavía hoy se puede consultar a través de internet en la web La exposición de los milagros eucarísticos.
Los intereses de Carlo abarcaban de la programación de ordenadores, pasando por el montaje de películas, la creación de sitios web, los periódicos de los que se ocupaba también de la redacción y la maquetación, al voluntariado con los más necesitados, los niños y los ancianos, pero además tenía una pasión: Jesucristo. Su madre, Antonia Acutis recuerda: “Mi hijo siendo pequeño, y sobre todo después de su Primera Comunión, nunca faltó a la cita cotidiana con la Santa Misa y el Rosario, seguidos de un momento de Adoración Eucarística”.
A los once años Carlo escribió esto: “¡Cuantas más eucaristías recibamos más nos pareceremos a Jesús y ya en esta tierra disfrutaremos del Paraíso!”.
La vida de este joven que va camino de los altares ha ayudado a muchos a descubrir el amor de Dios y el don de la Eucaristía uniendo a católicos de todos los países.
Resumiendo, era un misterio este joven fiel de la Diócesis de Milán, que antes de morir ha sido capaz de ofrecer su sufrimiento al Papa y a la Iglesia.
La Santa Sede aprobó un milagro atribuido a su intercesión y se espera que sea beatificado durante este año.
Qué imagen tan preciosa, cuando escuché sobre Carlo sentí que estaba llamando a mi vida y ahora me siento un fiel devoto a él.
ResponderBorrar