Niño Dios de Sotaquí
A comienzos del siglo XIX vivía en Sotaquí una anciana llamada Antonia Pizarro. "La Naranjo", que por ese nombre la conocían, era señora muy piadosa y tenía fama como "meica" de yerbas y otros remedios de naturaleza.
Cierto día, al visitar a un enfermo en la estancia "El Romeral", cerca del río Hurtado, divisó desde lejos a dos niños que pastoreaban una majada de cabras. Al acercarse vio que jugaban con un tercer niño casi desnudo. Era la pequeña estatua del Niño Dios.
Doña Antonia llevó la imagen a su casa para rendirle culto. El Niño se convirtió en milagroso protector del pueblo y su fama se extendió por toda la provincia. Su fiesta se celebra el 06 de enero.
Niño Dios de las Palmas
En el año 1775 un modesto campesino de apellido Tapia iba con una carga de leña y carbón por los cerros, entre Caleu y Las Palmas. De pronto se dio cuenta que había una figura religiosa modestamente vestida, era la imagen del niño Dios. El señor Tapia mantuvo esta imagen del niño Dios hasta el año 1780, cuando lo intercambió por una cuartilla de harina. Eliseo Roco y sus hermanas se hacen cargo del niño Dios y para su veneración hacen una pequeña ermita. En 1868 la gente de Las Palmas y alrededores levantan una pequeña y hermosa capilla para honrar y agradecer las bendiciones y gracias concedidas por este pequeño niño Dios.
Su fiesta se celebra el 25 de diciembre.
Niño Dios de Malloco
El papa Pío IV crea la diócesis de Santiago el 27 de Diciembre de 1561, luego en 1579 se funda el 25 de Diciembre la actual parroquia "Niño Dios de Malloco", en ese entonces se llamaba “Doctrina de Tangos” y fue la 3ª parroquia establecida en la arquidiócesis de Santiago, por ende es la 3ª parroquia más antigua de Chile. La Parroquia abarco a todos los pueblos vecinos y fue atendida por don Alonso de Toledo.
En el templo parroquial de Malloco se venera desde siglos una imagen del Niño Jesús que fue donada por la familia Erazo, antigua propietaria de la histórica estancia de Malloco cuyos orígenes datan del año 1598.
Este Niño Dios de rostro casi risueño y con la diestra en actitud de bendición, representa a un niño de 12 años, aunque lleva en sí el paso de varios siglos. Unos dicen que data del 1660 y que fue traída desde el Cuzco, y otros aseguran que fue hallada en las tierras de Vicente Erazo, y llegó a manos de su tataranieto, el teniente Juan Erazo, que combatió en la Batalla de Maipú y que esta sepultado en el templo, fue quien finalmente la habría donado a la iglesia y dejado en manos del párroco padre José Luque.
Quienes llegan a venerar al Niño Dios de Malloco, cuentan que por su intercesión han sanado muchos enfermos, entregado la paz a muchos pecadores, vuelta la tranquilidad a los hogares y mejorado varios negocios en ruina. Su fiesta se celebra el 25 de diciembre.