Romacero de la aventura de
Laura Vicuña
Padre Manuel Villaseca
Laurita Vicuña Pino
Hoy beata en la Iglesia
nació al retumbar de balas
en tiempos de Balmaceda.
El Bautizo de Laurita
se hace en salesiana fecha
un 24 de mayo
cuando a María festejan.
José Domingo Vicuña
participó en la refriega
balmacedista, A destierro
fue con su esposa y pequeña.
Temuco, tierra lejana,
tranquila, le abrió sus puertas
a la pequeña familia
que muy luego allí aumenta.
Les nace Julita Amanda
Pero esta alegría efímera
se esfuma, muriendo el padre
de pulmonía violenta.
Doña Mercedes del Pino
deja la tierra chilena.
Con sus hijas va a Junín
y allí al trabajo se entrega.
Un estanciero argentino
en su casa las alberga.
Será la dueña de casa
con todas sus consecuencias.
De María Auxiliadora
había en Junín una escuela.
Doña Mercedes fe allá
a educar a las pequeñas.
Al momento, de Laurita
niña sonriente y sincera
se comentó en el Colegio
que Laurita un ángel era.
El estanciero es feliz,
con la viudita chilena.
Comenzó a requerirla
de amor, a lo que ella se niega.
Tuvo que acceder, por fin,
por ella y sus dos chicuelas.
Y aquí comenzó Laurita
a sufrir la gran tragedia.
Laurita que amaba a Dios
y es pura como azucena
mucho rezó de rodillas
y sufrió en la casa aquella.
¡Su mamá lejos de Dios!
Laura sufre esta verguenza
y pena por regresar
al paraíso, su escuela.
La vida de su mamá
cuanto le pesa en el alma
nuevamente al confesor
se presenta la niña Laura.
Ha rezado y ha sufrido
por ésta su madre amada
pero el Señor no la escucha
algo más de ella demanda.
Si ofreciera ella su vida
por su madre, que dejara
al hombre con quien convive
¿no haría la obra más santa?
Lo medita el confesor,
no da respuesta inmediata.
¿Le será grato al Señor
el holocausto de esa alma?
"Hija, si Dios te lo pide
y así a tu mamita salvas
del pecado, te permito
que a Dios a esta ofrenda le hagas".
Junín lejano, en ese año
abría su primavera,
mientras tanto
moría la niña buena.
"Mamita, te quiero mucho,
por ti yo ofrecí mi vida..."
Fragmento, Romancero de la aventura de Laura Vicuña, 1987.
Padre Manuel Villaseca
Misionero Claretiano