Santa Francisca Cabrini

Santa Francisca Cabrini, mejor conocida como Madre Cabrini, es una santa italiana con nacionalidad norteamericana. 

Nació en Sant’Angelo Lodigiano (LO), el 15 de Julio de 1850 en el seno de una modesta familia de agricultores.

Desde su niñez manifestó un fuerte interés por la vida misionera, pero las circunstancias de la vida la llevaron a iniciar su vida apostólica en una casa de huérfanas, que estaba bajo la dirección de dos mujeres que no tenían una profunda espiritualidad. En ese lugar hizo su Profesión religiosa, ahí en medio del sufrimiento, se fue madurando y purificando su ideal misionero, también se fue profundizando en la espiritualidad del Sagrado Corazón, en una fuerte experiencia de Dios y de los valores evangélicos. 

Una vez que se vio libre de las obligaciones que la unían a esa casa, fundó el Instituto de las Misioneras del Sagrado Corazón de Jesús en Codogno (LO), en 1880. Las circunstancias históricas y la voluntad del Papa León XIII, cambiaron el rumbo de su sueño de ir como misionera a China. Su meta fue el continente americano, hacia donde emigraban millones de italianos buscando trabajo y con la esperanza de mejorar sus condiciones de vida. Desde este momento, la Madre Cabrini se trasformó en la voz, en el apoyo, la custodia y la Madre de miles de emigrantes. Abrió escuelas, orfanatos, internados, hospitales y centros de servicio social para ellos, ayudando a sus compatriotas a integrarse en la nueva cultura. 

Sin embargo, su celo misionero no se limitó e los emigrantes. Viajó continuamente. Atravesó 24 veces el Atlántico, pasó por la Cordillera de los Andes sobre un asno, recorrió en tren, en carro tirado por caballos o a pie, todas las naciones que le fueron posible, fundando escuelas en Centro América, en Brasil, Argentina, en distintos estados de los Estados Unidos y en Europa. En todos los sitios deseaba dar a conocer el Amor de Jesús, hacerlo amar con las obras, con las ideas, con el ejemplo de sus Misioneras, con la oración, la solidaridad y la cultura de la vida y de la esperanza. Murió el 22 de Diciembre de 1917 en Chicago. Fue beatificada el 13 de Noviembre de 1938 y canonizada el 7 Julio de 1946. En 1950 fue proclamada por Pío XII como “Patrona universal de los Emigrantes”.