domingo, 27 de diciembre de 2020
viernes, 25 de diciembre de 2020
Santo Niño Jesús mueve corazones
El Niño Mueve Corazones se encuentra en el Templo de Nuestra Señora de Loreto en el Centro Histórico de la ciudad de México. Y cuenta una leyenda popular que, cuando el padre Tamariz, sacerdote oriundo de España, visitó por primera vez la imagen, quedó paralizado y lo único que pudo decir mientras contemplaba la imagen, fue: “en efecto, mueve corazones".
Oración
Oh Santo Niño Mueve Corazones,
Niño preciosísimo, mi buen Jesús,
descanso de todas las penas, auxilio en la adversidad,
Amor infinito que nos amas más de lo que podemos imaginar
perdona mis ofensas pasadas, mi dejadez,
y escucha benigno las plegarias que te dirijo sinceramente,
derrama tu poder, tu misericordia y gracia,
y por intercesión de tu Madre, la Virgen Purísima,
concédeme el remedio de los males que me aquejan.
Tierno y Sagrado Niño,
que tantos y tantos milagros obras,
con humildad y confianza me acerco a ti
y me postro ante tu Sagrada y bellísima Imagen
a suplicarte que ejerzas la dulzura de tu amor y me ilumines,
dame seguridad, cuídame y presérvame de todo mal.
Jesús, hijo de David,
que con agrado nos muestras tu sonrisa,
y con tus manitas sostienes y cuidas los corazones
de quienes nos dirigimos a Ti con fe y amor
solicitando nos otorgues consuelo, paz y alegría,
a Ti que nos brindas tu amorosa protección
cuando nos sentimos apenados y doloridos
y necesitamos urgente ayuda en nuestras aflicciones,
quiero pedirte entres en mi vida y alivies mis cargas,
derrama tus abundantes y divinas gracias
y obra un milagro nuevo en mi vida, en mis preocupaciones,
y concédeme solución en este problema
que si imposible para mí, es para Ti fácil
y que yo en mis debilidad solo no puedo resolver:
(pedir con inmensa fe lo que se quiere obtener)
Santo Niñito, divino Infante amado mío,
ayúdame para que siga caminando de día en día
por caminos rectos y seguros hasta llegar hacia Ti,
y lléname con la largueza de tu amor
para que yo también con generosidad de sentimientos
sepa amar y ayudar a mis hermanos los hombres.
Así sea.
Niño preciosísimo, mi buen Jesús,
descanso de todas las penas, auxilio en la adversidad,
Amor infinito que nos amas más de lo que podemos imaginar
perdona mis ofensas pasadas, mi dejadez,
y escucha benigno las plegarias que te dirijo sinceramente,
derrama tu poder, tu misericordia y gracia,
y por intercesión de tu Madre, la Virgen Purísima,
concédeme el remedio de los males que me aquejan.
Tierno y Sagrado Niño,
que tantos y tantos milagros obras,
con humildad y confianza me acerco a ti
y me postro ante tu Sagrada y bellísima Imagen
a suplicarte que ejerzas la dulzura de tu amor y me ilumines,
dame seguridad, cuídame y presérvame de todo mal.
Jesús, hijo de David,
que con agrado nos muestras tu sonrisa,
y con tus manitas sostienes y cuidas los corazones
de quienes nos dirigimos a Ti con fe y amor
solicitando nos otorgues consuelo, paz y alegría,
a Ti que nos brindas tu amorosa protección
cuando nos sentimos apenados y doloridos
y necesitamos urgente ayuda en nuestras aflicciones,
quiero pedirte entres en mi vida y alivies mis cargas,
derrama tus abundantes y divinas gracias
y obra un milagro nuevo en mi vida, en mis preocupaciones,
y concédeme solución en este problema
que si imposible para mí, es para Ti fácil
y que yo en mis debilidad solo no puedo resolver:
(pedir con inmensa fe lo que se quiere obtener)
Santo Niñito, divino Infante amado mío,
ayúdame para que siga caminando de día en día
por caminos rectos y seguros hasta llegar hacia Ti,
y lléname con la largueza de tu amor
para que yo también con generosidad de sentimientos
sepa amar y ayudar a mis hermanos los hombres.
Así sea.
¡Hoy nos ha nacido un Salvador!
Hoy nos ha nacido un Salvador: La luz vence a las tinieblas
Hoy nos ha nacido un Salvador: La paz supera a las violencias
Hoy nos ha nacido un Salvador: Ha aparecido la gracia de Dios
Hoy nos ha nacido un Salvador: ¡Tanto amor…!
Hoy nos ha nacido un Salvador: Una inexplicable alegría se expande por toda la tierra
Hoy nos ha nacido un Salvador: Los hombres empiezan a mirarse como hermanos y liberan un dinamismo de comunión.
Hoy nos ha nacido un Salvador: Los niños y los pobres están más cerca de Dios
Hoy nos ha nacido un Salvador: Cada día sigue naciendo en nuestro corazón.
Hoy nos ha nacido un Salvador: La paz supera a las violencias
Hoy nos ha nacido un Salvador: Ha aparecido la gracia de Dios
Hoy nos ha nacido un Salvador: ¡Tanto amor…!
Hoy nos ha nacido un Salvador: Una inexplicable alegría se expande por toda la tierra
Hoy nos ha nacido un Salvador: Los hombres empiezan a mirarse como hermanos y liberan un dinamismo de comunión.
Hoy nos ha nacido un Salvador: Los niños y los pobres están más cerca de Dios
Hoy nos ha nacido un Salvador: Cada día sigue naciendo en nuestro corazón.
lunes, 7 de diciembre de 2020
Santa María Josefa Rossello
¡Oh! Madre Rossello que estás en la gloria,
que estás junto al trono tan bello de Dios.
Muy junto a la Madre de Misericordia
rogad por nosotros a nuestro buen Dios.
¡Oh! Madre querida que estás en el Cielo
pedid cada día al Dios de bondad
que vuelva sus ojos al mísero suelo
a donde tus hijos siguiéndote van.
Y vuelve a nosotros, la dulce mirada
que llena las almas de dicha sin par,
muéstranos Madre, la senda sagrada
que en tu santa vida supiste trazar.
Y míranos, Madre más dulcemente
cuando a tus plantas venimos a orar
para pedirte en plegaria ferviente
que en nuestra vida tú quieras reinar.
Madre Rossello, sea tu gloria
nuestra fe firme, nuestro fervor
que sean siempre todas tus obras
dulce Betania, para el buen Dios.
¡Oh! Madre Rossello
ruega, ruega pro nos.
Muy junto a la Madre de Misericordia
rogad por nosotros a nuestro buen Dios.
¡Oh! Madre querida que estás en el Cielo
pedid cada día al Dios de bondad
que vuelva sus ojos al mísero suelo
a donde tus hijos siguiéndote van.
Y vuelve a nosotros, la dulce mirada
que llena las almas de dicha sin par,
muéstranos Madre, la senda sagrada
que en tu santa vida supiste trazar.
Y míranos, Madre más dulcemente
cuando a tus plantas venimos a orar
para pedirte en plegaria ferviente
que en nuestra vida tú quieras reinar.
Madre Rossello, sea tu gloria
nuestra fe firme, nuestro fervor
que sean siempre todas tus obras
dulce Betania, para el buen Dios.
¡Oh! Madre Rossello
ruega, ruega pro nos.
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