Juan María de la Cruz García Méndez, sacerdote del Sagrado Corazón de Jesús, nació el 25 de septiembre de 1891 en San Esteban de los Patos (Ávila). Fue bautizado a los dos días con el nombre de Mariano. Era el primero de los quince hijos de una familia de labradores, ricos en la fe y de una práctica religiosa muy viva.
Pronto germinó la vocación religiosa en el ánimo del pequeño Mariano quien, desde 1903, comenzó a asistir al Seminario diocesano de Ávila, concluyendo sus estudios y una ejemplar formación con la ordenación sacerdotal el 18 de marzo de 1916.
Designado párroco del pueblo de Hernansancho, enseguida dio señales de una vida ardientemente eucarística y mariana, de entrega apostólica que se definió como heroica. El pueblo lo consideraba un santo. No obstante, él afirmaba sentir una tendencia ineludible hacia la vida religiosa. Ingresó en el Carmelo pero por su escasa salud le fue aconsejado que lo abandonara y, vuelto a su diócesis abulense, se reintegró en el ministerio parroquial.
En 1925 fue aceptado por los Sacerdotes del Sagrado Corazón de Jesús en Novelda (Alicante) y el día 31 de octubre de 1926, en la solemnidad de Cristo Rey, emitió sus primeros votos con el nombre de Juan María de la Cruz. Abrazaba así “esa profesión de amor, oblación y reparación” propia de la Congregación Dehoniana. Viviendo esta vocación de Sacerdote-Oblato del Corazón de Jesús, se preparaba a completarla con el supremo sacrificio, que hace de él el primer mártir de la Congregación Dehoniana.
Después de haber llevado a cabo, humildemente y con fidelidad, la tarea que le fue encomendada en la Escuela Apostólica de Puente la Reina (Navarra) como promotor vocacional y postulador de bienhechores, al comenzar la guerra civil fue enviado a Valencia para que se refugiara entre personas amigas.
Habiendo llegado a la ciudad, su profundo sentimiento de fe le llevó a manifestarse vehementemente contra el incendio de la iglesia de los Santos Juanes y las profanaciones cometidas por milicianos anarquistas y comunistas. Rápidamente fue detenido y conducido a la Cárcel Modelo de Valencia. Era el día 23 de julio de 1936. El mes que duró su prisión fue un ejemplo para todos.
Al anochecer del día 23 de agosto de 1936, fue sacado de la cárcel con otros nueve compañeros por los funcionarios como si fuera a ser liberado. Se manifestó alegre y contento, como si previera que iba a ser conducido al martirio. En la noche de aquel 23 de agosto fue fusilado en el pueblo de Silla, cerca de Valencia, y sepultado en una fosa común en el cementerio de dicho lugar.
Reposa ahora en su sepulcro de la Iglesia del Crucifijo de Puente la Reina. Fue beatificado por Su Santidad Juan Pablo II el 11 de marzo de 2001.
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