por ti yo ofrecí mi vida.
El Señor me lo pidió
porque el Señor te quería.
Deja al hombre de la estancia,
ese hombre que te esclaviza.
Date a Dios, te lo suplico
en mi postrer agonía."
Padre Manuel Villaseca (Romancero de Laurita)
El 22 de enero se recuerda un año más de la pascua de la beata Laura Vicuña, una niña chilena que ofreció su vida a Dios, por la salvación de su madre. Fue beatificada por San Juan Pablo II en 1988.