Nació en Quito (Ecuador) el 22 de Marzo de 1836 sus padres fueron don Ignacio Veintemilla y doña Josefa Villacìs, quienes llevaban una autentica vida cristiana.
Era su Madre muy devota de Mariana de Jesús, lo que dejó una grande impronta en la vida de madre Rafaela. Fue bautizada el mismo día de su nacimiento con los nombres de Rafaela, María Mercedes, Antonia, Magdalena pero siempre fue llamada Rafaela y celebró con gran devoción la fiesta de San Rafael Arcángel.
Fue la más pequeña de 10 hermanos, queda huérfana de madre a los 4 años de edad y de Padre a la edad de 19 años.
Desde muy joven sintió el deseo de ser religiosa y pasó su adolescencia y juventud practicando con grande fervor las virtudes cristianas, hace sus primeros votos en privado de pobreza, castidad y obediencia y vestía el hábito de la Beata mariana de Jesús llevando una asidua vida de oración y contemplación que fue perfeccionando con sacrificio y penitencia con el transcurrir de los años. Alcanzada su mayoría de edad hizo sus primeros votos privados de pobreza, castidad y obediencia, y vistió el hábito de santa Mariana de Jesús , llevando una asidua vida de oración y contemplación que fue perfeccionando con sacrificio y penitencia con el transcurrir de los años.
Según el testimonio de quienes la conocieron, su rostro mostraba una serenidad de reflejo divino. Sufrió la cárcel a consecuencia del golpe de estado que hiciera su hermano el General Ignacio Veintemilla que, siendo Presidente del Ecuador se proclamó dictador en 1882.
Después de la penosa prisión que duró cerca de nueve meses, en 1883 cuando ella contaba con 47 años de edad es expatriada de su País, establecida ya en la Ciudad de Lima entre los años 1884 y 1894 vivió alimentándose de la Palabra de Dios , asistiendo a retiros espirituales , participando de las asociaciones marianas existentes en la Iglesia Santo Domingo y la Iglesia San Pedro , donde fue una de las fundadoras del Rosario viviente .
En 1894 como frecuentaba la Iglesia San Agustín conoce al R.P. Eustasio Esteban O.S.A. que acaba de llegar desde España a Lima como Prior del Convento, en una de sus confesiones estas dos almas extraordinarias quedan encantadas porque los dos tenían esos deseos de santidad y buscar la gloria de Dios, es así que Madre Rafaela lo adopta como Director espiritual y le manifiesta su deseo de fundar una familia religiosa dedicada a la Santa Obra de la Preservación de la niñez y juventud en extrema pobreza y peligro moral. A mediados de 1895 funda la Congregación de Agustinas Hijas del Santísimo Salvador junto con Padre Eustasio Esteban, teniendo como fiesta principal “ La Preciosísima Sangre de Nuestro Señor” y con gran fortaleza de espíritu y nobleza de corazón lleva adelante el carisma que Dios le encomendó, la Salvación de las almas en la Santa Obra de la Preservación de la niñez y juventud femenina, sufriendo pobreza material, sinsabores morales que no hicieron más que aumentar su talante de fe, esperanza y caridad.
Murió en Lima en opinión de santidad el 25 de noviembre de 1918. Sus restos reposan en el convento Nuestra Señora del Prado de la Ciudad de Lima desde el 28 de agosto de 1980 y después de 35 años el Señor nos concede la gracia de trasladarla a la Iglesia nuestra Señora de la Consolación del Distrito del Rimac en Lima - Perú el 23 de Noviembre del 2015. Fue declarada Venerable el 07 de diciembre de 2018.
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