Rita Antoinette Francis Rizzo–nombre que le dieron sus padres a la Madre Angélica– nació el 20 de abril de 1923 en la ciudad de Canton, estado de Ohio (Estados Unidos). Su vida estuvo marcada por muchas pruebas, como el divorcio de sus padres cuando tenía seis años y la situación de pobreza que enfrentó junto a su madre.
Cuando era adolescente se curó de un severo dolor estomacal luego de rezar una novena a Santa Teresa de Lisieux. “Ese fue el día que me di cuenta del amor de Dios por mí y comencé a tener sed de Él”, dijo la Madre Angélica.
El 15 de agosto de 1944, a la edad de 21 años, entró a las Clarisas Pobres de la Adoración Perpetua en Cleveland, estado de Ohio, y tomó el nombre de Hermana María Angélica de la Anunciación.
En la década de 1950 tuvo un accidente que le provocó una lesión en la espalda. Dos años después los médicos le dijeron que podía perder la movilidad de las piernas. La Madre Angélica le prometió a Dios que si la sanaba, construiría un monasterio en el sur de Estados Unidos.
La religiosa fue sanada y el 3 de febrero de 1961, Roma le dio permiso para fundar el Monasterio de Nuestra Señora de los Ángeles en Irondale, Alabama. En ese tiempo la población católica de la región era solo del 2%.
Con los años, la Madre Angélica se hizo conocida como una carismática evangelizadora. Pero en 1978, tras conocer que la estación secular en la que trabajaba planeaba emitir un programa que sintió blasfemo, renunció y decidió comenzar su propia estación.
El 15 de agosto de 1981 la Madre Angélica lanzó EWTN desde la cochera de la casa de las religiosas, con aproximadamente 20 empleados.
Hoy, EWTN transmite una programación de 24 horas al día a más de 310 millones de hogares en más de 140 países, y cuenta con alrededor de 400 trabajadores.
Funda en 1987, la Congregación Misioneros Franciscanos de la Palabra Eterna.
Además, EWTN actualmente maneja un catálogo de artículos religiosos y publica el National Catholic Register y ACI Prensa, entre otras empresas editoriales.
Su Santidad Benedicto XVI le otorga el premio Pro Ecclesia et Pontifice. Es el máximo reconocimiento que el Papa otorga a los laicos y a los religiosos para agradecerles su labor. Octubre de 2009.
Madre Angélica entregó su alma al Creador el 27 de mazo de 2016, a los 92 años en Hanceville, Alabama, Estados Unidos.
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