Francisca Nisch nació en Oberdorf-Mittelbiberach el 18 de septiembre de 1882, en Alemania; el padre, trabajador de las caballerizas del castillo, la madre, doméstica en la hostería. Fue la primera de once hijos. Por la extrema pobreza de la familia, fue llevada de la abuela y de una tía, que le dieron una profunda formación religiosa, unida a sentimientos de bondad y cordialidad. Terminada la escuela tuvo que ayudar a sostener la familia, por lo que trabajó de doméstica en diversas casas. En el 1903, con 21 años, contrajo una grave forma de erisipela, y es internada en el hospital de Rorschach, donde conoció a las Hermanas de la Caridad de la Santa Cruz de Ingebohl; su frecuentación la hace madurar en la vocación religiosa, hasta que pidió entrar en la Congregación.
Acogida en la Casa Provincial de Hegne en Constanza, cambió el nombre de Francisca por el de Ulrica, y el 24 de abril de 1907 emite la profesión religiosa. Fue enviada como ayudante a la cocina del hospital de Bühl en Mittelbaden; después como segunda cocinera en la Casa de San Vicente, de Baden-Baden, donde permanecerá por cuatro años, hasta agosto de 1912, en completa humildad, dedicándose a los oficios más ocultos y desagradables. Pero esta gravosa carga no le impide ayudar a las cohermanas y parientes con buenos consejos; sigue completamente el programa de las Hermanas de la Santa Cruz: «Toda del Crucifijo, por eso toda del prójimo, representante del amor de Cristo».
Trabajos pesados y una vida de renuncia inflamaron la fuerza de la Hna. Ulrica. Tomada por la tuberculosis en mayo de 1912, fue internada en el hospital de Santa Isabel, en la Casa de Hegne, donde a la edad de 31 años murió, el 8 de mayo de 1913. Su gran abnegación frente a los otros le hizo morir sola, porque había, en los últimos momentos de lucidez, renunciado a la asistencia de la Hna, a favor de otra cohermana. Cerca de 100 mil personas se acercan cada año a rezar sobre su tumba. Ha sido beatificada por SS Juan Pablo II el 1 de noviembre de 1987.
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