lunes, 8 de mayo de 2023

Oración a Nuestra Señora de Luján

Virgen María, Madre de Dios y Madre nuestra. Nuestra Señora de Luján, Patrona de nuestra Patria; hoy alzamos nuestros ojos y nuestros brazos hacia tí... Madre de la Esperanza, de los pobres y de los peregrinos, escúchanos...

Hoy te pedimos por Argentina, por nuestro pueblo. Ilumina nuestra patria con el sol de justicia, con la luz de una mañana nueva, que es la luz de Jesús. Enciende el fuego nuevo del amor entre hermanos.

Unidos estamos bajo la celeste y blanca de nuestra bandera, y los colores de tu manto, para contarte que: hoy falta el pan material en muchas, muchas casas, pero también falta el pan de la verdad y la justicia en muchas mentes. Falta el pan del amor entre hermanos y falta el pan de Jesús en los corazones.

Te pedimos madre, que extingas el odio, que ahogues las ambiciones desmedidas, que arranques el ansia febril de solamente los bienes materiales y derrama sobre nuestro suelo, la semilla de la humildad, de la comprensión. Ahoga la mala hierba de la soberbia, que ningún Caín pueda plantar su tienda sobre nuestro suelo, pero tampoco que ningún Abel inocente bañe con su sangre nuestras calles.

Haz madre que comprendamos que somos hermanos, nacidos bajo un mismo cielo, y bajo una misma bandera. Que sufrimos todos juntos las mismas penas y las mismas alegrías. Ilumina nuestra esperanza, alivia nuestra pobreza material y espiritual y que tomados de tu mano digamos más fuerte que nunca: ¡ARGENTINA! ¡ARGENTINA, CANTA Y CAMINA!

viernes, 5 de mayo de 2023

Beato Jacinto Vera y Durán

 

Jacinto Vera nació el 3 de julio de 1813, frente al Océano Atlántico, en el barco que transportaba a su familia desde las Islas Canarias a Uruguay. Como detalla la biografía oficial "tras más de dos años de vagabundeo, la familia se instaló en el pueblo del Abra del Mallorquín, dedicándose a las labores agrícolas. En 1826 se trasladó a la zona de Toledo, donde compró una casa con tierras circundantes para cultivar".

Recibió una educación cristiana, por su madre y los padres franciscanos. En 1832, sintió su llamado al sacerdocio. Por falta de medios materiales, solo pudo realizar esta vocación en 1837, cuando emprendió estudios de teología en el colegio de los Padres Jesuitas de Buenos Aires, donde fue ordenado sacerdote en 1841.

Primero, se desempeñó en Canelones. En 1859, fue nombrado vicario apostólico y trasladado a Montevideo, donde se dedicó a la formación del clero, la atención pastoral y realizó varios viajes misioneros, interviniendo para resolver situaciones conflictivas, como la defensa de la jurisdicción eclesiástica frente al gobierno. Debido a esta postura, fue enviado al exilio desde octubre de 1862 hasta agosto de 1863, período que pasó en Buenos Aires.

Dos años después de su regreso a Uruguay, fue elegido obispo titular de Megara y consagrado el 16 de julio de 1865, reanudando plenamente sus actividades pastorales. En 1867, emprendió un viaje a Europa en busca de misioneros para Uruguay y para participar en las festividades del XIX centenario del martirio de San Pedro. De octubre de 1869 a diciembre de 1870, participó en el Concilio Vaticano I y peregrinó a Tierra Santa.

El 25 de enero de 1871 regresó a Montevideo, donde hizo todo lo posible por poner fin a la guerra civil. La obtención de la paz le permitió dar un nuevo impulso a su actividad misionera, reforzada por la llegada de los jesuitas y del primer grupo de salesianos, enviados por San Juan Bosco a petición suya. El 4 de junio de 1875 consagró el país al Sagrado Corazón de Jesús.

Creó la diócesis de Montevideo y el 13 de julio de 1878 fue nombrado su primer obispo. A finales de diciembre del mismo año, bendijo la primera piedra del Seminario Conciliar de la capital uruguaya. A pesar de su edad y de algunos problemas de salud, continuó su actividad apostólica, visitando incansablemente todos los lugares de misión. El 28 de abril de 1881, partió para su última misión, con destino a Pan de Azúcar. El incómodo viaje se vio dificultado por las continuas y fuertes lluvias, que minaron definitivamente su ya débil salud. En la noche del 5 de mayo, su estado empeoró y recibió los últimos sacramentos en plena conciencia.

Murió en Pan de Azúcar (Uruguay) el 6 de mayo de 1881. Será beatificado el 06 de mayo de 2023, en Montevideo, durante el pontificado del Papa Francisco.