Elizabeth Prout , Madre María José de Jesús, nació el 2 de septiembre de 1820 en Shrewsbury, Shropshire, Inglaterra. Su madre era una ferviente anglicana, su padre católico no practicante. La bautizaron y la educaron dentro de la tradición anglicana. Alrededor del 1841 su familia se traslada a Stone Staffordshie donde su padre trabaja como tonelero viajante en la Cervecería de Joule. De su trabajo obtenía un buen salario lo que le permitía a la familia tener una vida relativamente confortable.
La joven anglicana, Elizabeth Prout, observa el testimonio evangélico del Padre Domingo. Tiene 21 años de edad y está insatisfecha con su mundo. Ambos conversan…ora…; Elizabeth decide hacerse católica, pese a la reacción violenta de sus padres. De su casa paterna es expulsada y desheredada.
Necesita un lugar donde vivir y trabajar. Es así como Elizabeth decide ir a Manchester donde enseña en la escuela parroquial, visita a los enfermos y sobre todo observa la realidad diaria de las calles de Manchester al caer la tarde en su camino a dar clases nocturnas: mujeres gritando y chillando en los umbrales de los prostíbulos, atraída como mariposa a una lámpara de luz, el calor y la bebida. Mujeres borrachas botadas en los charcos de las calles. Hombres peleándose como bestias. Niños vagando entre los basurales entre gatos hambrientos. En todas partes la grosería, el insulto, la pedrada, los cuerpos mutilados, las mentes torcidas.
Frente a este cuadro de miseria, opta por educar a los más pobres y realizar visitas a los enfermos.
Es en Manchester donde empieza a dirigirse espiritualmente con un pasionista italiano, el padre Gaudencio Rossi; se trata de un joven sacerdote recién llegado de Inglaterra para acompañar al Padre Domingo y cumplir así la misión profética de san Pablo de la Cruz, ver a sus hijos sembrando semillas de catolicismo en tierra inglesa.
A los 29 años de edad, Elizabeth, fue elegida por Dios para realizar algo imposible: fundar una congregación de mujeres religiosas que llevaran la compasión y el amor de Cristo a los pobres. Esto lo llevo a cabo en un periodo de 16 años, un tiempo de mucho sacrificio, extrema pobreza, y total sometimiento a la voluntad de Dios. Muere el 11 de enero de 1864 a los 43 años de edad, habiendo completado su misión.
Ella puso los fundamentos de la “Congregación de las hermanas de la Cruz y Pasión”, Hermanas Pasionistas, una congregación misionera internacional, dedicada a mantener viva la memoria de la Pasión Muerte y Resurrección de Jesús “aún hasta los confines del mundo”.
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