sábado, 15 de agosto de 2020

Beata Clara Szczesna

Nació el 18 de julio de 1863 en Polonia, en un pueblo llamado Cieszki, fue la quinta hija de Antonio Szczesny y Francisca Ptok. . Una semana más tarde fue bautizada con nombre de Ludovica. Sus padres se preocupaban por buena educación de sus hijos que aprendieron leer y escribir, como también corte y confección.

Cuando Ludovica tuvo 12 años murió su madre, este momento fue muy doloroso para ella. Desde entonces se profundizó su devoción a la Virgen María, su Madre Celestial.

Su padre se casó nuevamente con una joven de 18 años, Ludovica sufrió mucho porque no podía entenderse con una madrastra tan joven.

Cuando cumplió 17 años muchos jóvenes pretendían casarse con ella, su padre la comprometió con un hombre muy rico. Ludovica rechazó este proyecto explicando que hace ya mucho tiempo había ofrecido su vida a Dios. Pero su padre insistía que había planificando la boda. Ante esta situación no tenía otra opción que escapar de la casa paterna. Durante seis años vivió con sus parientes. Fue conocida como una buena costurera y así ganaba lo necesario para mantenerse.

En el año 1886 Ludovica participó en un retiro para jóvenes que sentían inquietud por la vida religiosa, aquí encontró a  la Superiora General de las hermanas Siervas de Jesús, fundadas hace poco por Padre Honorato Kozminski. El 8 de Diciembre del 1886 en Varsovia, empezó el noviciado en dicha congregación. Se caracterizaba por ser obediente, sencilla y alegre. Era silenciosa pero llena de amor para con todos. Estas virtudes hicieron que fuera una hermana muy amable y comunicativa, especialmente con las sirvientas con quienes trabajaban con  las hermanas de la congregación donde ingresó. En el año 1989 hizo su primera profesión religiosa. Dos años más tarde fue enviada por sus superioras a Lublin donde trabajaba como directora de corte y confección, enseñando también religión a las empleadas domésticas. Un día la policía rusa revisó su habitación, pero gracias a Dios no encontraron las constituciones de la congregación y así se salvó de la cárcel. En aquel tiempo esa parte de Polonia se encontraba bajo el dominio de Rusia. Ludovica tuvo que abandonar Lublin y volver a Varsovia, pero tampoco allí estaba segura.

En aquel tiempo el Padre Pelczar de Cracovia pidió al Padre Honorato que enviara, aunque sea una hermana para ayudar en un refugio para las empleadas domésticas por él iniciado. el Padre Honorato y la Superiora General decidieron mandar a Ludovica y dos hermanas más. el Padre Pelczar estaba muy contento con el trabajo de las hermanas.

El Padre Pelczar viendo que en Cracovia más se respeta a las religiosas con hábito decidió vestir a las hermanas, que en su origen no llevaban hábito religioso. la Madre Motylowska, superiora General de la congregación no estaba de acuerdo con este proyecto.

En Abril del año 1894 Madre Motylowska, llegó a Cracovia y los problemas se resolvieron. Las hermanas Ludovica y Aloiza se quedaron en Cracovia para continuar apoyando el proyecto del Padre Pelczar. Dicha decisión no era fácil. Fue fruto de largas horas de oración y meditación.

Oficialmente la fundación se realizó el 15 de Abril del 1894, con 12 candidatas. la Hermana Ludovica tomó el hábito el 2 de Julio de 1894 y tomó como nombre religioso el de de hermana Clara.

La nueva Congregación de las Siervas del Sargado Corazón de Jesús creció y hasta el momento de la muerte de la Madre Clara existían ya 156 hermanas en 15 casas, en Polonia, Francia y Alemania. Murió el 7 de febrero del 1916 en olor de santidad. Durante 22 años cumplió la responsabilidad de Superiora General de la Congregación. Fue beatificada el 27 de septiembre de 2015, durante el pontificado de S.S. Francisco.

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