San Roberto de Molesmes, San Alberico de Cîteaux y san Esteban Harding son los abades de Cîteaux que dieron origen a la Orden del Císter y con ella a la renovación y espiritualidad cisterciense.
Roberto nació en Troyes (Champaña, Francia) hacia el año 1024 de familia noble. Ingresó muy joven en el monasterio benedictino de Moutier-la-Celles, del que sería prior. Buscando una vida monástica más sencilla y austera fundó y dirigió monasterios, fue guía de ermitaños y reformador insigne de la disciplina monástica. El año 1075 fundó el monasterio de Molesmes con la idea de restaurar la verdadera vida cenobítica benedictina. Pero el monasterio se desarrolló y enriqueció muy pronto. Roberto intentó de nuevo dar cauce a sus ideales y en 1098 fundó la abadía de Cîteaux (Císter), cerca de Dijon (Borgoña, Francia). Muy pronto adquirió un gran prestigio por su observancia y espiritualidad. Más tarde, reclamado por sus anteriores monjes y por obediencia al papa, regresó a Molesmes, donde falleció el 17 de abril del año 1111.
San Alberico de Citeaux, fue ermitaño en Colán, cerca de Chatillon-sur-Seine, después siguió a san Roberto en Molesmes (1057), donde fue prior. sin embargo, en la comunidad tuvo problemas de convivencia y algunos monjes se rebelaron. Roberto y Alberico fundaron en Citeaux o Cister una nueva comunidad monastica. En el 1100, fue elegido abad. Se dice que recibió un manto blanco de manos de María, que sería el hábito de los cistercienses. Murió el 26 de enero del año 1108.
San Esteban Harding se hizo cargo de los destinos de Cîteaux, en 1109, sucediendo a Alberico tras la muerte de éste. Bajo su abadiato, el joven caballero Bernardo de Fontaine, quien luego seria Bernardo de Claraval, junto a una treintena de compañeros, hizo su entrada en el monasterio cuyos destinos transformaría.
Esteban Harding, fue el organizador de la orden y gran legislador, la obra nacia era muy debil aún y necesitaba que fuese reforzada. Las abadías fundadas por la de Cîteaux necesitaban el vínculo que las uniese espiritualmente bajo la estricta vida de la regla de San Benito y la solidaridad entre las comunidades monásticas era bastante necesaria en este génesis fundacional. La Carta de Caridad,que él elaboró, fue el nexo de unión y se convirtió en el fundamento de la orden cisterciense. El papa Calixto II la aprobó el 23 de diciembre de 1119 en Saulieu. Murió el 28 de marzo de 1134.
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